Por Tito Zegarra Marín.
Este tipo de sombrero es el que usan pobladores de la
zona rural de Chota, Bambamarca, Hualgayoc y algunos distritos de Cajamarca y
Cutervo, principalmente. Conocido como sombrero chotano o bambamarquino porque
en esas localidades, desde principios del siglo pasado, comenzaron a
confeccionarlo y usarlo. Al poco tiempo, por ser necesario y del agrado de
mucha gente, se expandió por las comunidades del interior y provincias vecinas.
Ambos tipos de sombreros (Chota y Bambamarca), se
distinguen por ser tejidos con fibras o pajas vegetales extraídas de hojas de una
variedad de plantas conocidas como palmeras (Carludovica Palmata) que se
producen en Ecuador y Piura. Precisamente, son conocidos como sombreros de
palma por tener como insumo a esa variedad de palmeras o palmas. En lo
principal, estos sombreros se caracterizan por ser consistentes para el trabajo,
cómodas en su uso y resistentes a los efectos climáticos (lluvia y sol).
Por esas razones, dichos sombreros son usados por la
mayoría de hombres y mujeres de la zona rural de los lugares mencionados: en
las labores agroganaderas, cuando visitan los centros urbanos, al ir a las
plazas pecuarias (una vez por semana), al participar de las ferias patronales
distritales y provinciales y en otras actividades sociales. Sin embargo, en algunas
tareas de campo y otros quehaceres, da la impresión que el sombrero de palma se
usa menos y que a cambio se recurre a gorras de tela, quizá por ser más
llevaderas y poco costo.
Por su parte, la gente que radica en las ciudades de
Chota y Bambamarca, pareciera que poco usan ese afamado sombrero de palma,
inclusive en ocasiones especiales como la fiesta taurina y paseos cortos. Y
decimos esto, porque hemos verificado que muchos jóvenes y adultos, durante las
tardes taurinas de junio en Chota y julio en Bambamarca, usan más el sombrero
celendino elaborado de paja bombonaje traída de Rioja. También, en las
exhibiciones de caballos de paso y en algunos espectáculos artísticos, por
cierto, no en todos. Lo cual hace suponer que el sombrero celendino es más confortable
para esos actos: textura delgada o fina, flexibilidad, elegancia y blancura
(ver foto en coso taurino de Chota). En la tradicional feria de San Juan de
Chota, son varios los puestos que ofrecen en venta al sombrero celendino.
El proceso que se sigue para producir
el sombrero de Chota y Bambamarca es similar a todos los que usan al insumo
paja para tejerlos. Sin embargo, por elaborarse de la fibra palma requiere de
cumplir con algunos requisitos:
destreza
para manejar el acto del tejido; minuciosidad para tramar las fibras o pajas en
forma simétrica y exacta; y mucha paciencia en el día día para concluirlo con
éxito. De esa manera, se va lograr un sombrero claramente consistente y casi
impermeable (no deja filtrar agua), lo cual le va dotar de algo importante: durabilidad
y utilidad práctica, como características que lo diferencian de otros. Por ello, dichos sombreros tienen precios que
van entre 800 y 2500 soles.
Entre otros aspectos, el sombrero de
palma requiere para su confección un tiempo que oscila entre uno y dos meses y
alrededor de dos manojos (16 cadejos) de paja. La durabilidad promedio es de 8 a 10
años, tiempo suficiente para cumplir con los fines señalados y, en algunos
casos, hacer de recipiente de agua para beber o trasladar a espacios cortos. Uno de los lugares donde se prepara la paja y tejen
los mejores sombreros de Chota es el centro poblado Pacobamba, ubicado a tres
kilómetros del distrito Lajas. En Bambamarca, se produce en los caseríos
Ahijadero, La Lucma, El Cumbe, Mayhuasi y La Higuerilla, entre los más
importantes.
Con relación al modelo del sombrero de paja
palma, éste casi no ha variado y son pocos las matices que se observa. En lo
fundamental, es de forma circular tanto la parte de la copa como la falda, lo
cual le da un aspecto clásico o tradicional. La copa es, a su vez, ligeramente
alta (sombreros para mujeres y hombres); y la falda, para ambos casos, es
amplia y ligeramente doblada. El sombrero chotano se distingue del bambamarquino
por ser más grande y vistoso, y por tener un color tenuemente menos intenso.
*Forma
parte del estudio sobre el sombrero de Celendín, que vengo realizando.
Damita chotana
exhibiendo su sombrero de paja palma en las fiestas tradicionales de San Juan.
Familia bambamarquina en el caserío Ahijadero, preparando la paja palma |
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