Por Tito Zegarra Marín.
Es indudable que el
motor o eje central de este proyecto regional y de las posibilidades de
impulsar nuestro desarrollo, lo constituye la carretera de penetración a la
selva peruana vía Celendín – Balzas, con sus dos entradas: la primera que se
dirige de Celendín a Balzas y Chachapoyas y de aquí a Rioja, Moyobamba,
Tarapoto y Yurimaguas en el departamento de San Martín; y, la segunda, Celendín
a Balzas y Bolívar y de aquí (en proyección) a Juanjuí, en el mencionado
departamento.
Retomar este gran
proyecto debe ser, en ese sentido, objetivo central dentro de las gestiones y
planes institucionales, rigurosamente sustentado y definido, y para nosotros,
dentro del abanico de obras proyectadas, con prioridad número uno.
Lamentablemente, dentro de los diversos proyectos de desarrollo sobre
Cajamarca, en especial en el Plan Maestro de Desarrollo Regional al 2010, elaborado
por el Consejo Transitorio de Administración Regional, CTAR, de esta ciudad, se
obvia olímpicamente el mencionado proyecto y tangencialmente se lo toca con
fines complementarios en el campo turístico. Aún así, es de esperar que nuevas
luces y nuevas mentes lleguen a las instancias de gobierno cajamarquino para,
más pronto que tarde, comprender la urgencia de esta obra y asumir firmemente
su realización.
Cuando ello suceda,
necesariamente se tendrá que recurrir a esos nuevos sustentos sobre nuestra
integración y a nuevos criterios técnicos y socio - económicos para dotarle a
esta importante ruta, de las condiciones y características indispensables a fin
de constituirla en una entrada a la Amazonía peruana, verdaderamente útil y
altamente promisoria. En este sentido, al retornarla, se tiene que hacer nuevos
estudios que impliquen mejoramiento sustantivo en su estructura, en algunos
casos, replanteándola en su trazo original, buscando no sólo integrar pueblos
sino, incursionar por zonas altamente productivas que, evidentemente, las hay,
amén de convertirla en una ruta moderna, optimizada en sus servicios, similar a
todas aquellas vías de penetración a la selva. Igualmente, se tiene que apoyar
decididamente la carretera de Bolívar hacia Juanjuí, que a la fecha se
encuentra sólo en proyecto, a la espera de su financiamiento.
Al respecto, es
necesario aclarar que la actual carretera que nos conduce de Balzas a
Chachapoyas y Bolívar, pareciera que se planificó y construyó sin acudir a
indispensables criterios técnicos y económicos, atendiendo, más bien, a
intereses personales de antiguos gamonales y medianos propietarios, en su afán
de hacerla ingresar a sus reductos y localidades de su preferencia, por lo que,
en muchos casos, se extendió su recorrido innecesariamente, se abusó de un sin
número de curvas y no se tuvo en cuenta la necesidad de pasar por zonas
productivas.
La gran vía de entrada
a la Amazonía, como columna vertebral del espacio regional aludido, debe
abarcar las principales localidades que se indica y tener el siguiente curso:
se inicia en la provincia de Pacasmayo como importante puerto costeño a
repotenciarse en el departamento de La Libertad; de aquí, se dirige a Cajamarca
pasando por el largo y fructífero valle del Jequetepeque, desde cuyo trayecto y
de la ciudad capital, se interconecta con las provincias del sur y centro del
departamento y los principales valles y localidades que los rodean; continúa a
la provincia de Celendín, atravesando pequeños valles interandinos dedicados a
la producción lechera y la agricultura; de aquí, avanza hacia la localidad de
Balzas en el departamento de Amazonas, cruzando el imponente puente denominado
Chacanto sobre el río Marañón.
De esta estratégica
localidad de Balzas, un ramal se dirige a la provincia de Bolívar en el
departamento de La Libertad, atravesando el fértil valle del río Púsac y el
centro poblado del mismo nombre, así como San Vicente y Longotea, para luego
arribar a la localidad de Bolívar, como capital de la provincia del mismo nombre.
