Por Olindo Aliaga Rojas y Gutemberg Aliaga Zegarra.
Sucrense con grandeza,
sus contemporáneos lo recuerdan: de ojos celestes, hombre de mundo, de rara y
sutil inteligencia, sagaz e infatigable, de convicciones firmes, dueño de un
verbo claro, convincente y demoledor. Nació en el Huauco, el 23 de noviembre de
1894.
Sus padres fueron don
Benjamín Chávez Díaz y Carmen Delfina Mariñas Chiriboga; sus hermanos: Celina,
hermana gemela, y Arturo
Hijo y nieto de
sucrenses, con arraigada presencia en la vida política del pueblo que lo vio
nacer.
Su abuelo, don Celedonio
Chávez, casado con doña Tiburcia Díaz, fue concejal en 1889 y 1900. El abuelo
quiso mucho a su nieto Clodomiro; y, fue él, quien le puso el sobrenombre de Cabezón y Volcán.
Su padre ha sido
alcalde por dos períodos: en 1903 y de 1931 al 1932; desempeñó con implacable
mano dura el cargo de Gobernador.
Su madre dedicada a
los quehaceres de la casa, esposa fiel y amorosa; buena vecina, siempre
dispuesta a prestar ayuda al necesitado; matrona experimentada y curiosa (Persona entendida en
enfermedades, cura a base de hierbas medicinales), curaba toda enfermedad y
componía lisiaduras.
La Cerrina, como la apodaron a su madre,
era de talla pequeña y de tez morena, fue natural de Hualgayoc, descendiente de
intelectuales y de curas; por su apellido procedía del Ecuador, contando en
aquel país con muchos parientes, entre ellos: Monseñor Chiriboga.
Sus estudios primarios
los realiza, hasta el segundo año, en la Escuela Fiscal de Sucre,
completándolos en la escuela particular de ese lugar fundada en 1904 por el
joven profesor cajamarquino, Artemio Tavera Sorogastúa.
La secundaria la
realiza en el Colegio San Ramón de Cajamarca, como era costumbre en las
familias acomodadas de entonces, siendo su director recién nombrado, el
ingeniero Germán Pfluker.
El año 1916, ingresa a
la Universidad Nacional de Trujillo, donde estudia Derecho, en ese centro
superior de estudios fue compañero del poeta y escritor César Vallejo, y de
Víctor Raúl Haya de la Torre, ideólogo y político fundador del APRA.
El año 1920, se
trasladó a la Universidad Mayor de San Marcos, egresando en 1921 como bachiller
en Derecho.
Tempranamente, abraza
ideas reformistas y las pone en práctica durante su vida de universitario,
asistiendo en 1921 a las algaradas estudiantiles que según lo narrado por
Basadre en su libro La Vida y La Historia, página 148 aparece, presidiendo el
Comité Revolucionario de la Reforma Universitaria, de clara orientación
Leguiísta, entonces; también presidía la Federación de Estudiantes. El vibrante
discurso del presidente del Comité de Reforma Universitaria, señor José
Clodomiro Chávez, fue leído con ocasión del Primer Centenario de la
Independencia del Perú. (Ver anexo N° 01).
En 1921, se enfrentó
al receso universitario protagonizado por un grupo de profesores de la ultra
derecha, adversos a Leguía; entre ellos: Víctor Andrés Belaunde y Fernán
Cisneros.
Ese mismo año y con
ocasión del primer centenario de la independencia, el presidente Leguía le hizo
una distinción de honor, de la que se aprovecharon sus adversarios para salirle
al frente.
Siendo muy joven y
apuesto, contrae matrimonio, en la catedral de Cajamarca, con una dama de
abolengo, llamada Rogelia Quevedo, natural de Sucre. De esta boda, cuentan que
el obispo no escuchó las exigencias de los consortes, para casarlos
inmediatamente como era su deseo; la boda fue pomposa y muy comentada por la
alta sociedad cajamarquina; fruto de este enlace matrimonial fue su hijo
Benjamín Chávez Quevedo, que falleció cuando apenas frisaba los 14 años.
Estudiante en la
universidad de Trujillo, entró en relaciones amorosas con una señorita
apellidada Jaramillo, siendo fruto de este romance su hija Ofelia, médico de
profesión; actualmente radica en Lima.
