Desde los
primeros tiempos de su historia, los pobladores de Huacapampa se valieron de
sus testimonios en honor de sus valientes antepasados en donde contaban a
familiares y vecinos que muy atentos los escuchaban, llegando así, a ser una
parte necesaria de nuestras vidas, naciendo nuestro pueblo con sus narraciones,
base fundamental para verme obligado a hablarles de él, en el artículo
siguiente:
HISTORIA DEL PUEBLO
DE HUACAPAMPA
Por Isidro Zamora
Novoa.
En tiempos antiguos
a esta pequeña población se le llamó rastrojo siendo una parte ciénego y en
mayor área una laguna que comprendía desde el pie del panteón viejo (sur)
llegando hasta Macash en el sitio llamado los "Munshos" donde los
habitantes de esta época en ciertas partes de la laguna (partes altas)
sembraban maíz en tiempos de verano porque en invierno se llenaba la laguna,
siendo el tiempo propicio para cosechar, haciendo sus pequeñas canoas para
sacar el maíz en costales y en buen estado.
Según la narración
de Pedro A. García Escalante sobre la historia de José Gálvez lo tituló ¿Mito o
realidad? Nos dice lo siguiente: Cuando llego la gran serpiente tricéfala que
avanzaba del sur, una de sus cabezas tomó la dirección al sinchado de
Choctamalca. El Sinchi Walquishaua venció a la falange invasora en Yuquibamba;
mientras las otras cabezas vencían al Apu Sinchi Anco Huaraca de Cashamalca en
Cuntibamba, Huacraruco y Matara, la suerte estaba echada y Sinchi Walqui Shaua,
en rasgo de audacia al caer la noche, robó los coris del palacio del Apu
Sinchi, siendo perseguido por el feroz Llancar, al mando de uno de los
ejércitos del inca, trabándose mortal combate en las orillas de la laguna
Mishacocha.
Viéndose vencido
Walqui Shaua ordenó el retiro de sus fuerzas y por una cueva secreta de la
laguna pasaron al otro lado de Atun Mayo (Marañón) dejando despoblado el
territorio en donde hoy se ubica la provincia de Celendín, incluyendo el gran
Huachinorco (Huacapampa).
En 1533 tras la
muerte de Atahualpa, las ñustas y Coris de palacio real huyeron a las punas
orientales, amparadas por Titu Atahuchi y fracciones del ejército imperial
destruido hasta las verdes y floridas pampas del valle de huachinorco: en donde
lloraron amargamente la pérdida del imperio de la felicidad.
A este lugar
Rumiñahui y Titu Atauchi le llamaron Huaccac Pampa "La llanura del
llanto" de donde se deriva el nombre de Huacapampa.
Cuando los
españoles y portugueses que poblaban la zona, por sugerencia de Martínez de
Compañón, compraron del rey de España la hacienda de este suelo, encontraron
pocos indígenas entre 1660 y 1802 se repobló con familias de origen español y
portugués.
Cuando la nueva
población se elevó a la categoría de Villa, exceptuada de la jurisdicción de
Cajamarca en 1802, Huacapampa fue anexo de Celendín y en 1862 de Lucmapampa. Al
proclamarse la Independencia en 1821, esta jurisdicción tomó la categoría de
caserío de Huacapampa, perteneciente a Celendín y en 1862 al crearse el
distrito de Lucmapampa fue incorporado a éste.
Cuando Celendín fue
elevado a la categoría de provincias, siguió dependiendo de Lucmapampa hasta
1887, año en que el presidente Andrés Avelino Cáceres lo exaltó a la categoría
de distrito de la provincia de Celendín, con el nombre de Huacapampa.
El distrito
conservó su nombre hasta 1940 en que el presidente Manuel Prado le cambió de
nombre por distrito de José Gálvez, con su capital Huacapampa, hasta hoy.
En su narración don
Pelayo Montoya Sánchez (Celendino) nos narra sobre la hacienda de San Isidro de
Huauco, dándonos a conocer sobre el origen de nuestros pueblos y es como sigue:
Esta hacienda fue
administrada por un jesuita superior que, en el año de 1767 aparece el
reverendo Fray Francisco de Huerta Gutiérrez.
El 27 de febrero de
1767 el Rey Carlos III soberano español expidió la real pragmática sanción, por
la que ordenaba perseguir a los jesuitas en España y expulsarlos de América
confiscándoles todos sus bienes.
