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lunes, 22 de octubre de 2012

Personajes Sucrenses: FELIPE NERI ZEGARRA SILVA

1928-1995
Por Olindo Aliaga Rojas y Gutemberg Aliaga Zegarra.
Sucrense de fuste, Felipe Neri Zegarra Silva entró al templo del renombre en olor de multitud; nadie como él interpretó el dolor de su pueblo, porque lo amó entrañablemente.

Este homérida de Sucre vio la luz en el barrio de La Toma, su casa ubicada en la calle Dardanelos lindaba con el río La Quintilla, por eso, poseía la palabra fluida, diáfana la mente y renovado el corazón. Polémico, mujeriego y fumador inveterado, nació el 18 de julio de 1928.

El hogar Zegarra Silva se componía de 4 hermanos que se llevaban dos años entre sí: Juana, Felipe, Pascuala e Hilda.

Fueron sus padres: Hildebrando Zegarra Reyna y Micaela Silva Sánchez, quien después de enviudar tuvo otro compromiso, del cual nacieron tres hermanos menores: Fernando, Evergisto y Mirtha Aliaga Silva fallecida a temprana edad.

Felipe Neri procede de un linaje intelectual de gran ejecutoría; su padre, un negociante por las lejanas provincias y un eximio deportista; maestro y fundador de escuelas particulares gratuitas y del histórico Rambler, cuadro que le ha dado muchas satisfacciones al pueblo de Sucre en el campo futbolístico.

Su abuelo paterno, don Felipe Neri Zegarra Aliaga, fue el mejor tinterillo de la provincia. Alcalde de Sucre de 1889 - 1890 y de 1899 a 1900. El doctor Mejía Zegarra, conoció y vivió muchos de sus alegatos, en una oportunidad impresionado por la fuerza de un escrito dijo: "lo que Felipe ata, ni el diablo lo desata". Murió envenenado por los enemigos de sus patrocinados, en el distrito de Ichocán, provincia de San Marcos.

Por el lado materno sus abuelos fueron: Sacramento Silva y Pascuala Sánchez. "Yo soy, ante todo, Zegarra", decía, y agregaba sentencioso, "si no, no sería lo que soy, sería tal vez egoísta, poco amante del pueblo".

Siendo muy niño, murió su padre accidentalmente, al caer con su cabalgadura en el abismo de un desbarrancadero, a pocos kilómetros del pueblecito de Usquil, de la provincia de Otuzco, La Libertad. Huérfano de padre, del cuidado del niño se encargó su abuelita Brígida y sus tías Lucrecia y Armencia, a quienes les decía "Mamita". Nieto, preferido de doña Brígida, ella lo crió engreído y consentido; le inculcó el amor al prójimo y creció abismado a la religión cristiana; por lo que Felipe era muy creyente, especialmente de San Isidro y de la Virgen Natividad de Lucmapampa. Al fallecer su abuela Brígida, pasó al cuidado de su tía abuela Leonor Zegarra, era esta señora de una situación económica acomodada; "Mi viejita Leonor", decía al narrar su vida, "tenía una posición muy distinta a la de ser pobre; por lo tanto, en la casa de aquella mujer, conocí algunas comodidades por lo que no fue muy dolorosa mi infancia y mi juventud".

Estudió la primaria en la escuela ex 83, Centro Escolar Centenario de Sucre y semillero de muchas promociones; su profesor Clemente Virgilio Díaz le tuvo bastante aprecio por su precocidad intelectual que impresionó a todos los maestros de esa época.

De esta etapa escolar, son sus primeros embelesos deportivos, a la edad de 12 años fundó su primer cuadro de fútbol denominado Club Deportivo José Olaya; un año después, fundó el Club deportivo R.U. La característica de este equipo fue que lo integraron casi en su totalidad los Zegarra, entre ellos: Neptalí Zegarra, René Zegarra, Leonardo Zegarra, Natividad Zegarra, las excepciones fueron: Diego Silva, Pablo Montoya, y Doquísides Sánchez.

A la edad de 13 años leyó los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana de José Carlos Mariátegui, la lectura de este libro provocó cesura en la personalidad del tierno lector que lo llevó a investigar, a través de la lectura, la realidad de su pueblo.

