Tito Zegarra Marín
El río Marañón o “Hatun Mayu” (río grande en quechua) hace de límite natural entre la provincia Celendín y las provincias Chachapoyas y Luya de la región Amazonas. De recorrido sinuoso y por partes encañonado, con pocos valles y pequeños pueblos en sus orillas.
En esas
cálidas tierras (playas) y las de ríos afluentes se produce cacao y coca, y
diversos frutales. El cacao es un extraordinario fruto que, por su aroma y
pureza, da prestigio al chocolate celendino. Y la coca (como hoja), amén de su
uso doméstico, pasa por territorios de distritos del norte hacia las provincias
colindantes
El “Hatun
Mayu”, caudaloso por naturaleza, muy poco ha impedido para que pueblos de ambos
márgenes mantengan interesantes relaciones. Así lo expresan algunos rasgos
afines de su pintura rupestre, cerámica, petroglifos, arquitectura y las
acciones sociales durante la expansión incaica y virreinal.
En el
siglo XIX y comienzos del XX esas relaciones se acrecentaron mercantilmente,
instaurándose un gran corredor comercial entre Cajamarca, Celendín y
Chachapoyas, con conexión a Rioja y Moyobamba. El arrieraje, fue la fuerza
principal que movió a esa actividad económica, algunos arrieros se asentaron en
las provincias visitadas, en particular Chachapoyas, donde destacaron como
comerciantes y ciudadanos respetables. Tres hijos celendinos llegaron a ser sus
alcaldes.
Por los
años 30 del siglo pasado, a partir de la ciudad de Chiclayo se construyó la
carretera de penetración a la selva que pasó por el abra La Porculla y las
provincias Bagua, Utcubamba hasta llegar a Chachapoyas y San Martín. Con esta
nueva carretera prácticamente se paralizó al corredor comercial antes
mencionado.
Sin
embargo, desde comienzos del presente siglo, la antigua ruta de nuestros
ancestros y el puente Chacanto sobre el Marañón, tratan de convertirse en
entrada estratégica a las tierras orientales y su gran potencial turístico,
incluyendo a San Martín e Iquitos. En buena hora. Y alienta saber que, a partir
de Cajamarca, un promedio de 30 turistas se moviliza diariamente por esa
atractiva ruta entre los meses de mayo a octubre.
Mucho que
conocer y disfrutar en ese gran espacio cercano al nuestro: la legendaria
laguna Los Cóndores con sus mausoleos y más de 200 momias (actualmente en el
museo Leymebamba), el formidable centro arqueológico Kuélap, la catarata Gocta
de 771 metros de caída, la conservada y pulcra ciudad de Chachapoyas y otros
más. Más al oriente, la laguna más grande del norte Pomacochas, 12 km2, Rioja
(tierra de la paja bombonaje para el sombrero), Moyobamba, Tarapato, Yurimaguas
y de allí por río (dos noches y dos días) a Iquitos. Por mi experiencia,
excepcional y maravilloso ese recorrido.