Por Sachama.
Hace muchos años se
veía en las puertas de las casas Huauqueñas, a las mujeres los días domingo a
partir de las 5 p.m. con su manojo de paja toquilla, escogiéndola, para
comenzar su sombrero, otras tiñendo la paja para comenzar su pinto.
Las amigas
íntimas, las que se decían "Cumitas" se reunían por las noches en
casa de una de ellas, rotándose, para hacerlas más amenas las noches de tejida
de sombreros. Que hermosos cotorreos se oían. Una decía: Sabías que el cholo Tasho se asomó por la cuesta de Rume Rume, con la jetona Meshe dizque a traer hierba, para sus
cuyes; otra dice: dicen que el trompudo de la Plaza, le ha quitado su moza al
Mago; la otra dice el otro trompudo de la Toma le ha quitado su moza al cholo Rebuco y así, sacan al papel la vida de
todo el mundo. La una comienza ayashar
y dice: ya cantó el gallo, vamos a que me repunten, hay que dormir.
Esas
"Cumitas" eran tan bonitas, no se ponían zapatos, al decir del cholo Gilmer, sus patitas, aparecían a patas
de pugo de catilla, al menos después
que se daban un baño con jaboncillo olivol, Ross o Reuter ¡Ay! Amito
Tomado del libro Irikana.
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