Después de un tiempo y concluida su primaria trabajó de obrero en la construcción del túnel, percibiendo un sol de jornal; de esta corta etapa laboral, comentaba Felipe: "En los trabajos de la desecación de la laguna nos ganábamos unos centavos, lo cual también representaba desventaja, puesto que principiamos a fumar cigarros; el cigarrillo era compañero en nuestra adolescencia... ahora soy fumador consuetudinario, fumar, entre muchos vicios, es el que más me domina".

Estudió secundaria en el Colegio Particular Celendín, son de esta etapa estudiantil sus lecturas de autores socialistas: Hildebrando Castro Pozo, Valcárcel y otros escritores progresistas.

Desde el tercer año de secundaria complementó sus lecturas con el teatro; realizando muchas veladas literarias en las ciudades de Celendín y Sucre; los fondos recaudados, los orientaba a obras sociales.

En 1945, siendo aún estudiante, fue representante de la campaña política del doctor Clodomiro Chávez en la provincia de Celendín.

Después de terminar la secundaria viajó a Lima, en esa ciudad capital estudió inglés, posteriormente, estudió por un período corto, el idioma Quechua, en el Instituto de Lengua Aborigen del Perú. Siendo trabajador textil se integró al sindicalismo adscrito a la C.G.T.P, durante su actividad sindical tuvo oportunidad de alternar con el sindicalista Arturo Sabroso y otros sindicalistas de alto nivel.

El año de 1955, retorna a Sucre, dedicándose al comercio de telas y otros productos, el capital le proporcionó su "papá" Samuel, la tienda estuvo ubicada en la Plaza de Armas en la esquina de la calle Próspero y Simón Bolívar.

Por esta época contrae matrimonio con la profesora Victoria Merino, natural de Celendín, de ese enlace matrimonial son sus hijos Hildebrando, Felipe, Rafael y María del Rosario. Felipe no fue hombre de una sola mujer, fue afortunado en el amor y muchas mozuelas cayeron rendidas a sus pies; fruto de esas mocedades es su primogénito Jorge Luis Zegarra Rojas, abogado de profesión.

Del 2 de mayo de 1957 hasta el 2 de abril de 1958 fue alcalde del distrito de Sucre, por designación del Subprefecto de Celendín y ratificado por la Prefectura departamental; entonces, el primer alcalde socialista que tuvo Sucre durante su historia, tenía 28 años de edad.

En 1959, fundó el Club Deportivo José Carlos Mariátegui, en honor al pensador peruano, integrado por jóvenes deportistas celendinos; la actuación de este cuadro fue de gran performance en las competencias realizadas.

En la década del 60 ingresó a trabajar en la Beneficencia Pública de Celendín; y en el Juzgado Provincial.

En 1963, fundó en Celendín el periódico El Lucero de la Quintilla, de edición irregular, tamaño doble oficio con 16 páginas, desgraciadamente de vida efímera, su director por alguna razón no explicada fue el señor Alberto Chávez.

En 1964, en un artículo que lo hace público a través de hojas sueltas; le da la bienvenida al profesor Alfredo Rocha Zegarra, quien se hacía cargo de la dirección del Colegio San José de Sucre, de reciente creación. El artículo en mención llevó el título de Un Hombre Reencuentra su Tierra.

El año 1970, participó en las protestas del club Manuel Quevedo Reyna, integrado por el profesor Luis Escalante del Águila, y los estudiantes universitarios; Pepey y Samuel Chamán, el profesor Víctor Aliaga Zelada, entre otros, contra el avivado director del Colegio San José profesor: Mario Ávalos Linller.

En esta acción con características de asonada política, Felipe encabezó una marcha, causando asombro a la clase encopetada de la sociedad sucrense; a la manifestación, se adhirieron el ingeniero José Zegarra Chávez y los señores Eduardo Zegarra y José Urbina, como elementos de choque. Los manifestantes recorrieron las principales calles del pueblo y se dirigieron al local del colegio ubicado en las afueras de la ciudad, donde les esperaba un grupo de curiosos y alumnos de los años superiores que estaban en total desacuerdo con la inconducta del mal director.

