En el local del MUS, la noche del sábado 12 de junio se realizó un homenaje al santo predicador: San Antonio de Pencas, quien estuvo acompañado en su altar por San Isidro y San Juan.
El acto religioso estuvo organizado por la mayordoma Sra. Clarisa Delgado Mariñas y el MUS.
Y la misa estuvo amenamente celebrada por el sacerdote Segundo Saucedo Dávila, nacido en Chugur, Bambamarca, Cajamarca.
El párroco habló en su liturgia de la vida del santo Antonio, dijo que nació en Lisboa, Portugal el 15 de agosto de 1195, descendiente de una familia aristocrática. Fue predicador y monje de la orden de San Agustín y que luego se convirtió a la orden de los franciscanos, Narró además vicisitudes y pasajes de su marcada vida, llena de actos de bondad hacia sus semejantes, nos refirió que Antonio enfermó de hidropesía y, en 1231, fue de retiro al bosque Camposampiero con otros dos frailes para darse un respiro y tomar nuevos aires. Allá Antonio vivió en una celda construida por él mismo bajo las ramas de un nogal. Murió el 13 de junio de 1231 en el convento de las Clarisas Pobres en el camino de regreso a Padua a la edad de 36 años.
Después de la ceremonia religiosa se compartió el tradicional olluquito aplastado con quesillo, que el curita y los asistentes disfrutamos… y el infaltable café con pan al estilo nuestra tierra, Sucre.
Se agradece al señor Segundo Horna Sánchez por la donación de un vistoso Candelabro, y dos porta velas, que adornarán las urnas y los altares de los santos…
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