Por: Juan Pío Zegarra M.
Resulta difícil
comprender y más aún explicar, el porqué de la situación de atraso y
subdesarrollo de nuestros pueblos y del país en general; cada día observamos
que la pobreza, el desempleo, la desnutrición, la mortalidad infantil, el
analfabetismo y otros males propios de países subdesarrollados, se acentúan,
tornándose así los niveles y condiciones de vida más críticos y difíciles.
El Perú imposible del
presente, es el resultado de la acción de un Estado - durante la mayor parte de
su vida republicana - inconsecuente en la definición de sus objetivos
relacionados con las verdaderas prioridades del desarrollo del Perú,
ineficiente en sus métodos y técnicas de trabajo, e ineficaz en su acción en
beneficio del progreso nacional. El despilfarro, los intereses creados, la política
mal concebida y aplicada, la improvisación, el uso irracional e ineficaz de
nuestros escasos recursos, junto con la respuesta tardía e inoportuna a las
necesidades del país, y en particular a la de las clases más necesitadas, han
sido sensiblemente los patrones que han caracterizado tradicionalmente la
gestión pública.
Salir, o empezar a
salir de esta situación, con seguridad es lo más difícil y complejo. Son muchos
los factores que intervienen y determinan tal realidad, por lo que cualquier
manejo de la política económica orientada a impulsar y promover el crecimiento
y desarrollo económico y social del país deberá como premisa fundamental tener
un verdadero y minucioso conocimiento de la realidad nacional, de su
problemática y sus necesidades más apremiantes, de sus limitaciones y
disponibilidad de recursos, de nuestros objetivos y metas: lo cual concebido
como un proceso de desarrollo histórico e integral, deberá hacernos entender
nuestro rol como entes activos y dirigenciales del cambio y progreso de
nuestros pueblos.
La planificación
económica y social es un instrumento de gran importancia en toda gestión
pública; va a facilitar el conocimiento de nuestra realidad en forma más clara
y objetiva. Conocimiento indispensable para plantear y adoptar las políticas y
acciones necesarias que permitan a nuestros pueblos y al país contar con las
bases fundamentales para construir su futuro por el camino del progreso y
desarrollo.
Por eso es muy común y
frecuente oír hablar de planificación y proyectos de desarrollo, así como de
otras variables relacionadas a ésta, sin embargo son muy pocos los que en
realidad entienden y conocen con profundidad el verdadero significado e
importancia en los procesos de desarrollo de nuestros pueblos. De allí la
necesidad de estudiarlas y poder comprender con mayor objetividad el rol que
les toca desempeñar en la solución y búsqueda de alternativas de desarrollo.
La Planificación, en sí, es un proceso donde se realiza un
diagnóstico de la realidad económica y social de un país o región, con el
objetivo de identificar, caracterizar, priorizar y describir sus problemas y
necesidades, a efectos de poder plantear y formular objetivos, metas, acciones,
políticas, estrategias, programas y proyectos, tendientes a solucionar dichos problemas
y necesidades y de acuerdo a los lineamientos de desarrollo del país.
En suma, la
planificación responde a las exigencias de la sociedad, buscando su desarrollo
equilibrado e integral, creando y orientando acciones y proyectos, con la
finalidad de mejorar los niveles de vida de la sociedad, a través del uso
racional y eficiente de los recursos. En tal sentido la planificación del
desarrollo peruano debe tener como base dos factores centrales: las condiciones
específicas de la realidad nacional y la orientación política del Estado.
Ahora bien, la
planificación para poder concretizar los modelos de crecimiento y desarrollo
planteados por los gobernantes, se vale de los programas y proyectos de
desarrollo, donde:
Los Programas son un conjunto de acciones específicas que van a concretar programas
de inversión a través de proyectos que están ligados por su homogeneidad
sectorial y complementación espacial y temporal.
En cambio, los Proyectos de desarrollo son toda unidad
de actividades que permiten materializar un plan de desarrollo, es decir se
caracterizan por sus aportes a los objetivos de desarrollo de un país o región.
Existen también los llamados Proyectos de Inversión, que se caracterizan por su
alta rentabilidad y productividad, y no necesariamente son prioritarios para el
desarrollo económico y social.
En realidad los
proyectos son los instrumentos clave del desarrollo, tan es así que el éxito de
los programas y planes de desarrollo depende de la calidad de preparación de
los proyectos. Claro sin dejar de lado la gran importancia que tienen otros
factores como la política fiscal, monetaria, crediticia, de precios. etc.
Los países en
desarrollo, como el nuestro, tienen dificultades en la ejecución de sus
programas de desarrollo, en gran parte por la deficiente preparación de sus
proyectos. La preparación cuidadosa de éstos es el mejor medio para lograr la
utilización eficiente y económica de los escasos recursos financieros v
materiales, así como aumentar las probabilidades de su ejecución.
Planes y Proyectos de Desarrollo:
La mayoría de países
en vías de desarrollo tiene un Plan Nacional, elaborado en forma sistemática
que busca acelerar el crecimiento económico y promover la consecución de
objetivos sociales.
Los proyectos
constituyen un medio importante por el cual las inversiones y otros gastos de
desarrollo previstos en los planes se pueden realizar. Como parte de los planes
van a impulsar y racionalizar los esfuerzos de desarrollo; sus resultados en la
producción y sus efectos sobre la economía deben coincidir con los objetivos de
la planificación.