El director Mario Ávalos, enterado de la decisión bravía de los protestantes, se cobijó en la secretaría del colegio; y aprovechando la oscuridad de la noche, ayudado por sus incondicionales, fuga del pueblo como un vulgar delincuente, la justicia se encargó de juzgar a ese pésimo director y a sus acólitos que lo adularon y lo ocultaron.

Durante esa lucha, una más de las mil libradas, Felipe Neri dio un brillante ejemplo de acción y prédica política literaria, con el puño en alto agitaba consignas y en un volante de dos hojas, explicaba las razones de la acción levantisca del club M.Q.R, en contra de la abusiva presencia del mal funcionario del centro educativo.

 En ese extenso volante, titulado: "Pueblo de sucre" Felipe Neri hace gala de sus condiciones de escritor y gran expositor de la cosa política; dirigiéndose al director decía: "¿ ...o tal vez es Ud. señor director uno de los tantos ciegos, y no ve que por doquier las arcaicas estructuras políticas se desmoronan por su base? - o es Ud. un sordo, que no quiere oír los estruendos de broncas cadenas que van rompiéndose en el campo, en las entrañas de la tierra, en el mar, cuarta región geográfica del Perú, en el aire, en la ciudad, en el taller, en la fábrica, en la oficina, en el plantel, ¿qué pasa señor director?.

Si Ud. tiene sangre en la cara, si Ud. tiene algún asomo de dignidad obedezca la voz del pueblo, que es la voz de la ley y la justicia; deponga su insolencia frente a la gallarda e inteligente juventud que al lado de las autoridades locales y casi todo el magisterio le viene diciendo ¡VÁYASE!, no lo quiere más aquí por no saber cumplir con su sagrada misión de educador, por estafar al Estado y al pueblo todo del Perú con sus largas y repetidas ausencias del plantel; cuya dirección se le ha encomendado, perjudicando gravemente los altos fines de la educación... Ha sido hasta ahora una de las tantas vacas sagradas, necesario es que se convenza que su hora ha llegado, huelga saber que Sucre, antes Huauco, supo y sabe reconocer y valorar al buen maestro. "

En otro acápite, refiriéndose al pueblo de Sucre exclamaba: "Los tristes momentos por los que pasas en el campo de la educación, son iguales a los que pasan otros pueblos de nuestra patria ¿Quiénes son los culpables?, los malos gobernantes de ayer que propiciaron tanta corrupción, tanta ignominia, tanto latrocinio, tanto abuso... Seguro estoy que no defraudarás nunca glorioso pueblo de Sucre, de raza fecunda y soberana, tu brillante pasado en que se escribieron páginas de honor y de gloria.

El autor de ese volante sabe que los pueblos necesitan de vengadores y siente la necesidad de arengar a la juventud pidiéndole: "Que no desmaye en sus desvelos, el porvenir es tuyo" decía, "la vida es sacrosanta, ¡Vívela!, solo se vive plenamente cuando se vive en constante lucha. Se lucha por todo lo noble, lo grande, lo cósmico; lo demás es mentira, engaño, farsa. Abomina del vicio. Vale solo el ideal, idealiza tu vida. He ahí lo eterno."

En 1975, con dinero de su propio peculio, publica un folleto titulado Rudimentos de Quechua, el folleto tiene el valor de un texto de lecciones básicas para entender el idioma oficial de los incas.

En ese mismo año, se trasladó a la ciudad de Lima junto con su esposa y sus 4 hijos, justificando su éxodo por la falta de trabajo en Celendín y por el estudio de sus menores hijos. En Lima la familia Zegarra Merino, adquiere en compra una vivienda al sur de la capital, en un pueblo joven llamado irónicamente, Nueva Esperanza. Al referirse a su estadía en este bello pueblo decía: "Aquí tengo amigos y trabajo, en lo que me permite mi condición de ser pobre". Lo cierto, que en esos arenales, nuestro biografiado se dedicaba a un pequeño negocio ambulatorio, matando sus horas libres, leyendo libros y revistas. Fiel a su condición de educador social, en la puerta de los colegios de ese pueblo entre los alumnos realizaba concursos al paso; premiando a los ganadores con útiles escolares.

En 1993, sufrió un derrame cerebral, como consecuencia hablaba con dificultad y entre cortado, afección que lo recuperó mediante los ejercicios de terapia.

