Remembranza: La Villa del Huauco

Por SACHAMA

Aprovecho la oportunidad, para que mis sentimientos se conviertan en eslabones de fraternidad y con ellos haga una cadena de recuerdos que nos hagan revivir momentos gratos en este trajinar que llamamos vida.

Estamos poniendo nuestro pie en el estribo de los siglos, para cabalgar en el lomo de un nuevo milenio; ojalá este nuevo amanecer nos sea placentero, para seguir haciendo algo por nuestra Tierra Bendita que nos vio nacer.

Nuestro sino, nos llevó a otros lares; pero nuestras vivencias siendo niños hasta nuestra pericia, en la que vivíamos retozando por sus pampas y laderas de nuestro amado Huauco, cual potros piafando en rastrojos nuevos.

Correr los años y la giba compañera de éstos, nos hacen meditar en el rincón de nuestra conciencia, preguntándonos, si hicimos o no hicimos algo por el lar que nos vio nacer. Ese balance, arrojará déficit o superávit, cualquiera de los dos al Huauco no le interesa; porque la nobleza de nuestra Tierra Linda lo demuestra siempre recibiéndonos con sus dos brazos abiertos, llamados Huishquimuna y Lanchepata, que por ser pétreos son eternos.

Orgullosos sigamos saboreando la felicidad que desde nuestros ancestros la disfrutaban, hoy solidaricémonos con los que aún viven en el Huauco, hoy Sucre; porque tanto ellos como el autor de éste escrito estamos sumergidos en un mundo de desconocimiento de lo bello. Al respecto Henry Thomas Hamblin nos dice: "La cantidad de belleza que el hombre percibe, no depende de la abundancia de belleza que lo rodea, pues si no es capaz de apreciarla, aunque se encuentre a cada paso con indescriptibles bellezas no verá nada que encante su mirada o llene de arrobamiento su alma. Una infinita belleza nos rodea, estamos sumergidos en ella; pero, muy pocos pueden verla porque los ojos del alma no se ha abierto aún."

HUAUCO, es un vocablo viril, bizarro y mágico; dignos adjetivos que me atrevo ponerle a la Tierra que me vio nacer, pues la merece.

El primer adjetivo, viril, ha sido demostrado por todos los que llevamos el estigma de ser Huauqueños, en todas las lides del quehacer humano.

El segundo adjetivo, bizarro, es que cada uno de los que hemos tenido la suerte de haber nacido en la Villa del Huauco, hacemos gala de ello y nos sentimos orgullosos de ser Huauqueños, porque en su Etimología nos enseña que no tengamos miedo a nadie porque sépalo mis queridos lectores que Huauco viene de los aullidos que dan los perros en las noches lóbregas y, aplicando un poco la Fonología, llegaríamos a la conclusión que el vocablo Huauco proviene de Huau…co; si esta hipótesis es valedera, en buena hora, caso contrario, disculpen la soberbia.

El tercer adjetivo, mágico; éste es el que sentimos, Huauqueños y Sucrenses, porque es maravilloso; su magia nos jala de cualquier parte del mundo en cada tulula; en el canto del Güicuco; en el zigzagueante volar de las guayanas; en sus aguas cristalinas; en el chispotear de las aguas de sus molinos; en sus esmeraldinas pampas; en el suave viento que los sauces nos regalan en tardes otoñales; en el lapislázuli de sus cerros que se pierden en el horizonte. Todo esto nos hace recordar aquellos años idos que jamás volverán; a ésta mixtura de recuerdos se une otra más, o sea, cuando los vasallos de Cupido en las noches en que la soledad campeaba, se oían voces argentinas acompañadas por el tintinear de guitarras, cuyas melodías tenían como única finalidad despertar a las mimadas de Eros, las cuales en camisón salían a mirar por la rendija de las puertas unas y otras de sus balcones.

Los sollozos del espíritu, tienen que tener su lenitivo y así poder continuar su misión para el que fue creado y encontrar al autor del que Todo lo Hizo y Todo lo Puede.

Calle Cajamarca, hoy M. Cacho Gálvez

Término con otro párrafo de Henry Thomas Hamblin que dice: "Podemos realizar en nuestra alma que todo está realmente bien. ¿Cómo?. Buscando a Dios en la Naturaleza. Buscando a Dios en nuestros semejantes. Buscando a Dios en todas las experiencias de la vida, comulgando con Dios en el lugar secreto. Orando y agradeciendo a Dios en todas las horas del día."