Por. Robín Marín Sánchez.
La tenía entre mis manos y sé que
era la última vez, se encontraba empapada de pegamento en toda su
circunferencia, pegamento que no solo cubría las huellas dejadas por las
espinas de las zarzamoras y de las pencas , sino también ralladuras
autografiadas (uñazos) de los Hermanos. Díaz Velásquez: Leoncio (Churchill) y
Guido, o las de mi compadre "chava chava" Carlos Chávez Mariñas y
unos que otros uñazos dejados por varios de nosotros al asegurar un gol o
rechazar una jugada comprometida. Era la pelota que nos divertía a diario
teniendo como escenario la plaza de armas, donde todas las tardes, era la
protagonista y casi siempre, el profesor Onésimo Silva, era el promotor de
dichos partidos de los cuales disfrutaba con infinita emoción, como lo
manifestaba las sonrisas o carcajadas ante una jugada repentina e ingenua,
procediendo luego a alizar su pelo negro con ambas manos desde la frente hacia
atrás.
Era la pelota que bien se adhería a
la zurda colosal "callita" : Wilder Calla Vallejos y la cómplice de
los tacos y media vueltas de mi querido "piojo": Germán Aliaga Díaz ,
que siempre jugaba patacala o descalzo; era la gestora de la múltiple broncazas
entre el "viejo plus "Onésimo Chávez Marín y "florete":
David Silva Aliaga; era la bola que estaba presente en los clásicos de recreo :
Evelia y Clara , o sea los alumnos de la profesora Evelia Zegarra de Horna ,
conformado por : Wilder Narro Martos "Jhito". Oscar Chávez Aliaga
"cocorisha ", César F. Camacho Zegarra "pipo", Alberto
Zegarra Guerrero "canchul", Ever Delgado Camacho "coshoto".
William Chávez Mariñas "pato feo" y Los alumnos de la profesora
Claribel Aliaga Sánchez conformados por José Aliaga
Vega""cotey", Mario Roncal Aliaga "turiungo", Rimber
Díaz Aliaga "cachirulo", Onésimo Chávez Marín" viejo plus",
Edwin Tinoco Silva "coche Edwin”, "Nemesio Aliaga Villanueva
"cholola", Rómulo Machuca Aguilar "ropandillo", el suscrito
y otros.
Un 14 de Setiembre de 1979, en la
excursión a Lucmapampa (la octava), que se hacia todos los años, después de
visitar la cueva de la Virgen y jugarnos un clásico, pues mi primo coco: Oscar
Chávez A., tapiosamente me prestó su pelota , ya que nunca lo había hecho, para
jugar un partido con los oriundos del lugar, el mismo que se disputó en la
cancha de fútbol del pueblo de Jorge Chávez o Lucmapampa , en el desarrollo de
dicho partido nos dimos con la sorpresa que la pelota azul perdía aire por más
de 2 huecos , hecho que me llevó a perder la fiesta , regresándome de inmediato
a Sucre a fin de dar solución al problema , si problema porque conociendo a mi
tía Nélida Aliaga Chávez, Yo ya imaginaba lo que me esperaría, Por lo que
llegando a Sucre rebuscando en el baúl rojo de policía de mi padre: Luis Marín
Z..., encontré un chisguete de Soldimix, solo el de color rojo, por lo que
después de cubrir toda la pelota esperé que secara, y a eso de las 7 de la
noche después de inflarla, procedí a llevarla a la casa de mi tía Nely. Desde
la esquina de Manuel Calla, me temblaban las piernas, así llegando a la puerta
celeste de la casa di vuelta la perilla de la cerradura, abrí la puerta
despacio y tire la pelota al interior y después de una carreraza, termine en la
esquina de Tayo: Octavio Álvarez, ah, pues esa noche no dormí, pensando en la
pelota, al día siguiente ya en la escuela mi mente estaba en mi tía, y
pendiente de la hora en que llegaría y para suerte mía llego justo a la hora de
recreo, yo ya como me había percatado de ello, lo que hice fue esconderme entre
un eucalipto, que don Romelio Zegarra había tumbado y parte del tronco había
caído al borde del campo de la escuela, desde mi escondite escuchaba la voz de
mi tía que me buscaba con otros alumnos; buscaba al cholo rumiño, porque hasta
ahora mi tía me llama así: el cholo rumiño. Ante su infructuosa visita, se fue
y salí de entre las ramas del caído árbol…
De la revista Eco Sucrenses, 2008.
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