Tito
Zegarra Marín
Probablemente
el promisorio valle que se forma con las aguas del río Púsac y que es conocido
con ese nombre porque dentro de él han constituido las localidades de Púsac y
San Vicente, es el recurso natural y ecológico de más alta importancia
socioeconómica enlazo de ingreso a la región amazónica, pasando el Marañón,
vinculado directamente a la provincia de Celendín.
Todo
indica que está destinado a convertirse en eje fundamental de impulso a la
producción y en centro y nexo indispensable en disfrute y despliegue de la
actividad turística. Son varios los factores innatos que confluyen ventajosa y
sinérgicamente: clima cálido benigno, aguas permanentes y limpias, tierras
fértiles y productiva condición de puerta natural de entrada (a futuro) a la
región selvática, y situación de enlace a sitios arqueológicos y paisajistas de
valor. No es exagerado decir que el mencionado valle se encuentra en inmejorable
condiciones naturales y estratégicas para propiciar su crecimiento y desarrollo
sostenido, y que la comunidad y autoridades actuales son cada vez más
conscientes de esa realidad y, de una u otra forma, está participando en
acciones que apuntan a ello.
Muchas
veces hemos visitado y pernoctado en las mencionadas localidades, disfrutando
de la calidez y belleza de su paisaje, bebiendo la límpida agua de los propios
manantiales en medio de la espesura y reverdecer de la pequeña montaña que lo
protege, gozando de la acogedora finca del buen amigo Paco Díaz, convertida en
recreo campestre realmente placentero para visitantes o para quienes estén d
paso a otros lugares. Varias personas han sido generosas y atentas nuestros
propósitos con quienes hemos compartido las mismas inquietudes: el ex alcalde
Hugo Zelada Oblitas, el director del colegio Javier Heraud, profesor Roberto
Huaringa Vera, el agricultor Javier Chávez Marín y el actual alcalde de
Longotea, Wilson Araujo Sánchez.
BREVE REFERENCIA HISTÓRICA
Desde
tiempos coloniales el valle en mención formó parte principal de la antigua
hacienda de Chorobamba, uno de cuyos renombrados propietarios fue el encomendero
español Niño Ladrón de Guevara, descendiente en línea directa del Capitán don
Juan Pérez de Guevara, que a su vez fue compañero de Alonso de Alvarado en la
conquista de los Chachapoyas. Tiempo después, ya en la república, la mencionada
hacienda fue adquirida por don Eleuterio Peláez Portocarrero, hijo natural de
la región, quien también compró los terrenos adyacentes a la actual localidad
de Púsac que pertenecían a la comunidad campesina de Uchucmarca.
Por
los años 50 del siglo pasado don Eleuterio Peláez vendió la mencionada
hacienda, incluyendo los terrenos de Púsac, a don Ernesto Chávez Miranda,
representante de la empresa Gloria de Arequipa. Este último, sin llegar a
administrarla directamente, a los pocos años transfiere las tierras de
Chorobamba al ciudadano trujillano don Vicente Orbegozo y los terrenos de Púsac
a los agricultores residentes en ese valle. En ambos casos bajo la modalidad de
compra - venta. Desde entonces, la familia Orbegozo se hizo cargo de la
administración de la hacienda, contando con el apoyo de la orden religiosa de
las Madres Concepcionistas que por esos años se encontraban instaladas en la
antigua y vecina localidad de Longotea, hoy distrito.
Por
los años 70 del siglo pasado, con la llegada y aplicación de la Reforma Agraria,
se lotiza y adjudica las tierras de la hacienda a campesinos trabajadores de la
misma, exceptuando algunas áreas que fueron previamente vendidas y alrededor de
11 hectáreas que fueron donadas a moradores del lugar para que allí se asiente
la futura ciudad de San Vicente. Es así como la mayor parte de campesinos se
convirtieron en beneficiarios de lotes de tierras que variaron entre 2 y 5
hectáreas. Años después, algunos de ellos, pudieron comprar y ampliar el tamaño
de sus propiedades a más de 20 hectáreas.
