Por
qué será que los pueblos chicos son hermosos en exceso en su naturaleza, en su
paisaje, en lo telúrico, y ¿algo? odiosos con sus personas, de ahí el dicho,
“Pueblo chico infierno grande”. Sucre es soberbio desde su primera piedra,
pasando por su Quintilla (abandonada), sus Apus protectores, su maravillosa
campiña, sus casi desaparecidos sauces llorones…tal vez toda su naturaleza esté
encerrada en ese bello, con algo de divinidad, nombre del Huauco. Y si le
sumamos lo místico del Patrón San Isidro, el pueblo sencillamente se convierte
en encantador. Es en la naturaleza de las personas, de estos pueblos, donde
encontramos las pasiones más diversas…de ahí lo de “…infierno grande”.
En
las ciudades grandes nos conocemos con el vecino de la cuadra y los saludamos
porque así nos enseñaron nuestros padres o los viejos profesores; a los vecinos
que viven a tres cuadras, nos conocemos, pero nuestro saludo es un poco frío;
al de las diez cuadras, sabemos (ambos) que vivimos por ahí. A los de más
allá…ni hablar.
Encontrar
un amigo que no “susurre a media voz” a tus espaldas en los pueblos pequeños,
es una tarea de titanes. Mi buen amigo “Josheritas” me decía hace poco,
“Negro…si la gente no lee, siempre va a ser así…”. Al menos los que tenemos
“pecados de juventud” somos blancos de verdaderos dardos ponzoñosos. Como decía
un genio de la música, “…al menos hablan mal…me preocuparía cuando no hablen
nada”. Hay de todo y para todos, nadie se escapa, ni el más santo. Si ponen
algunos juegos para los niños, como toboganes, sube y baja, columpios…una
semana dura la alegría de los pequeños, una noche oscura aprovecharon algunos
facinerosos para llevárselos. Los ancianos y solteros (as) no pueden pasar la
acequia para subir a ponerle su velita a San Antonio, porque algunos de éstos
se llevaron la madera que servía de puente. Si le ayudas a la señora, joven
ella, a llevar su bolsa pesada de papas hasta su domicilio, ya eres su nuevo
marchante. Si te compras una moto, peor si es un carro, ya estás metido en el narcotráfico…
Dentro
de todos, al que más cuidado hay que tenerle y temerle, es al cobarde que
agrede a una mujer, ni respirar por el lugar donde estuvo, podría ser peligroso
(será contagioso?...por las dudas evito hasta de darle la mano), escondiéndose
en el caparazón de la estupidez. Imagínense, si no tiene reparos en ofender a
una dama, o en el fondo será que no pueden ser anatómicamente como ellas,
podría ser también frustración, quién sabe lo que pasa por la cabeza de éstos.
Hay
de aquellos que no les gusta el éxito del paisano, siempre tratan de
convencernos, cuando no están presentes, obviamente, de que éstos han llegado a
él por medios sucios y, cuando están frente a ellos se desviven en atenciones
presentándoles proyectos para que los apoyen. Como aquel Hamez Sánchez que
quiere que lo apoyen en todo un proyecto de miles de dólares para una
pinacoteca, bonito por cierto, y el benefactor, Edmundo Tinapá, al querer
brindarle su “modesto” aporte, no se realizó. El primero, habla hasta por los
codos porque no lo apoyó…qué tal cuajo. Ni Don Nazario Chávez se salva de la
maledicencia de las personas, porque lo primero que te comentan acerca de este
insigne hombre de la intelectualidad peruana, son sus errores…
En
los pueblos pequeños sólo con la muerte nos alejamos de todo esto, por supuesto
que no pienso en ella todavía. Le diré a la Parca, como mi encantadora prima
Marcionila, “…no has querido llevarme, pues ahora te aguantas…”. Pasaba el
Chiquiruna (personaje del pueblo que era tuerto) por la puerta de un velorio,
se detuvo en la puerta y oyó los lamentos y llantos de los deudos. En los
lamentos lo recordaban como un hombre de bien en todos los sentidos. Ha manera
de despedida don Chiquiruna en voz alta dijo, “…seguramente cuando me muera van
a decir qué lindos y seductores ojos que he tenido….”. Con la muerte
desaparecen algunos “pecadillos” y nuestros acusadores son menos duros.
Conozco
un amigo, de los verdaderos, de años, desde que llegué a Sucre. Estudié a su
lado en el colegio…nos hemos tomado cientos de tragos, conversamos hasta la
saciedad cuando nos encontramos o por el celular, por suerte lo conozco tanto
que cuando oigo hablar de que también entra a la “cochinada” por andar o ser mi
amigo, es una patraña más grande que el desierto de Sahara, pero tuvo el valor
de un verdadero amigo de, ni negarlo ni afirmarlo, “…para qué mi querido
Witoto, es echarle perlas a los chanchos…”. Nuestra amistad creció más. Encontrarlos
es sumamente difícil, sí los hay, no me cabe duda…ahí están, con más virtudes
que defectos, dispuestos a seguir caminando por esta vida espinosa juntos hasta
que alguien parta primero.
Es
esa variopinta de personalidades lo que hace de un pueblo pequeño la delicia
para los que a la buena de Dios escribimos. En el vecino pueblo, hace unos años
decían que el burgomaestre había llegado al sillón municipal porque no tuvo
escrúpulos de ninguna índole, “pues hasta su pequeño hijo sacrificó para poder
llegar…”, al comienzo pensé que seguramente había sacrificado una buena
educación o alguna operación que necesitaba el menor, no, afirmaron que había
“asesinado” a su bebé para llegar a la alcaldía. Díganme, no es para volverse
también un poco criminales con la mirada apuntadas a éstos.
Wito…
Y que tiene que ver la ip con que tu equipo este malogrado, que es una ip básicamente es un número que identifica un dispositivo en una red (o en la red de redes, esto es, en internet)
ResponderBorrarIP es la sigla de Internet Protocol o, en nuestro idioma, Protocolo de Internet. Se trata de un estándar que se emplea para el envío y recepción de información mediante una red que reúne paquetes conmutados.
Que es un protocolo, es un conjunto de reglas y estándares que se tienes que cumplir dentro de una red compleja convergente.