Todavía puedo decir
que tengo en la retina y en los oídos, aquellos carnavales en que todas las
familias se preparaban a lo grande para recibir a la gran fiesta popular , la
fiesta de los ricos y de los pobres , de grandes y chicos , de residentes y
visitantes, etc.
A cualquier casa que
uno llegaba, comía, bebía, bailaba en exceso y en muchos de los casos sin tener
un solo sol en el bolsillo.
¿A quién no le
gustaría revivir esos tiempos?, si se llegaba a la hora del desayuno a cierta
casa, éste consistía en un rico chocolate acompañado de un plato lleno de
sabrosísimos pancitos de maíz o dulces como los llamamos nosotros los sucreños,
galletas, tortas, panes shimbaos y bizcochuelos, todas estas delicias eran
preparados en el horno de la casa, acompañado por muchas rebanadas de queso y
quesillo; por supuesto, nadie compraba pan en esta fecha.

Después de almorzar,
se reposaba unos instantes y comenzaba el juego con agua. Primero era entre
familiares, luego se extendía rápidamente a otras amistades hasta formar un
grupo numeroso al cual lo llamamos PACHACO , se salía a las calles, las mismas
que en aquellos años tenían una acequia al centro por donde fluía bastante
agua, permitiendo y facilitando este divertido juego.
Luego el pachaco avanzaba
y se encontraba con otro y se armaban verdaderas guerras con agua entre ellos,
en algunos casos se daban algunos accidentes menores, producto de la violencia
y la brusquedad con que se jugaba. Estos juegos inclusive figuraban en el
programa general del carnaval y que por supuesto se cumplía al pie de la letra.
Se jugaba con globos, que algunos jóvenes los llenaban con anilinas, jeringas
de calamina o de carrizo como era el caso de los que no teníamos medios
económicos para comprar la de metal, con baldes, tinas, etc.
También añoramos a
nuestros vecinos de los caseríos cercanos quienes nos alegraban el sábado
carnaval con sus originales coplas con guitarras y violines hasta altas horas
de la madrugada, tocando puertas, cantando y pidiendo chicha y el efectivo
guashpay o cañazo.

En lo que si estoy
totalmente de acuerdo con su extinción , es con el juego del "GALLO
ENTERRAO" ,era cruel, brutal e inhumano, ya que los participantes tenían
que acertarle a la cabeza del gallo con una vara de madera de aproximadamente
dos metros y medio y con los ojos vendados desde el borde de una circunferencia
y aquel que le acertaba desenterraba al gallo y se lo llevaba a su casa de
frente a la olla, con el compromiso de reponer dos gallos en el año siguiente.
Otra actividad
carnavalera sucrense extinguida, es la jalada de las codiciadas y salvadoras
cuadrillas, magistralmente confeccionadas por don Pancho Chávez, digo
salvadoras porque a muchos de nuestros paisanos visitantes o residentes que se
les agotaba los recursos económicos antes que terminen los carnavales, de tal
manera que su única salvación para pagar sus deudas o para regresar a su lugar
de residencia era el dinero de las cuadrillas, a mi modesto entender, dos de
los motivos principales para la extinción de las cuadrillas en Sucre fueron por
un lado la crisis económica general, que casi nadie se atrevía a comprometerse,
sabiendo que tenía que reponer el doble del dinero en el próximo carnaval, y
por otro lado, los ocasionales visitantes que jalaban la cuadrilla y como se
dice en el argot criollo les tiraron cabezazos nunca se aparecieron para
cumplir con su compromiso. En fin, por motivo de espacio no podría mencionar
muchas cosas más que se han extinguido en la tradicional fiesta de los
carnavales sucrenses tales como la lectura en plena plaza de armas del
cuestionado testamento del papá momo, de igual forma, para despedir el carnaval
se realizaba un velorio con todas las de la ley y al siguiente día, antes de
incinerarlo, se paseaba al momo como si se tratara de cadáver humano, en
hombros, por las diferentes calles, con música fúnebre, llantos y desmayos por
parte de sus innumerables viudas que dejaba, hasta llegar a la plaza del armas
donde se le prendía fuego quedando solo cenizas. En tiempos que no había ayuda
económica por parte del municipio y que se realizaban buenas fiestas en base a
colaboraciones de entusiastas y muchas actividades en pro de dicho evento
festivo.
Los carnavales de
ahora en papel, también son variados y nutridos de actividades, pero en la práctica,
solamente se centra en dos actividades principales las cuales son costosas y
muy vistosas. Me refiero a la salida de los reyes momos que cada barrio
confecciona más de uno y el desfile del gran corso de miércoles ceniza que al
igual que la anterior también cada barrio confecciona más de un motivo o carro
alegórico.
Estas dos actividades
han superado largamente a la de los carnavales de antaño debido al despliegue y
derroche de creatividad y talento de sus ejecutores que por lo general son
jóvenes de cada barrio. Por ejemplo. Los momos dejaron de ser simples
estructuras cuadrangulares de carrizo con cabezas amorfas, desproporcionadas
narices y orejas y pintados con anilinas que se nos regalaban viejos y
entusiastas negociantes tales como : Don Teobaldo Chávez , don Agustín Marín ,
don José Zavaleta previa carajeada, en cambio los momos de ahora son verdaderas
obras de arte que da pena quemarlo hasta da ganas de coleccionarlos y ponerlos
en un museo si lo hubiera, estos momos actuales se convierten en caricaturas
volumétricas gigantes de personajes conocidos del ámbito local y nacional,
siendo a mi modo de entender el Único pueblo que da ese espectáculo digno de
exhibirse en cualquier parte donde se festejan los carnavales.
En cuanto a los carros
alegóricos, si nosotros comparamos que antes las reinas se paseaban a lomo de
caballo, arriesgando su integridad física, adornados solamente con globos y
serpentinas, se puede afirmar que existe una abismal diferencia con el paseo de
reinas actuales, éstas van cómodamente en un carro en el cuál va un vistoso y
original motivo alegórico
Hecho en base a
estructuras metálicas y acabado con materiales sofisticados, rescatando muchas
veces en ellos, costumbres, símbolos y motivos que identifican a nuestro bello
pueblo.
Finalmente, estos tres
últimos carnavales sucrenses están ganando espacio y prestigio gracias a la
presentación en el fundo EL COMUN de renombrados y primerísimas figuras del
carnaval cajamarquino.
Agradezco una vez más
a los directivos de esta prestigiosa revista por permitirme aportar con un
grano de arena para su publicación y difusión, en esta oportunidad con un
artículo muy analítico sobre los carnavales de antes y los de estos últimos
tiempos.
De la revista El Labrador, mayo 2010. Sucre -
Cajamarca 2010
Carnavales en Sucre año 2009
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