En
lo relacionado a la formación de las localidades de Púsac y San Vicente se
puede decir que, lentamente y desde tiempos coloniales, han adquirido la
condición de tales. En el primer caso, el conglomerado social se organizó
cuando las tierras de cultivo fueron vendidas a los comuneros del lugar, los
mismos que fijan como sede urbana al sitio donde hoy se asienta dicha
localidad, con el nombre de Púsac. En el segundo, cuando el hacendado dona
parte importante de sus tierras a moradores del lugar para que allí se organice
la futura localidad, los beneficiarios prontamente planificaron la futura
ciudad poniéndole el nombre de San Vicente, en gratitud y alusión al nombre del
hacendado. En forma atinada y visionaria se trazó el plano del futuro centro
poblado.
Lo
paradójico es que cuando llegó el momento de definir la situación política y
administrativa de dichas localidades, es decir, qué categoría adquirían y a qué
distrito y provincia se integraban, comuneros y autoridades no tuvieron la
visión ni claridad necesaria para exigir y mantener la unidad entre ambas
localidades y del valle en su conjunto. No se promovió la conformación de una
sola comunidad, un solo pueblo, sea caserío o distrito, y se permitió que
aparezcan dos núcleos sociales diferentes, pertenecientes a dos distritos
diferentes. Como es de conocimiento a esas dos localidades sólo las separa una
pequeña vertiente o quebrada y nada más.
Es
indudable que pesaron más los intereses particulares y la miopía política para,
absurdamente, lograr dos caseríos pertenecientes a dos distritos diferentes:
San Vicente adscrito a Longotea y Púsac a Uchucmarca, ambos adscritos a la
provincia de Bolívar. Tal situación ha mermado drásticamente las posibilidades
de encarar su desarrollo en forma conjunta y solidaria. Aun así, por los años
60, cuando se: construye la carretera desde Balzas a dichos lugares, el valle
inicia una nueva fase socio productiva, sobre todo mirando al futuro, aunque
todavía arrastra los efectos negativos de tal división.
CONTEXTO DE UBICACIÓN
El
valle de San Vicente - Púsac se encuentra ubicado al este de la provincia de
Celendín, traspasando el río Marañón, a 30 km., aguas arriba, del puente
Chacanto, en territorios que corresponden a la provincia de Bolívar, región La
Libertad. Antes de llegar se pasa por los pequeños valles de Záumate, Palenque,
Huanabamba y Jacapa, y luego de recorrerlo por el centro del mismo y avanzando
con dirección a Bolívar se llega a la localidad de Longotea. Por el lado
oriental, relativamente cerca, se rodea de inclinados y montañosos territorios
pertenecientes al distrito de Chuquibamba, provincia de Chachapoyas.
Ambos
caseríos atraviesan por un interesante proceso de crecimiento, sobre todo
agrícola frutícola, que pueden convertirlo en importante polo de desarrollo
unitario de la zona. Como se señala, ambas localidades constituyen parte
indisoluble de esa realidad física, social y productiva única que es el valle,
vinculados en todo sentido y sólo divididos por el cauce de una pequeña
quebrada que lleva el nombre de Pachac (Pacharurac). Sin embargo, como se ha
indicado, desde el punto de vista formal o legal, son dos circunscripciones
diferentes, sujetas a instancias administrativas distintas y a políticas de
apoyo igualmente distintas. Esa innecesaria división debe ser definitivamente
superada y lo más realista y justo es promover su unidad dándoles a ambas
localidades la categoría de distrito: Púsac con su capital San Vicente.