La preparación y
análisis de proyectos son parte de una estrategia de desarrollo global y de un
proceso de planificación, y como tales deben encajar de manera apropiada. Para
ello, los gobiernos deben asignar los recursos financieros y económicos de que
disponen entre los diferentes sectores y. programas que requieren dichos
recursos. El análisis de proyectos puede contribuir a mejorar esa asignación,
para lo cual se debe tener en cuenta los objetivos y prioridades de producción,
así como otros aspectos políticos importantes.
En el Perú,
generalmente no se da la importancia necesaria a la planificación y la
elaboración de proyectos de desarrollo. Tal es así, que nuestro país y sus
gobernantes de turno, cuando han solicitado a los organismos internacionales
préstamos para financiar diferentes programas de desarrollo, se han encontrado
con la triste realidad de que no se cuenta con buenos proyectos capaces de
convencer a dichos organismos sobre su factibilidad económica y social, de tal
manera que den confianza y aseguren su financiamiento.
Esta lamentable
realidad no sólo es un problema del país y su gobierno con el exterior, sino
también es un viejo problema regional y local. Cuando se busca recursos
financieros, tanto en el país como en la comunidad internacional, para
financiar proyectos de desarrollo pequeños y medianos, nos encontramos con el
mismo problema, falta de proyectos bien preparados y presentados, y de planes
de desarrollo regional y local adecuados, desperdiciándose así una serie de
oportunidades y fuentes de financiamiento necesarias e indispensables para
impulsar y permitir el desarrollo económico y social de nuestros pueblos y del
país en general.
Sobre el Financiamiento de los Proyectos de
Desarrollo:
El argumento más común
de los países en vías de desarrollo es que los proyectos no se pueden realizar
por falta o escasez de recursos económicos y financieros. Sin embargo existen
muchas organizaciones a nivel nacional e internacional que, a pesar de las
limitaciones o restricciones provocadas muchas veces por la coyuntura
política. Ofrece en sus recursos para financiar pequeños y grandes proyectos de
desarrollo, en especial de aquéllos encaminados a la solución de problemas que
propendan el desarrollo de los pueblos. Así tenemos organismos norteamericanos,
europeos y asiáticos, que ayudan a financiar directa o indirectamente, o a
través de los llamados Organismos no Gubernamentales (ONGs), proyectos de
desarrollo, especialmente en aquellos sectores rurales de mayor pobreza. Sin
embargo, para que esto se haga efectivo, dichas organizaciones exigen una serie
de requisitos y condiciones que aseguren el uso eficiente y racional de los
recursos financieros otorgados, de acuerdo a los objetivos de desarrollo
económico y social planteados.
Como es evidente, el
problema no reside sólo en conocer las fuentes u organizaciones de
financiamiento, sino es necesario tener en cuenta otros aspectos importantes al
momento de solicitar la ayuda financiera, y que van a ser relevantes para que
dichas organizaciones decidan prestar su apoyo financiero. Generalmente se
quejan de que no se presentan buenos proyectos, lo cual crea desconfianza y son
rechazados aunque las necesidades y problemas que se desea solucionar sean
reales y urgentes. Por consiguiente, los proyectos deberían cumplir entre
otros, los siguientes requisitos:
- Que estén bien
elaborados y presentados, y sean factibles desde el punto de vista económico y
social.
- Que tengan
participación activa los beneficiarios y con proyecciones de autofinanciamiento
en el futuro.
- Que el proyecto
ayude a los grupos más pobres de manera directa o indirecta, mejorando su
situación económica y social.
- Que los objetivos del
proyecto respondan a áreas de común interés con la organización financiera.
- Que la organización
ejecutora del proyecto indique los aportes internos propios con los que
contribuirá al proyecto, y que demuestre esquemas sólidos de organización y
administración con objetivos claros.
Es importante tener en
cuenta la estructura organizativa y administrativa del núcleo ejecutor, ya que
una mala organización puede afectar a un proyecto bien planificado. Es decir
una organización bien encausada es pre requisito esencial para el éxito de un
proyecto.
Finalmente deseo
manifestar que la intención de estas apretadas apreciaciones teóricas, es
contribuir a la reflexión sobre la necesidad de organizarse y trabajar en forma
ordenada y planificada. Y sobre todo, tomando conciencia de nuestra realidad y
sus posibilidades reales de crecimiento y desarrollo con la participación de
recursos internos y externos. Los mejores resultados de producción y desarrollo
que se pueden obtener, no sólo dependen del esfuerzo y trabajo interno de
nuestros pueblos, sino también de la capacidad y astucia para canalizar el
concurso y ayuda de recursos materiales y financieros externos. En
consecuencia. debe ser preocupación permanente de las autoridades y de la
colectividad en general, la de fomentar y propiciar la creación de organismos
públicos y privados de desarrollo, que se aboquen a la elaboración y estudio de
planes y proyectos de desarrollo, así como a la búsqueda de recursos
financieros que posibiliten su ejecución, de tal forma que en el corto y
mediano plazo asegure a nuestros pueblos la solución de sus principales
problemas y necesidades, permitiéndoles mejorar sus condiciones de vida.
De la revista El Labrador, mayo 1993.
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