En 1923, da su examen
de Grado, recibiendo el Título de Abogado en lo Civil, en la Corte de Lima;
pues, la Universidad de San Marcos pasaba por un período de receso.
En 1924, entra en
contradicciones con el Leguiísmo y coincide con las ideas libertarias de Germán
Leguía Martínez, opositor a la política tiránica de su primo Augusto Bernardino
y, por oponerse a la reelección del tirano, es deportado por un período de 5
años.
Su destierro se
cumplió junto a otros adversarios al régimen, siendo embarcado en el buque A.P.
PREDA con destino a Chile. En ese país logra conseguir trabajo de obrero, en
una fábrica de clavos y grapas de propiedad de un judío romano. Después de dos
años de permanencia en el país sureño, consiguió asilo en la República de la
Argentina. En ese país desempeñó la docencia, siendo profesor de historia y castellano
en el Colegio Particular Internacional.
Desarrolló labores de
tipógrafo, colaboró en la revista de Ciencias Políticas; asimismo, trabajó en
el prestigioso estudio jurídico Riverola Abogados,
permitiéndole conocer a profundidad la legislación Argentina; dentro de sus
múltiples ocupaciones se dio tiempo para escribir un libro texto de castellano.
Durante su
extrañamiento en la Argentina, trabó amistad con el Zorro Jiménez, aprista histórico por los sucesos de Trujillo. En
1941 presenció el nacimiento del Gaucho
Cisneros, general destacado de la dictadura de Velasco y con otras
personalidades de la Argentina.
Por su actividad
política, además de ser deportado, sufrió prisión en la isla de San Lorenzo.
Durante el gobierno ampliado de Benavides, purgó seis meses de encarcelamiento
en la prisión del cercado de Lima.
Tras la caída del bruto del oncénio, habilitado en sus
derechos ciudadanos, regresa al Perú en abril de 1930.
El exilio, si bien lo
marcó, también supo sacarle provecho, y lejos de mellar su moral, lo abonó en
su favor; tanto político como profesional, porque, después de su deportación,
se presentó como abogado del Perú y de la Argentina.
En 1930, sintiendo aún
el resquemor que le ha causado el destierro viaja a Celendín, en aquella ciudad
la juventud estaba organizada en la llamada Asociación
Juvenil Esperanza que en esos días resolvía su filiación partidaria con el
APRA; lo que motivó su desazón y malestar con los ideales de dicha
organización.
Después del
desaguisado que le ocasionaron los esperancistas encabezados por el poeta Julio
Garrido Malaver; el Doctor es recibido por partidarios y amigos de Sucre con
honores extraordinarios.
El líder que venía a
reencontrarse con su tierra, después de cumplir un largo destierro, ingresó a
la plaza de armas en hombros de fornidos huauqueños, fue conducido al salón
municipal, improvisándose un mitin, en donde estuvieron presentes autoridades y
principales del lugar. La señora Monja Zelada, le dio la bienvenida a nombre de
la mujer sucrense, leyendo un extenso poema de su autoría.
Parte de los versos de
aquel poema dicen:
Juventud noble huauquina
Cuánto te ha impresionado
Al haberlo abrazado
Otra vez al desterrado.
Aquel que de tantos años
A su tierra ha regresado
Dejando en brazos de su amada
A su caro hijo abandonado.
En 1931, es llamado
por el gobierno de David Samanez Ocampo para ocupar la Jefatura Jurídica del
Ministerio de Educación, ese mismo año, ocupó la Dirección de la Granja Escuela
de Surco y de la Cárcel de Menores.
En 1938, regresa a la
Argentina, con la idea de radicar en ese país; pero el amor patrio, fue más
fuerte y después de tres meses de estancia, emprendió el retorno para servir a
su Perú y a su bien ponderado Sucre.
En la década del 40,
contrae matrimonio por segunda vez, con la señora Florencia Valderrama Suárez,
natural de Lima; de esta unión son sus hijos: Clodomiro, abogado como su padre
y Benjamín, radicado en Sucre.
En 1939, es elegido
con alta votación popular, diputado por la provincia de Celendín, integrando la
lista del ingeniero Manuel Prado, en su campaña política, los sucrenses
acuñaron la frase: Chávez y Prado.