Púsac
en idioma quechua significa ocho y se refiere a los ocho manantiales naturales
que surten de agua al río y valle durante todo el año. Estos manantiales u ojos
de agua, poco comunes en la región, tienen la particularidad de estar uno junto
a otro, dentro de la misma área de no más de 12 metros de extensión, donde cada
uno arroja una cantidad similar de agua. Se encuentran ubicados a mediana
altura, 1.560 msnm, en medio de dos ramales andinos que se entrecruzan en esa
vertiente y bajo tupida y excelsa vegetación por la que tenuemente traslucen
los rayos solares. Allí, se respira el ambiente de zona tropical ecológicamente
yunga y a poca distancia de la zona jalca y de la puna.
Sin
lugar a dudas, esa es una de las grandes ventajas que tiene valle: manantiales
con abundante agua para regarla cómodamente y para servir al sistema de agua
potable aún precario y, a futuro, para convertirse en importante fuente de
energía hidráulica e industrial. Los proyectos de la hidroeléctrica de Púsac y
la potabilización industrial del agua, son dos opciones objetivas y viables de
enorme gravitación económica en la región. Los manantiales en referencia se
encuentran a no más de dos km. de distancia, en dirección norte partiendo de
localidad de Púsac.
Este
importante valle, dentro del contexto interregional, tiene a su favor la
estratégica ubicación geográfica que le permite hacer de eslabón indispensable
para dirigirse a lugares de importancia social y productiva. En efecto, por
allí necesariamente se pasa para ir a los distritos de Longotea, Uchucmarca,
Ucuncha y el propio Bolívar, en la provincia del mismo nombre; y a Chuquibamba
en la provincia de Chachapoyas, pero también a más de un centenar de caseríos y
anexos. Por allí debía ser, como lo fue en el pasado, la entrada natural con
dirección a Chachapoyas y varios distritos que se interconectan: Leymebamba,
Hierbabuena, El Tingo, La Jalca y Levanto entre otros. A futuro debe ser una
suerte de puerto indispensable en la gran ruta de ingreso a la región
selvática.
ASPECTO SOCIO DEMOGRÁFICO
La
población del valle se compone de familias que tienen sus raíces en los
antiguos cacicazgos de la cultura Chachapoyas que se extendieron por esos
territorios hasta las riberas del río Marañón, y por algunos descendientes del
reino de los incas cuando estos convirtieron a la cercana Cochabamba en su sede
principal. Pero también, desde tiempos coloniales, la población se incrementó
progresivamente por familias y ciudadanos migrantes de otros lugares, en
especial de Chachapoyas, Celendín, Bolívar, Leymebamba, Chuquibamba y
Uchucmarca, aunque en los últimos años provienen de diversos sitios de la
región nororiental. Tal vez, por ello, San Vicente - Púsac, es una ciudad
cosmopolita, de muchas sangres y apellidos diferentes.
La
población actual sobrepasa los 2000 habitantes que se distribuye en los
siguientes caseríos o unidades agrarias que lo integran, conforme al siguiente
cuadro:
Cuadro N° 9
Población en el Valle San Vicente - Púsac
LUGARES O UNDS.
AGRARIAS
|
CATEGORÍA
|
POBLACIÓN:
2005
|
1.
San Vicente
|
Caserío
|
950
|
2.
Púsac
|
Caserío
|
400
|
3.
Chorobamba
|
Caserío
|
230
|
4.
Capilla Pampa
|
Caserío
|
150
|
5.
El Jardín
|
Caserío
|
145
|
6.
Barnoeueho
|
Unid. Agraria
|
50
|
7.
Tulpac
|
Caserío
|
35
|
8.
Huaraz
|
Caserío
|
45
|
9.
El Nogal
|
Unid. Agraria
|
25
|
10
Catal
|
Unid. Agraria
|
32
|
TOTAL
|
2062
|
Fuente: datos proporcionados por el Puesto de Salud de San Vicente,
2006
Es
una población que pareciera no ser muy alta, sobre todo si se tiene en cuenta
las bondades físicas, climáticas e hídricas del valle, y las posibilidades
inherentes de producción. En los últimos años la tendencia demográfica va en
ascenso, pues así lo evidencia el considerable incremento de la población
escolar en todos los niveles, y el bajo índice de emigración que no supera el
12%.