En 1995, es entrevistado por la revista Alma de Sucre, en la cual hace una revisión de su vida, y como todo hombre de ideales, sus convicciones las mantenía irremisibles como siempre.

Ese mismo año, escribió lo que sería su último artículo titulado: Sucre Destino de Condorsapa, publicado en la revista Alma de Sucre, revista que lo sacó de la anonimia en el que se encontraba desde que se trasladó a Lima.

El 9 de diciembre de 1995, día posterior a la Inmaculada Concepción, muere Felipe Neri, en una sala del hospital María Auxiliadora, ahora hospital San Juan de Dios; sus restos yacen enterrados en el cementerio del distrito de Surco en Lima. Su muerte, causó honda consternación en el pueblo que llora aún la ausencia de su líder.

SU FILIACIÓN POLÍTICA
Por su socialismo innato y su acendrada fe cristiana, Felipe, fue un hombre de hondos sentimientos, preocupado por los problemas del hombre común y por las condiciones sociales de los más pobres, sobre todo por la vida mísera de los hijos de Sucre; por ello, en una oportunidad dijo: "Yo nací, tal vez socialista".

Fue en su etapa de sindicalista que optó seguir la vía socialista, que en forma larvaria habitó en él desde su adolescencia.

Admirador de la revolución cubana de Fidel Castro y del padre Camilo Torres, su pensamiento ideológico fue cimentado en las fuentes del Marxismo clásico y fundamentalmente, se nutrió de las ideas de José Carlos Mariátegui. Tenía la certidumbre y la convicción de que el pensamiento mariateguiísta, es toda una teoría explicativa del Perú auténtico, descrita acertadamente por el genial pensador peruano, en su libro los 7 Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana; libro que, lo recomendaba como los evangelistas recomiendan la lectura de la Biblia.

Sin llegar a la caridad por lástima, Felipe Neri sentía como propio el dolor ajeno; y, comprendió que sólo el socialismo en el poder, acabaría, oportunamente, con la miseria humana, y se antepone a la explotación del capitalismo por ser un sistema profundamente afectivo que proclama la libertad social.

Vivió, intensamente, las demandas de su tiempo, que desde la revolución cubana aparecían como una práctica moral de la historia; de la teoría pasó a la acción y su tremenda capacidad de conductor y líder quedó registrado en la historia de Sucre al ser nombrado Alcalde de su pueblo, cargo que lo ejerció con eficiencia durante 11 meses, tiempo suficiente, para demostrar que cuando existen convicción y voluntad de servicio se anda bien en los principios y en los fines.

Su gestión de alcalde fue un "verdadero batallar contra la incultura y la injusticia", según sus propias palabras; realizó un programa municipal atractivo y novedoso, siendo el punto más resaltante de su gestión edilicia, la Navidad de los Niños, cosa inédita hasta entonces, no sólo en la región sino a nivel nacional.

Como en todos sus actos actuó de manera franca y honrada, su labor municipal fue transparente, mensualmente exhibió al público el estado de ingresos y egresos de caja, demostrando una honradez inmaculada. Actuó con criterio integrador y su gran sueño fue ver unido, por lo menos durante su gobierno, a la capital del distrito con sus caseríos, para que ello sea posible asignó, de sus menguados ingresos, una partida de 3000 soles para todos los caseríos. Designó una importante partida para la construcción de la cruz en la cima del cerro Huishquimuna y otras tareas de orden social que, desgraciadamente, dejaron sin piso a la reacción y chocó con los intereses de los ricos de Sucre que residían en Cajamarca.

La oposición que minó al gobierno local de Felipe Neri estaba aupada en un seudo comité, denominado Comité Social Sucre, integrado por la más rancia reaccionaria sucrense residente en Cajamarca; fue este comité que intervino para acelerar la caída del Alcalde Socialista, fue este comité que saboteó los trabajos de la cruz y fue, aunque alguno de sus integrantes lo negó y trató de pariente al pensador Felipe Neri, el que maquinó e intervino ante la autoridad política, para separarlo de la conducción del municipio de Sucre.

El pueblo, que es el gran soberano así lo intuyó; por eso, es que salió a las calles coreando con el puño en alto la consigna: "Felipe sí, otro no"; siendo reemplazado "a dedo" por el profesor Mariano Aliaga Zegarra.