Ejercía por
entonces el virreinato del Perú, donde Manuel Amat y Juniet a quien le tocó dar
cumplimiento a dicha disposición, haciendo perseguir a los jesuitas de todo el
territorio y logrando confiscar los bienes que dicha orden tenía, no sin
dificultades, porque los miembros de la compañía de Jesús en el Perú, habían
adquirido gran influencia y preponderancia por su fuerza espiritual y su
talento puesto al servicio de la congregación.
Enterado Fray
Francisco de Huerta Gutiérrez, de tal disposición ya fin de evitar la
confiscación de los bienes de la Compañía de Jesús en estas comarcas, no tuvo
más recurso que ofrecerlos en venta. El indio Rodrigo Carhuacushma, compró
estas tierras.
Don Rodrigo, donó
la hacienda Chaquil a don Juan Marín Manzanero que fue uno de Los subalternos
del corregidor de entonces y gozaba de absoluta confianza del donante.
Muerto
Carhuacushma, sus herederos se dividieron las tierras denominadas: San Isidro,
El Rastrojo y Huashapampa, hoy, Jorge Chávez, fue heredada por la familia de
Juan Marín Manzanero, tierras que fueron fraccionadas, pasando a ser gran parte
de estas comarcas de propiedad de la Virgen de Natividad, por donación que hizo
don Juan Marín Manzanero, pero como había urgencia de atender las necesidades
del pueblo, las autoridades municipales, presididas por don José Zavaleta,
acordaron la venta de lotes de dichas tierras quedando libre Chaupipotrero, el
Guayo, Brasil Mayo Choropampa, Atunyunga, Pampa Tunas, Potrero Nuevo y otros de
menor importancia.
El 1° de enero de
1694 después de la muerte de Marín Manzanero, el Juez Sánchez Carrascal dio
posesión de la estancia de Santa Ana de Chaquil a Francisco, Thomas, Juan
Joseph, Ana María, María Magdalena y Clara Marín, con su esposa Juana de Rojas
Guzmán y sus hijos legítimos, siendo repartidos a su entera satisfacción.
Primeros personajes
notables en los tres distritos:
Huacapampa: Dionicio
Zamora, Clemente Aliaga, Toribio Zamora, Manuel Díaz y Bartolome Escalante
Huauco: Catalino
Zegarra, Agustin Quevedo, Benito Marín, Pedro Pablo Reyna y Manuel R. Chávez.
Lucmapampa:
Fernando Abanto, Pedro Mariñas, Rufino Rodríguez, Pedro Chávez y Antonio Bazán.
Juan Marín Manzanero (1637) Juana de Rojas Guzmán (esposa) español, casado,
ella fue mestiza hija natural del capitán Juan de Rojas Guzmán, Juan Marín
Manzanera nació en el año 1604. Fue residente en Guacapampa y Celendín, murió a
la edad de 90 años.
Por otro lado, se
recopiló del Almanaque del Perú. 1973 - 74 en donde dice: Huacapampa (pampa
sagrada) con (nuestra señora del Rosario) capital del distrito de José Gálvez,
a 2,560 m.s.n.m con presión barométrica de 599 mbs al pie del cerro o loma alta
Huashminorco, hermosa altiplanicie llevada al lienzo por Alfredo Rocha. Sus
coordenadas geográficas son 6°55’ L.S. y 78° 07’55 L.W. con 58 Km2 de área
total. Se habla de que en estas tierras existe fuego interno probablemente de
la litosfera - casi sensible; nombre que tuvo hasta 1940, el actual distrito
José Gálvez, cuyo cambio de topónimo se debe a iniciativa del entonces diputado
por Celendín, don Clodomiro Chávez Mariñas.
Huacapampa es
epicentro de la antigua tribu de los huacapampas, que habitaban en tierras
feraces y hermosas como una "Arcadia griega" a decir del citado
Alfredo Rocha, gran celendinista. Hoy está ciudad vive prestigiada, entre otros
motivos, por su pueblo que es singularmente blanco, sus mujeres muy bellas.
En su plaza
principal hay tantos limoneros y naranjas que se asegura, es la más perfumada
del Perú.
Tomado de la
Revista Eco Sucrense Año X Numero 10, 2015.
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