Distrito de Sucre en todo el Perú y el mundo.

Buscar en este portal

viernes, 13 de abril de 2012

Reflexión: LOS TRES LABRADORES

Por: NOSS.
Un niño puede preguntar: ¿Qué pasa con la historia del mundo?; y un hombre o una mujer adultos pueden hacer las siguientes preguntas: ¿Cómo marcha el mundo? ¿Cuál será su fin? ¿Qué, mientras estamos en él, qué pasa?

Creo que hay una sola historia en el mundo, que ha conseguido espantarnos e inspirarnos de tal modo que vivimos en una película de episodios a lo "Pearl Whiate", en la que se suceden alternativamente la reflexión y el asombro.

Los humanos suelen ser presos en sus vidas en sus pensamientos, en sus anhelos y ambiciones: en su avaricia y crueldad, y también en su bondad y generosidad, en una red entretejida de bien y mal. Yo creo que ésta es nuestra única historia y que tiene lugar en todos los niveles del sentimiento y la inteligencia. La virtud y el vicio forman una urdimbre y la trama de nuestra primera conciencia, y serán el material que formará también la última. Y ello, a pesar de cambios que podemos empezar en las tierras, ríos y montañas en la economía y costumbres: no hay otra historia. Un hombre, después de barrer el polvo y las astillas de su vida, tiene que enfrentarse tan sólo con estas duras y escuetas preguntas: ¿Fue mi vida mala o buena?, ¿He hecho bien o mal?

Herodoto, en la guerra pérsica, nos cuenta la historia de Creso, el más rico y poderoso rey de su tiempo. Este hizo a SOLON, el ateniense, una pregunta capital, que no se la habría hecho, si no se hubiese sentido preocupado ante la posible respuesta. ¿Quién es- le preguntó - la persona más afortunada del mundo? Debía estar atormentado por la duda y ávido de adquirir una confirmación para ser tranquilizado.

Solón le habla de tres personas afortunadas de la antigüedad, y Creso apenas le escuchó, tan ansioso se sentía a causa de sí mismo - y cuando Solón no lo mencionó a él - Cresó se vio obligado a decir: ¿No me consideras afortunado?

Solón no vaciló en responder: ¡Cómo puedo decírtelo: todavía no estás muerto!

Esta respuesta debió haber obsesionado a Creso terriblemente cuando se abatió sobre él la desgracia, al robársele su riqueza y su reino Y cuando lo quemaban en la hoguera, posiblemente se acordó de ella, y acaso el deseo de no haberla formulado o no haber oído la respuesta.

En nuestra época, cuando un hombre muere, y en el caso de que posea riquezas, influencia, poder y todos los atributos que despiertan la envidia ajena: después que los vivos se han apoderado de las propiedades del muerto, de su eminencia, de sus obras y aciertos, la pregunta sigue en pie: ¿Fue su vida buena o mala'?, la cual es manera distinta de formular la pregunta de Creso. La envidia ha desaparecido ya, la única vara de medir es: ¿fue amado o fue odiado? ¿Ha parecido su muerte una pérdida, o de ella se ha desprendido una especie de gozo?

Recuerdo muy claramente las muertes de tres hombres, uno de ellos había sido el más rico del Perú, después de haberse abierto con sus garras camino hasta la riqueza, pastando almas y cuerpos. Pasó muchos años tratando de conseguir el amor que había dejado pasar y gracias a ello hizo un gran servicio al Perú, y acaso consiguió contrapesar el daño que había hecho al principio. Yo me hallaba en el colegio cuando este hombre murió. La noticia fue publicada en tabla de avisos del colegio y casi todos la recibieron con placer. Algunos incluso decían: "Gracias a Dios que ese hijo de perra ha muerto"

El segundo era más listo que el diablo y estaba desprovisto de sentimientos de dignidad humana. Por el contrario, se hallaba muy familiarizado con todas las debilidades y maldades del hombre, y empleaba sus especiales conocimientos para descarriar a los hombres, para comprarlos, corromperlos, amenazarlos, seducirlos. Con todas sus malas artes consiguió encumbrarse a una posición de gran poder.

Ocultaba sus verdaderos motivos bajo el manto de la virtud. Me he preguntado a veces si acaso sabía que no hay ninguna dádiva que pueda volver a comprar el afecto de un hombre, una vez que se le ha despojado de su amor propio. Un hombre sobornado sólo siente odio por quien lo ha comprado. A la muerte de este hombre, la nación entera multiplicó con sus alabanzas: pero bajo ellas se ocultaba la alegría que todos experimentaban con su muerte.

El tercero era un hombre que cometió muchos errores en el curso de su vida. pero cuya verdadera obra la dedico a ensalzar s. a dignificar a los hombres, a inculcarles valores y hacerlos buenos, en una época en la que se sentían mineros explotados y. aplastados por las fuerzas del mal, desencadenadas por el mundo, que tratan de aprovecharse de su temor. Aquel hombre era odiado por unos pocos. Cuando murió, las gentes rompían en llanto por las calles y decían plañideramente: ¿Qué haremos ahora?, ¿Cómo podremos seguir viviendo sin él?

En medio de tantas dudas, estoy seguro de que, por debajo de las capas superficiales y. exteriores de fragilidad, los hombres siempre desean ser buenos y quieren ser amados.

Verdad es que, los vicios no constituyen más que atajos para llegar al amor. Cuando un hombre llega a las puertas de la muerte, no importan cuáles puedan haber sido sus talentos, su influencia y su genio que si muere sin amor, su vida entera la vencerá un fracaso, y su muerte será un frío horror. Me parece que si estamos obligados a escoger entre dos líneas de pensamiento o de acción, sería bueno que pensáramos en nuestra muerte y que, por lo tanto, deberíamos esforzarnos en vivir de tal manera que nuestra muerte no le produjese ningún placer al mundo. Sólo tenemos una historia. Todas las novelas, la poesía entera, están edificadas sobre la lucha incansable que tiene lugar en nuestro interior entre el bien y el mal. Y también pienso que éste debe engendrarse a sí mismo constantemente, mientras que el bien y la virtud son inmortales: El vicio muestra siempre un rostro fresco y juvenil, muy efímero, mientras que la virtud es más duradera, fructífera y. venerable que cualquier otro valor en el mundo.

De la revista El Labrador, mayo 1993.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 

©2009 Asociación Movimiento de Unidad Sucrense - "MUS" | Template Blue by TNB