Como diputado
oficialista, defendió con ardorosa pasión al presidente Prado y a su gobierno
que aplicó una política económica de capitalismo urbano.
Su labor parlamentaria
estuvo orientada a la defensa de toda causa justa, comportándose como digno
representante del pueblo que vela por el bienestar y seguridad de sus
representados.
El 5 de agosto de
1940, en sesión del Parlamento, pronunció un elocuente discurso de claro
deslinde con los conflictos del viejo mundo que derivaron después en la Segunda
Guerra Mundial, en uno de los acápites de su discurso dijo: "a nosotros los americanos, todavía no
se nos ha nublado el criterio, para comprender que la mejor forma de vivir
sobre la tierra, diferenciándonos de las bestias, es gobernándonos por nosotros
mismos, esclavizados al derecho escrito.
Por eso, el régimen del gobierno que ostenta
hoy el Perú, es el eco fidelísimo de su historia: orienta y sirve a la
democracia con su jefe insigne, don Manuel Prado; acomodándola, claro está, a
los nuevos dictados de la economía que quiere pan, abrigo y habitación, para
que explotado y unificado, vuelva a ser el banco de oro de su gran pueblo". Al final, la cámara acordó que el discurso
del doctor Chávez sea publicado.
Cumplido el primer año
de su diputación, publicó un informe, que en forma de libro, lo entregó
gratuitamente a sus votantes.
En 1944, publicó el
tercer tomo de su libro: Fragmentos de mi Labor Parlamentaria, a través del
cual, informó los 5 años de su trabajo como diputado en el Parlamento.
En la introducción de
este interesante informe dice: "Como
éste es el último año de mi período parlamentario, debo dar cuenta de mis obras
que ocupan todo el territorio de la provincia, con una explicación sucinta de
alguna de ellas, para que comprendan que son razones, sólo razones las que han
pesado en mi ánimo para comprender pronto o tarde, pero para comprender".
El 14 de octubre de
1945, solicitó su inscripción en el Centro Progresista Sucre, la carta dirigida
a la junta, pidiendo se le admita como socio de esa institución sucrense dice
lo siguiente:
Lima, a 14 de octubre de 1945.
Señora Simodosea A. Chávez de Horna,
Secretaría de Prensa y Propaganda del Centro
Progresista Sucre. Ciudad.
Mi estimada señora:
No puedo dejar de expresarle a Ud. y a todo el
núcleo de sucrenses de esta capital, mi aplauso por la hermosísima obra de
haber constituido el Centro Progresista Sucre, dotándolo todavía de su órgano
de publicidad titulado La Voz de Sucre. La finalidad que Uds. persiguen, de
asistencia mutua y de progreso de nuestra circunscripción, es tan noble, que
han de contar con el apoyo de todos nuestros codistritanos; sobre todo, para
hacer brillar, desde esta capital, las virtudes de los hijos de Sucre, que se
asientan en valor para decir siempre la verdad, como la entienden.
Cuénteme, pues, en sus filas y con el único
significado que caracteriza el orgullo del sucreño dentro de los suyos, DE
VALER MÁS QUE UNO, porque VALER MÁS QUE UNO O MENOS QUE UNO ES, PARA NOSOTROS
UNA OFENSA.
Cordialmente de Uds.
J. CLODOMIRO CHÁVEZ.
El año de 1945,
participó en las elecciones generales, representando a la provincia de
Celendín; su rival ante quien perdió la lid electoral fue el aprista y poeta
Julio Garrido Malaver.
Motivaron su derrota
el desgaste político al lado del gobierno y el nuevo mensaje del APRA que se
presentó formando parte del Frente Democrático Nacional.
En el escrutinio de
las ánforas pertenecientes al Huauco, hoy Sucre, se contabilizó un solo voto
aprista, y que más adelante se supo fue del profesor Víctor Sánchez Quevedo,
apodado el Chirre; y, en venganza, según lo refiere el escritor Julio Garrido
Malaver, en su obra
Para ser libres, fue
relevado de su puesto de profesor por la influencia del doctor Clodomiro, en
represalia por su apoyo al candidato aprista.