Las
familias que integran el valle se dedican casi en su totalidad a la
agricultura, que es la actividad que les permite el sustento hogareño y también
sacar los productos excedentes al mercado. Mayormente son familias nucleares
integradas por padres e hijos y, lo que llama la atención, es el alto
porcentaje de familias pertenecientes a iglesias evangélicas, especialmente
tres: Iglesia Adventista del Séptimo Día, Reformista y Presbiteriana. Alrededor
del 30% participan de dichas opciones religiosas.
EDUCACIÓN Y SALUD
En
el valle se brinda el servicio educativo estatal en los tres niveles: inicial,
primaria y secundaria. Existen dos centros de educación secundaria, cuatro de
nivel primario y dos de inicial. En total, la población escolar bordea los 800
estudiantes, para un total de 48 docentes entre nombrados y contratados. Casi
todos los centros tienen local propio, pero en proceso de mejorar la parte
infraestructural.
La
atención en salud se brinda a través de la Posta Médica, dependiente del
Ministerio de Salud, en la cual laboran un médico, una enfermera, una obstetra
y dos técnicos en enfermería. Se atiende a pobladores del valle y caseríos que
están fuera de él, en promedio a 400 pacientes al mes, siendo los días de más
concurrencia los domingos, por ser día de plaza comercial. Las enfermedades más
frecuentes son: malaria, infecciones respiratorias y enfermedades de piel.
El
servicio de vaso de leche, que se brinda básicamente a escolares, se hace a
través de la distribución de leche enlatada. Como es explicable, no existe
ganadería lechera cercana y, a diferencia de otros lugares similares, en los
que se asiste con avena azucarada, aquí se ha optado por algo práctico. Los
usuarios manifiestan su conformidad, aunque consideran que debe incrementarse.
TOPOGRAFÍA YASPECTO HÍDRICO
El
valle en referencia presenta una topografía moderadamente llana que se extiende
de sur a norte, ingresando por Balzas y Huanabamba. Tiene forma alargada con
una entrada plana en dirección a Chuquibamba y suaves pendientes al subir con
dirección a Longotea. Aproximadamente debe contar con mil hectáreas de tierras
cultivables y urbanas, incluyendo las laderas aprovechables que caen por sus
alrededores.
Con
excepción del sector que hace de entrada, el valle se encuentra rodeado por
voluminosos y macizos cerros, que son los siguientes: por el este el cerro
Santa María, por el oeste San Francisco, por el norte Las Cabras y por el sur
Palo Santo, Sañambal y Shingopampa. La mayoría de ellos son cerros rocosos,
areniscos y gredosos, de limitada capacidad orgánica para la agricultura,
aunque hay sectores donde se observa plantaciones nativas regulares y otros,
adecuadamente cultivados aprovechando agua de las lluvias y manantiales.
Entre
las principales plantas arbóreas nativas que se observa en las laderas de los
cerros y que son utilizadas como leña para uso doméstico, se tiene a las
siguientes: hualango, pate, canaquil, huayo, zapote.
En
lo referente al aspecto hidrográfico, el valle, como venimos afirmando, tiene
el privilegio de contar con el más importante río de la zona, de nombre Púsac,
que nace en el propio territorio y lo atraviesa por sus inmediaciones, regando
par es considerables del mismo; cuya cantidad de aguas, regularidad y limpieza
de las mismas, convierten a este recurso hídrico, en el principal eje potencial
para uso doméstico, energético y productivo de la zona.
El
caudal promedio de agua que arroja el río Púsac en época de estiaje es de 4 m3
por segundo, lo cual sobradamente se multiplica en época de lluvias, de
diciembre a abril. El potencial energético está calculado para generar 20
megavatios de energía, para cuyo efecto se cuenta con la topografía adecuada
del terreno (entrada al valle), donde se tiene previsto construir la futura
hidroeléctrica.
