A partir de una mesa redonda con
diversos especialistas, José María Arguedas reclama una educación bilingüe en
las comunidades quechuas y aimaras. Su propuesta se centraba en fortalecer la educación biligüe, sin el menoscabo de la lengua originaria. "La educación debe ser calculada teniendo en cuenta los valores propios de cada cultura.
1 Se ha confundido
casi invariablemente alfabetización con castellanización. Pretender que la
alfabetización de un pueblo en un idioma extraño que interpreta un mundo
cultural diferente no es racional. El fracaso de la escuela peruana en las
áreas monolingües aborígenes se ha debido al grave error de haberse tratado de
imponerle el castellano. Por consiguiente, es necesario que el Estado adopte
una política lingüística adecuada a la realidad del país, que debe fundarse en
un estudio previo de los idiomas, estudio que se ha iniciado ya y que debe
continuarse de acuerdo con los principios de la lingüística moderna, disciplina
que forma parte de la antropología cultural. [...]
2 No es acertado
considerar las lenguas aborígenes de la población andina como un simple
instrumento para la castellanización. Dichas lenguas pueden constituir, al
mismo tiempo que un instrumento para alcanzar la castellanización real y
legítima, un medio de expresión suficientemente adecuado y vasto para el desarrollo
pleno de las poblaciones, monolingües. [...] El quechua y el aimara han
demostrado contar con recursos lexicográficos suficientes para expresar
conceptos muy elaborados correspondientes a culturas europeas. [...] La
incorporación de muchos términos castellanos para la interpretación exacta de
algunos conceptos nuevos es otra prueba de la flexibilidad de estos idiomas que
logran integrar en su estructura elementos lingüísticos ajenos con los cuales
se han enriquecido.
3 De esta forma se
liberaría a las poblaciones aborígenes del automenosprecio por sus tradiciones y
lengua que viene acentuándose en forma creciente y perturbadora [...]. La
liberación indicada llevaría al estudiante y al hombre monolingüe hacia el
conocimiento legítimo, real y profundo del castellano en lugar del torpe, deprimente
y casi cruel que está obligado ahora a emprender ocasional y fragmentariamente.
4 Las experiencias
realizadas hasta el presente para la alfabetización de las poblaciones aborígenes
de los Andes han sido empíricas e imperfectas, no iluminadas y fundadas por un
plan científico experimentalmente sustentado.
Por tanto, hace falta
llevara la práctica varios planes de experimentación en lugares diferentes y
con personal especializado, antes de trazar una política general a este respecto.
La colaboración de lingüistas y antropólogos con los educadores es necesaria
para capitalizar las enseñanzas que resulten del proceso mismo. [...] Es
posible encontrar profesores hablantes del quechua y aimara que bien podrían
cumplir esta tarea con eficiencia y devoción.
5 La educación comprende
el estimulo de todas las fuentes de creación y de conocimiento y de las normas
que condicionan la conducta [...]. Ella debe ser calculada teniendo en cuenta
los valores propios de cada cultura y no proponer al educando estímulos que no
comparte y menos aquellos que lo lleven hacia el desgarramiento de su tradición,
pues de ese modo, se provoca un peligroso desconcierto en la mente y conducta
del alumno [...].
6 La política
educativa y lingüística a seguir debería estar orientada, en cuanto se refiere
a las poblaciones andinas que hablan solamente idiomas aborígenes, por el
principio de que deben convertirse en pueblos bilingües que dominen el
castellano con la misma propiedad que su lengua materna [...].
Se ha tratado, muy
frecuentemente, al intentar alfabetiza r a los quechua hablantes monolingües y
a los aimaras, como a personas sin patrimonio cultural, almas vacías a las que
se debía llenar con conocimientos y normas que lograran hacer de ellos
individuos "conscientes" y "cultos". Hay en esta concepción
un superado prejuicio [...].
El bilingüismo pleno
ofrecerá un camino abierto a las poblaciones indígenas ahora monolingües hacia
el dominio en cuanto la sabiduría humana universal ha creado para servirse del
mundo externo y de las exploraciones realizadas en el conocimiento del hombre,
y alcanzar de este modo la mayor perfección posible y su nivelación con el hombre
más altamente cultivado, en cuanto se refiere en el desarrollo múltiple en el
campo de la técnica y las posibilidades de invención y creación.
Entonces podrá
hablarse de "integración", de identificación profunda con el Perú en
cuanto nación. Debemos tener en cuenta que la vasta alfabetización de las
lenguas europeas solo se realizó en el curso del siglo pasado, y más
exactamente entre los años de 1820 y1850; y que existen naciones bilingües
entre las que rigen el pensamiento y las ciencias humanas.
El Dominical, 29 de diciembre de 1963.
Fragmento.
Zorros de arriba
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