"...quiero decirles que
nuestro Dios y San Isidro
Labrador, me acompañan y acompañarán
siempre en estas aventuras y ellos me dejan
guiar la máquina de mis viajes y experiencias".
Labrador, me acompañan y acompañarán
siempre en estas aventuras y ellos me dejan
guiar la máquina de mis viajes y experiencias".
Escribe: Edwin Tinoco Silva.
Un viejo y querido
amigo mío me sugirió (sugerencia repetida por él y esquivada por mí, infinidad
de veces) que escribiera algo para la revista anual de mi pueblo, "El
Labrador", me sentí muy honorado. Me dijo que yo tenía muchas cosas qué
contar, de ese mundo de ensueños que viví, vivo y seguiré viviendo y, de aquel
que aún no logro despertarme del todo, "tienes que compartirlo...",
me dijo amenazadoramente. Analizándolo fríamente con mi almohada de los
recuerdos, me dije; "No hombre, las letras déjalas para quienes tienen ese
don de utilizarlas, manejarlas y sistematizarlas de manera tal que al leerlas
nos dejen esa sensación de que fue muy poquito y que necesitamos más de las
maravillosas cosas que, ellos, logran recontar con ellas, las letras".
Haciendo también caso
a mis instintos "cabezones" y a la mirada invisible e inquisidora de
mi buen amigo, aquí me tienen, tratando de escribir algo que pueda ser
placentero a vuestra lectura y, ojalá, me permita llegar a ustedes con un
afectuoso y cordial saludo.
Ahora mismo me
encuentro en Kuala Lumpur, una ciudad maravillosa, capital del estado de Malasia,
tenemos trece horas de diferencia horaria, mientras allá, en mi amada tierra
huauqueña se duerme, acá, es más de medio día y dedico una pausa a mis labores
diarias para que ese sin fin de recuerdos que se agolpan en mi mente pueda
compartirlos con ustedes hermanos huauqueños, sin omitir ninguno y con todo
respeto para aquellos que son asiduos lectores del Labrador.
Por la gran suerte y
fortuna que el Divino y Creador del Todo me concedió, he tenido la posibilidad
de recorrer el Mundo entero y a la vez, conocer a muchos personajes importantes
del mundo del espectáculo, artes, letras, políticos, mandatarios, príncipes,
princesas, etc. Algunos dejaron una marca importante en mi vida y otros, no obstante
la importancia que tienen o tenían en su momento, un poco menos. Algunos
recuerdos muy gratos aún los tengo; en el lejano 1996 tuve la dicha y
privilegio de conocer al Sr. Nelson Mandela, el estrecharle la mano fue como
recibir una dosis inimaginable de energía que recorrió cada partícula de mi
ser. Después de leer sus memorias de vida en su libro: "El largo camino a
la libertad" (The Long Road to Freedom), uno entiende perfectamente el por
qué de esa energía. Luego tuve la suerte de regresar en dos oportunidades más a
Sud África, Ciudad del Cabo y sucedió lo mismo al volver a estrechar la mano a
una Leyenda viviente.
Era Octubre del 2001,
poco después de los monstruosos hechos del 11 de Septiembre a las Torres
Gemelas de Manhattan en New York, departí un cocktail en la Casa Blanca en
Washington DC, la ocasión fue la entrega de los Premios Kennedy a los
galardonados: Luciano. Pavarotti (cantante Lírico), Quíncy Jones (productor
musical de Michael Jackson y mejor venta de discos de la historia de la música
con "Thriller"), Jack Nicholson actor de Hollywood), Julie Andrews
(actriz británica y protagonista de Mary Poppins) y Van Clibum (Pianista de
fama mundial), experiencia maravillosa, gracias a la invitación del entonces
presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
No soy bueno con las
secuencias de fechas porque ahora regreso al año 1995. Módena, Italia:
realización de los famosos conciertos de "Pavarotti y sus Amigos".
Para este evento teníamos como invitada de honor a la Princesa Diana de Inglaterra
y, acá otra vez mi suerte y fortuna jugaron su parte, me tocó compartir con esa
maravillosa mujer poquísimos pero eternos minutos, el escuchar su voz, apreciar
su belleza, departir un diálogo mesurado, ¡Incomparables! Con el tiempo fue
para mí el más grande regalo que he podido tener. Gracias infinitas Lady D' por
la huella imborrable que dejaste en mi vida.
En algún momento dije
que la suerte y fortuna jugaron su parte en mi humilde vivencia, quiero
decirles que nuestro Dios y San Isidro Labrador, me acompañan y acompañarán
siempre en estas aventuras y ellos me dejan guiar la máquina de mis viajes y
experiencias.
Algunas semanas atrás
tuve la gran suerte de conocer y repartir momentos agradables, inolvidables e
inimaginables con un gran escritor brasileño conocido mundialmente, el señor
Paulo Coelho y, quiero dejarlos con una frase suya hasta nuestro próximo
encuentro a través de esta maravillosa revista "El Labrador".
"Comprendo que todo se entrelaza, todas
las carreteras convergen, todos los ríos caminan hacia el mismo mar".
Ahora espero que mis
carreteras converjan y me lleven hasta mi Huauco querido y poder abrazar a mis
hermanos y compartir juntos unas lindas fiestas Patronales SIL 2012.
Un gran abrazo fraternal.
Edwin Tinoco.
De la revista El Labrador, mayo 2012.
Edwin, cuando escribiras otras historias, esta fué muy interesante
ResponderBorrarQuedamos en espera del siguiente artículo
Felicidades Edwin