ASPECTO PRODUCTIVO
Por
sus condiciones físicas, climáticas e hídricas, es un espacio eminentemente
productivo con reservas potenciales y energéticas que, a corto y mediano plazo,
serán decisivas en el proceso de su desarrollo. Actualmente, se distingue por
la importante producción agrícola y frutícola en tendencia creciente y de
mejora de calidad. El siguiente cuadro nos da una idea de la producción actual.
Cuadro N° 10
Producción Principal: Valle San Vicente -Púsac*
ESPECIE VEGETAL
|
CANTIDAD
Ton - ANUAL
|
LUGAR VENTA
|
Papaya
|
300
|
Celendín, Cajam. Lima, La Libertad
|
Palta fuerte y hass
|
180
|
Lima, Cajamarca Celendín, Bolívar
|
Naranja
|
60
|
Bolívar, Celendín, Cajamarca
|
Mango
|
40
|
Bolívar, Celendín, Lima, Tumbes
|
Limón dulce
|
2
|
Bolívar, Celendín, Cajamarca
|
Lima
|
40
|
Bolívar, Celendín, Chachapoyas
|
Limón ácido
|
120
|
Bolívar, Celendín, Chachapoyas
|
Maíz amarillo
|
1
|
Local
|
Yuca
|
1
|
Local
|
Camote
|
2
|
Local
|
Fríjol
|
1
|
Hierbabuena, Rioja, Celendín
|
Caña azúcar, chancaca,
|
6
|
Cajamarca, Celendín, Bolívar
|
Caña azúcar., aguardiente
|
60.000 Litros
|
Cajamarca, Celendín, Bolívar
|
Tomate
|
1
|
Celendín, Bolívar, Cajamarca
|
Fuente:
elaboración del autor, 2006 *Cantidades
estimada
De
los productos anotados, los que actualmente salen al mercado en cantidades
significativas, son: papaya y palta en la variedad de palta fuerte; le siguen:
mango, limas, naranja y limón dulce. Mensualmente y en forma aproximada salen
treinta toneladas de papaya y un promedio de dieciocho de palta fuerte. Los
otros productos salen en menor cantidad.
El
mercado de venta lo constituye: Cajamarca, Celendín (papaya, palta y otros),
Lima (palta fuerte, papaya y mango), Chiclayo, Tumbes (papaya y mango verde); a
Bolívar, Leymebamba, Cajamarca y Chachapoyas van todos los productos. La
papaya, mango y palta fuerte, en algunos casos, son adquiridos en el propio
lugar por comercializadores que disponen de movilidad; en otros, son
trasladados por los propios productores hacia los mercados indicados.
Internamente
las ventas se realizan todos los domingos en la plaza comercial de la localidad
de Púsac, donde convergen productores del valle y zonas productivas y ganaderas
de lugares cercanos y medianamente distantes. Esta es la plaza más importante
en la provincia de Bolívar debido a la ubicación geográfica del valle y
facilidad de vías de acceso. También se está impulsando la plaza pecuaria en la
localidad de San Vicente, los días viernes, donde realizan transacciones (aún
incipientes) de venta y compra de ganado vacuno proveniente de las partes altas
de distritos colindantes.
La
tierra es uno de los factores fundamentales para la producción en el valle. De
buena composición orgánica pero con limitado acceso de agua. Existen alrededor
de 200 hectáreas del lado noroeste que esperan ser regadas. Al parecer, el
problema está en las dificultades materiales para sacar el agua con dirección a
esos terrenos ligeramente altos con relación a los canales actuales, situación
que es superable a través de una buena gestión y formulación de proyectos de
irrigación que busquen apoyo técnico y financiero.
Las
posibilidades de incrementar y mejorar la producción y productividad en el
valle son bastante buenas. Actualmente se está en ese camino y el mercado
también se avizora como promisorio. Se trata de mirar también al oriente:
Chachapoyas, Nueva Cajamarca, Rioja, Moyobamba, Tarapoto, Yurimaguas e Iquitos.