En 1951, fallece su
padre don Benjamín Chávez.
De 1957 a 1958,
mantiene relación epistolar con el alcalde de Sucre, señor Felipe Zegarra
Silva. El Alcalde socialista, quien, no obstante su distinta concepción
ideológica y distante de la del doctor, fue su principal vocero de campaña y no
vaciló en señalar que el abogado del Perú y la Argentina, era un conservador de
derecha.
En la carta que
glosamos es notaria lo bien que apreciaba don Clodomiro al alcalde socialista.
Lima, 25 de octubre de 1957
Sr. Felipe Neri Zegarra. Sucre.
Mi estimado Amigo:
Acabo de recibir tu atenta y te expreso que
nadie te ha de cambiar y que sigas adelante con tu labor benéfica. Habla con el
Prefecto y que te dé todo lo que quieras.
Hay que hacer la reunión de Alcaldes en la
capital de la provincia, con la finalidad que antes te he indicado.
Asimismo, cada quince días o cada mes hacer un
telegrama al Ministro de Fomento, al senador Cacho Sousa, al Comercio y a la
Prensa, pidiéndole que destaque el ingeniero que repare el túnel y que emprenda
la construcción de carreteras con la parte del fondo económico asignado a la
Provincia.
Adelante Felipe Neri, el satélite ruso anuncia
una próxima nueva era. Se acabarán los parásitos de la riqueza.
Te saludo atentamente.
Firma de Clodomiro Chávez.
Alejado de la
política, vive exclusivamente para el ejercicio de la abogacía en su estudio
jurídico ubicado en la avenida Grau N° 1599-Oficina 502 del edificio Lux, en
Lima, su rutina establecida es su casa de Chorrillos y la oficina; los papeles
de sus procesos y el poder judicial; su relación laboral con su secretaria Emma
y su pueblo.
Anciano, sufre una
caída en las escaleras del viejo edificio del Poder Judicial, el accidente no
lo arredró y desde su silla de ruedas continuó practicando la jurisprudencia.
La muerte lo sorprende
el 21 de junio de 1978, a las 11 de la mañana, en su domicilio, víctima de una
insuficiencia cardiovascular, a los 84 años de edad, se apagó el Volcán.
El 13 de mayo de
1992,14 años después, sus restos, junto con los de su esposa, fueron
trasladados del cementerio El Ángel a
su tierra natal, por gestión del alcalde, Julio Horna Collantes, para cuyo
efecto nombró una comisión integrada por sucrenses residentes en Lima: Luis
Marín Zavaleta y Olindo Aliaga Rojas.
El féretro, fue
recibido con honores de caudillo en el sitio denominado El Desvío, escoltado por caballos de paso, homenajes y arquerías de
flores; desde el pueblo de José Gálvez, los ataúdes fueron llevados en hombros
de sus paisanos hasta el distrito de Sucre; a su ingreso, repicaron las
campanas, y el féretro conducido al salón de actos del municipio, en donde se
tenía preparada la capilla ardiente.
El día 14 de mayo, sus
restos mortales fueron sepultados, en el Mausoleo de los Hijos Ilustres de
Sucre, en el cementerio general del pueblo, hallando descanso definitivo, en el
entierro más grande y multitudinario que se recuerde en Sucre.
Un epitafio escrito en
bajo relieve, sobre la marmórea losa que cubre su tumba dice: "¿Sabéis quién fue J. Clodomiro
Chávez?. Es la mente más fecunda, tribuno de espíritu abnegado y austero que
con mayor capacidad ha servido a la causa de su pueblo."
SUS DETRACTORES
José Clodomiro Chávez
Mariñas tuvo muchos enemigos y los más encarnizados fueron, los celendinos
agrupados en la llamada Asociación Juvenil Esperanza, liderada por jóvenes
estudiantes celendinos: el Cholo Mori, Javier Tavera, Fermín Canto, Mario
Quevedo, Julio Garrido Malaver y otros jóvenes vehementes que simpatizaban con
el naciente partido de las alianzas.
Había en ese enjambre
de malcriados, unos, codiciosos; ofendidos otros y un resto, enemigos gratuitos
de oficio. Entre los agresores se encontraban profesionales y algún escritor
que para ser leído y por hacer gala de su feroz fanatismo aprista lo llenó de
venablos, tal es el caso del poeta Julio Garrido Malaver, dedicado a la
decantación de su partido y a malquistar al político de Sucre.