INTELECTUAL, PERIODISTA Y PANFLETARIO
En aquella única vez que Felipe Neri fue entrevistado por la revista Alma de Sucre dijo: "Yo viviría escribiendo o haciendo volantes en mi vida, desenmascarando a tanto infeliz; pero mis medios económicos no me permiten; desde el rincón donde vivo, viviría alumbrando a través del volante a todo el pueblo de Sucre". Sin duda, Felipe, echaba de menos los días de lucha que enfrentó en su juventud.

El periodismo y el panfleto fueron sus armas por medio de los cuales se vinculó con su pueblo. Con el periódico intentó instruirlo y darle cultura, "cultura, cultura y más cultura hasta hacer revolucionar al hombre" ha sido su enseñanza cotidiana, por eso fundó el periódico El Lucero de la Quintilla, por eso son los 50 comités que formó en Sucre y Celendín.

Como periodista, descubrimos al intelectual sapiente, capacitado en temas de la ciencia, las letras, el arte y la política. En el panfletario topamos con el aguijón del tábano irremisible, con el dicterio furibundo y preciso, con la cólera del justo.

En sus panfletos, cuando defiende al pueblo sobajado por el maltrato y la injusticia, su pluma araña como la zarpa de una fiera herida.

Por su posición ideológica, el método de encarar los problemas sociales y por su defensa de los más pobres, se ganó algunos enemigos que lo anatematizaron y no le perdonaron ninguno de los ideales que él representó.

Felipe Neri, conservó la línea de su ideal hasta su muerte; su prosa de visionario, vive, palpita, arremete, conmueve, derrumba y aniquila, sus palabras no admiten rectificación y escapan a la crítica.

Intelectual irreemplazable del pueblo de Sucre, vivía obsesionado por su afán de educar, esa idea gravitaba como las grandes moles incandescentes en su espíritu.

En Sucre, su tierra amada, su obsesión querida, nadie podrá pensar, por mucho tiempo, en la educación, en la cultura de este pueblo, sin evocar el nombre de Felipe Neri, hombre inteligente, bondadoso y apuesto; que también invadió los predios de la poesía, muchos poemas suyos dan testimonio de su vena poética, de su creciente amor por los pobres y desheredados sociales.

Del libro Personajes de la Historia Sucrense. 1ra Edición.

1 comentario:

  1. Estimado agradezco el reportaje en nombre de la Familia Zegarra; no obstante es imperioso adicionar que en el año 1952 Felipe Zegarra y Doña Clorinda Carbonell tuvieron su Primer Hijo y al cual mi abuelo fiel a sus convicciones socialistas y haciendo honor a su Maestro..le llamo Jose Carlos Zegarra Carbonell mi padre ...Un hombre que pese a que no conto con el apoyo de su padre creció y se hizo un empresario de exito; no obstante luego de algunos años se produjo el encuentro esperado y bueno los años fueron pasando y Yo su nieto Mayor Jose Carlos Zegarra Urbina fui conociendo mas mi Abuelo..y del cual tengo los mas lindos recuerdos...y sobre todo sus enseñanzas de que Tod Zegarra es un Caballero fiel a sus convicciones y buscando apoyar al pueblo...Porque somos del pueblo y para el pueblo...Recuerdo algunos domingos que lo visitaba (cercano a sus ultimo dias) y el compartía sus conocimientos tales como: en el espacio dos rectas perpendicular solo se cruzan en solo punto unicamente...Teorema de Euclides....no obstante esto no solo resume un Teorema fisico....sino una enseñanza de vida....el quizo decir que : SOLO TIENES UNA OPORTUNIDAD PARA HACER LAS COSAS BIEN ...UNA UNICAMENTE Y NADA MAS

    Tambien algo de lo que no escribio mi abuelo manteniia muy escondido dotes musicales y era amante de la Arrmonica ...del cual fui unico testigo puesto jamas toco en publico ni ante familiares .....porque creo que eso lo guardo para su Nieto Mayor....por lo cual me senti Honrado con ese priveligio de escucharlo tocar la Marsellesa...puesto siempre busco la libertad del hombre ante el opresor....lucha desmedida ante la opresion capitalista....

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