A mediana distancia, se tiene a la plaza agropecuaria de Hierbabuena (pasando
Leymebamba), de gran movimiento y a la que concurren productores del valle. El mercado
de Celendín y Cajamarca, con salida a la costa, es importante, pero podría
verse saturado.
POTENCIAL TURÍSTICO DEL VALLE
El
valle San Vicente - Púsac reúne condiciones suficientes para promover la
actividad turística sea como destino o nexo necesario otros sitios cercanos o
lejanos de atracción e interés al visitante. Por lo primero, tiene a favor la
riqueza de su naturaleza que le da exquisitez prestancia como escenario,
nutrido fundamentalmente por el agradable clima, belleza del paisaje, la
particularidad de sus manantiales y limpieza de su formidable río (figuras 43).
Muy
cerca del valle, en un cerro inclinado con dirección noreste, a 1.760 msnm, se
encuentra el sitio arqueológico de Alcaparrosa, que habría sido un tampu o
tambo de influencia inca donde existen fosas dé enterramientos con influencia
Cajamarca. Desde Alcaparrosa se puede ver la confluencia de tres ríos y sus
respectivos valles: Púsac, Chacahuayco y Pachac. También desde este lugar es
posible organizar mejor el sistema de comunicación y transporte con dirección
oriental y a la cuenca del Marañón.
Lo
señalado presupone no sólo disfrutar de la calidad paisajista y clima de la
pequeña micro cuenca, de las aguas del río que cruza su territorio sino, en una
suerte de ecoturismo, recorrer el acceso que nos coloca al borde de los ocho
manantiales u ojos de agua en el marco de un, escenario natural hermoso, densa
vegetación y mucha agua. Observar ocho manantiales en el mismo sitio, bajo el
bosque, expulsando agua en gran cantidad es algo más que interesante, se puede
decir sensacional.
Pero
el valle tiene también la ventaja de ser punto de enlace obligado para
dirigirse a centros arqueológicos de importancia cercanos y otros relativamente
lejanos pero accesibles. Desde allí se debe facilitar la logística necesaria
para iniciar el recorrido por los principales lugares de atracción turística
que son, entre los más importantes, los siguientes:
·
El sitio
arqueológico de Cochabamba, pequeña ciudadela de estilo inca, distante a dos
horas en movilidad. Si la movilidad nos deja en el cruce de la quebrada de
Challuacancha, se puede continuar a pie por 30 minutos.
·
Sitio
arqueológico de Atuén y laguna La Sierpe, ambos de acento preinca e inca a dos
horas en movilidad a Chuquibamba, más 4 horas a pie o caballo.
·
Pequeña fortaleza
de Pirca - Pirca, en Uchucmarca, Bolívar, a tres horas en movilidad y alrededor
de dos a pie o acémila.
·
Pinturas
rupestres y restos arqueológicos en Longotea, a una hora en movilidad y dos a
pie o caballo.
·
Las ruinas de
Vira - Vira en Uchucmarca, Bolívar, a cuatro horas en movilidad y cinco a pie o
caballo.
·
La ciudadela de
Cajamarquilla, en Bolívar, a cinco horas en movilidad hasta la localidad de
Bolívar y 10 horas a pie o caballo.
·
Museo Leymebamba
y fortaleza Kuélap, siguiendo una de las rutas antiguas: Chuquibamba, Atuén,
riberas del río Utcubamba, Leymebamba y El Tingo.
Son
sitios arqueológicos de gran valía y significación histórica en el ámbito
regional, vinculados a los restos emblemáticos de la cultura Chachapoyas, sobre
todo a la gran fortaleza de Kuélap y La Laguna de los Cóndores, y a Cajamarca
por el lado occidental. Lo cual permitiría implementar interesantes redes
turísticas con inclusión de dichos destinos e integrados al gran Circuito
Turístico del Norte (CTN).
Fuente: Libro Celendín en la cuenca del Marañón
/ Arqueología y Paisaje.
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