Sus intolerantes y
gratuitos adversarios, no le perdonaron que un hombre grande, nacido en un
pueblo igualmente prócer, le hiciera sombra a la provincia, que su ego les
hacían creer que deben ser los primeros en el colofón nacional de la patria.
Los otros, los
anodinos, los amotinados, mojando la punta de aquella arma terrible en
inmundicia, odio y venganza, trazaron la amenazadora pluma en pasquines que
inundaron toda la ciudad.
No menos violenta fue
la acción de la turba bulliciosa, que muchas veces se fue de manos, armando
grescas callejeras. Contaba el paisano Franciles Silva, en una oportunidad, un
hombrecito enano y albino que respondía al sobrenombre de Lagañoso de Celendín
y según le contaron a él, era hijo incestuoso, cayó del balcón de una casa
ubicada en la calle El Comercio de Celendín, junto al tercio de alfalfa que le
ordenaron la arrojara al doctor y a su comitiva.
La rudeza de sus
enemigos, sin embargo, no pudo quebrar su alta moral de político, manchar su
honra de huauqueño honrado, ni arriar su ideal del hombre consecuente,
dispuesto a jugarse la vida por lo que él pensaba y creía.
SU INICIACIÓN POLÍTICA
Cuando Nació J.
Clodomiro Chávez, su hogar al igual que en el Perú, era lugar de ardiente
inquietud; mientras que afuera, combatían descarnizadamente pierolistas y
caceristas, en aquella casa se discutían hasta el cansancio los asuntos del
pueblo.
Tanto su padre como
sus abuelos fueron actores de la vida política y municipal del pueblo.
Don Benjamín, era un
próspero negociante de clase media acomodada, vinculado a la política,
representó al gobierno desde su cargo de Gobernador.
Civilista virulento,
ligado al pierolismo, admiró a Manuel Bernardino Pérez, conocido como el Burro,
paradigma del civilismo y gran tribuno que representó a Cajamarca.
Don Benjamín, a
menudo, solía recibir en su casa al joven Nazario Chávez Aliaga. Cuando se
reunían, el padre, un civilista duro de roer, los jóvenes: Clodomiro liberal y
Nazario que alardeaba de populista; a doña Carmen se le ponía la piel como
carne de gallina, porque estos tres políticos natos discutían hasta el
paroxismo.
Es este marco de
contienda político familiar que impulsa a Clodomiro iniciarse en el campo de la
ciencia política. Siendo estudiante, compartió y luchó a favor de la reforma
universitaria, llegando a ser líder de ese movimiento estudiantil.
Graduado de abogado,
definido como hombre de derecha moderada, abraza el Leguiísmo; pero más tarde y
por oponerse a los planes del dictador, es deportado y cuando se le son
restituidos sus derechos ciudadanos, siempre desde la derecha da curso a sus
ideas democráticas y apoya de modo vehemente a Manuel Prado, un capitalista
urbano dedicado a la banca y las finanzas.
En el Congreso, su
ideal político se correspondió con los intereses de grupo, producto de esa
correspondencia fue el apoyo que recibió del diario El Comercio de propiedad de
la familia Miro Quezada, a su candidatura primero y luego, a su gestión
congresal, que en términos generales fue del gusto del sistema capitalista.
SU OBRA PARLAMENTARIA
• La obra ejecutada por el doctor
Clodomiro Chávez, desde el parlamento, a favor de la democracia del pueblo
peruano y obviamente en pos del adelanto de la provincia, abarca varios
aspectos, en esta biografía solo anotaremos lo más relevante.
• Creación de los centros escolares en
todo el ámbito de la provincia de Celendín; tanto para hombres como para
mujeres. En Sucre, le dio el nombre de Andrés Mejía Zegarra a nuestro Centro
Escolar de Varones y creó la escuela de mujeres. Creó la escuela de primer
grado de varones y mujeres de Miguel Iglesias, Huañambra, el Tingo y Huasmín;
la escuela mixta de la Tranca, Malcat, Llavidque, Cochapampa, Cajén, Conga de
Urquía, Calconga, Bacón, Cusichán, La Quinua, Saucepampa, Quillamachay,
Llaguán, Chalán, Chumuch, Aliso, Bellavista y Mitopampa.
• Gestionó el cambio de nombre del
Colegio Celendín por Colegio Nacional Javier Prado.
• Creación de los puestos de la Guardia
Civil en los distritos de Sucre, Chumuch y Oxamarca.
• Instaló la Policía de Investigaciones
en Celendín.
• Logró para los concejos provinciales y
distritales, subvención por parte del Estado.
• Cambió el nombre de los pueblos del
Huauco, Huacapampa y Lucmapampa por los de Sucre, José Gálvez y Jorge Chávez
respectivamente, siendo elevada a la categoría de ciudad el pueblo de Sucre.
• La obra faraónica que debería llevar
su nombre es la construcción del túnel de 900 metros de canal.
• En el Parlamento planteó importantes
observaciones a la Ley Plebiscitaria N° 8929 presentado por el Ejecutivo.
En su Cámara presentó
los proyecto sobre: Abigeato, Ratificaciones Judiciales, Nuevas Causales de
Divorcio; al respecto de este proyecto el periodista Federico More ha escrito
un libro con las encuestas de su semanario Cascabel.
• Participó en muchas conferencias,
periodismo escrito y radial.
De Personajes de la Historia Sucrense, abril 2008.
------------------------000------------------------
ANEXO N° 1
Discurso del Dr. Clodomiro Chávez
Mariñas.
"Sr. Presidente de la República y Maestro
de la Juventud;
Excmos. SS. Embajadores, y miembros de este
alto Cuerpo Diplomático; Generosos amigos del Perú;
Señor Ministro de Instrucción; Compañeros:
Han querido las
circunstancias que la juventud peruana esté representada en el primer
Centenario de su Patria por un Comité Reformador, que encarna la voluntad de la
mayoría de los estudiantes para la solución de un problema universitario; pero
que representa la juventud entera, en ocasiones como ésta, porque, cuando se
trata de exteriorizar el sentimiento patrio, todos tenemos en el mismo sentido
el pensamiento y el corazón.
Ha tocado, pues, a
esta institución transitoria el incomparable privilegio de invitar a la casa de
los estudiantes a vosotros Excmos. Embajadores de las Repúblicas de México,
Argentina y Colombia, lo mismo que a los gallardos paladines de la causa
peruana, Drs. José León Suárez, Leopoldo Fernández Ross y Comandante Antonio
Tassi, para tributaros, en presencia del jefe del Estado y Maestro de la
juventud, solemne homenaje de admiración de cariño y respeto, y expresar, al
mismo tiempo, nuestra sincera gratitud a los universitarios colombianos y
argentinos, por los mensajes que nos han dirigido por intermedio de los
secretarios de sus respectivas embajadas, el distinguido poeta Dr. Eustacio
Rivera y el joven campeón de la justicia y de la fraternidad de las naciones de
este continente, Dr. Moreno Quintana.
Los pueblos que hoy
tan dignamente representan Caso, Restrepo y Duprat, indudablemente que han
experimentado la misma conmoción que ha experimentado mi patria al celebrar su
Centenario; por eso, sus gobiernos, interpretando el sentir de la opinión
pública han acreditado un cuerpo diplomático que signifique todo el amor y la
confianza de que necesitan las naciones para vivir amando su existencia,
cualquiera que fuese su estado evolutivo en el concierto universal, convencidas
de que, si se consagran al cultivo de la ciencia y de la virtud, se han de
hacer merecedoras del aprecio y del respeto de los pueblos cultos.
El progreso, que
trasluce la historia jurídica internacional y diplomática, hace esperar para un
porvenir, quien sabe no muy remoto, el pleno reinado del principio cristiano de
la fraternidad de los pueblos, la más sublime de las conquistas de la vida
humana; vislumbrada ya desde la independencia, por el genio de Bolívar: síntesis
de toda la grandeza de que pudo ser capaz en su época la tierra de Colón. Tan
maravillosa metamorfosis, que levantará muy alto los destinos de la Creación,
seguramente, que se ha de operar en los pueblos de distinta composición étnica,
sin perder el sello de su personalidad, ni los rasgos de su fisonomía; pero no
en los que tenemos ¡la mejor de las semejanzas! de la sangre y del idioma;
nosotros estamos llamados a fundirnos, a formarnos una conciencia, para
cultivar una aspiración en el horizonte de una sola patria.
La juventud peruana,
amante de un porvenir que responda al mayor bien de la humanidad, siempre se ha
mostrado optimista, contemplando el futuro de su patria, conjuntamente con el
de América y con el todos los pueblos del Universo; ella no puede dudar de que
la solidaridad será la ley común; sobre todo, ahora, después de la tremenda
catástrofe, que ha enseñado a los pueblos la inutilidad del poder y de la
grandeza, cuando no saben amar y respetar.
Tenemos fe en que la
simple opinión moral de las naciones, formada en un ambiente de justicia, ha de
ser suficiente para obligarlos a reivindicarse, ante sí mismos y ante la
conciencia del mundo, a los pueblos que ya por dolo, por ignorancia o por
error, rompieron el equilibrio de las relaciones internacionales, enarbolando
el negro pabellón de la conquista; y el orden y la paz, fundamentados en el derecho,
constituirán entonces el cielo que cobije a la especie en su incesante obra de
perfección.
Y la juventud peruana
ansía, que los pueblos sin mancha de la América Latina inciten con sus
costumbres y con su ejemplo a todos los pueblos de la Tierra, a la realización
del acercamiento solidario, a fin de que se eliminen para siempre del escenario
humano las luchas del hombre con el hombre, y sólo quede la lucha de todos
contra la ignorancia: fuente inagotable del mal, que limita la dicha de los
racionales.
Recibid, pues, Ecmos.
Señores embajadores, y miembros de tan altos cuerpos diplomáticos e invitados
especiales, el agradecimiento y homenaje que, de todo corazón os rinde la
juventud, por el honor que habéis hecho a su patria, viniendo a compartir con
sus hijos la satisfacción de celebrar su Centenario.
Señores secretarios de
las Embajadas Colombiana y Argentina: vosotros que sois portadores de los
mensajes que nos han enviado nuestros hermanos de Colombia y Argentina, símbolo
de la estimación y del cariño que nos profesan recibid también nuestro
agradecimiento y la reafirmación de nuestras promesas de trabajar con tesón,
hasta ver realizados los ideales del verdadero engrandecimiento del Continente.
Y vos, Excmo. Sr.
Embajador de la República Argentina, vais a permitirme aprovechar de este
instante para cumplir el encargo con que ha querido honrarme la "Sociedad
de Bellas Artes de Lima", de entregaros el himno al "Protector San
Martín", dedicado al Ejército Argentino, que os mostrará, una vez más, el
profundo y merecido afecto de los peruanos.
EXELENTE EJEMPLO DE GRAN PERSONA
ResponderBorrarGracias
ResponderBorrarmi abuelo siempre me contaba que, cuando niño, llegó Don Clodomiro a Celendín y pudo presenciar toda la gresca, cuando se arroja el lagañoso entre otra ofenzas físicas que no vienen al caso. Sin embargo, me contaba emocionado que cuando no se pudo más, los Huauqueños (heroicos como siempre) decidieron hacer uso de sus armas para lanzar disparos al aire. Fue en ese momento que todos los "valientes" agresores no tuvieron mejor opción que meterse en las acequias para evitar las balas y el paso de los caballos. Al día siguiente volvieron para continuar con todo y encontraron un Celendín en silencio. Una lástima por todo lo que pasó, aunque siempre sentí un tono de justicia en mi abuelo, que admiraba a Don Clodomiro por compartir el mismo nombre. saludos
ResponderBorrarPosiblemente soy la última hija de Clodomiro. Cuando termine la secundaria tuve curiosidad de conocerlo y lo visité en su oficina en la Avenida Grau, conversé con el pero no le dije que era su hija. No se si mis otros hermanos están vivos pero se que uno de ellos creo que Benjamin vivió un tiempo en Celendin, intente comunicarme con el pero pienso que tal vez piense que busco dinero, lo único que buscaba era conocer a mi familia por parte paterna.
ResponderBorrar