Esta provincia, que, de paso, nadie explica convincentemente por qué llegó a
incluirse en el departamento de La Libertad, es conocida por su importante
producción agrícola y ganadera, no obstante, es urgente anotar que, de acuerdo
al Mapa de Pobreza Provincial elaborado por Foncodes, 2000, ocupa el quinto
lugar en el estrato de extrema pobreza, situación realmente grave y de urgente
preocupación y tratamiento. Al margen de esta situación, está llamada a
convertirse en puente de entrada a la ciudadela de Cajamarquilla, gran
patrimonio histórico, recientemente descubierto y de inmenso valor nacional y,
lo más fundamental, como se ha indicado, debe constituirse en cabecera de
entrada a la región selvática colindante con su territorio: los potenciales y
poco explorados valles selváticos del Jepelache y Huallabamba en la provincia
de Juanjuí, departamento de San Martín.
El otro ramal, como
vía principal de entrada a Chachapoyas, parte también de Balzas e inicia su
ascenso por los estribos y contrafuertes de la cordillera central, cruzándola
por el paraje denominado "Calla - Calla", a 3,500 m. s. n. m; cuyos
terrenos y áreas de relativa capacidad productiva están dedicados a la pequeña
agricultura y la cría de ganado criollo; luego desciende hasta la localidad de
Leymebamba, zona de importante potencial agrícola y ganadero, y punto de
embarque para visitar, a través de precarios caminos de herradura, a la
misteriosa laguna conocida como "Los Cóndores", rodeada de un
conjunto de momias de gran valor histórico, al Gran Vilaya, como inmenso complejo
de casas pétreas y, en dirección a la provincia de Luya, al lugar conocido como
Karajía con sus impresionantes sarcófagos; de igual manera, en Leymebamba se
encuentra el importante Museo de Sitio con más de dos mil piezas arqueológicas.
De la localidad de Leymebamba,
se continúa por el extenso valle del río Utcubamba, conectando centros poblados
y productivos del propio valle y de las zonas altas, para luego arribar a la
localidad denominada de El Tingo, de la cual, un ramal nos conduce a la
portentosa fortaleza de Kuélap como reducto maravilloso de los antiguos
sachapuyos. La carretera troncal continúa su recorrido a orillas del río
Utcubamba, una variante se dirige a la ciudad de Chachapoyas y de aquí, a la
promisoria provincia de Rodríguez de Mendoza con proyección a Rioja, vía la
localidad de Soritor; y la otra, nos conduce al distrito de Pedro Ruiz donde
converge la carretera que viene de Chiclayo, para, a partir de allí, utilizar
la misma ruta con dirección a la Amazonía: Nuevo Cajamarca, Rioja, Moyobamba,
Tarapoto y Yurimaguas, entre los lugares más importantes.
Río Marañón, Hornopampa, carretera Celendín-Chachapoyas. |
Pero esta importante
red vial, reiteramos, requiere de nuevos estudios técnicos y socio –
económicos, de tal forma que se le dé una mejor orientación, con nuevos trazos
que acortando distancias buscan unir pueblos y zonas altamente productivas,
evitando atravesar zonas agrestes de evidente peligro físico. En este sentido,
existen algunas obras de poco costo que se pueden realizar en forma inmediata,
es el caso de la esperada construcción de un corto tramo de carretera de más o
menos 4 Km. de distancia, entre el caserío de Macas en el distrito de Jorge
Chávez y El Limón en el distrito El Utco, a la altura del paraje conocido como
Ayacunga; con lo cual, la ruta a seguir para trasladarse de Celendín a Balzas,
tendría que hacerse, en condiciones mucho más favorables, utilizando la
carretera a José Gálvez hasta la localidad de Macas y de aquí, fácilmente
empalmar, a través del tramo de carretera a construirse por la abra indicada, a
una de las curvas de la carretera que desciende a Balzas por terrenos de El
Limón. De esta manera, no sólo se evitaría subir la improductiva gradiente de
Jelig y atravesar las peligrosas caídas del cerro denominado Brasil Mayo, sino
que se obtendría significativo ahorro de aproximadamente 20 minutos y 10 Km. de
distancia.
Algunos estudiosos
señalan que otra opción o alternativa a esta variante de acortamiento y mejora
de la carretera es la construcción de un gran túnel que partiendo de la
localidad de Santa Rosa (extremo este del valle de Celendín), atraviese el
cerro Jelig y desemboque a las alturas de El Limón. Sería una obra realmente
interesante y portentosa, pero de alto costo y al parecer inviable a mediano
plazo.
El descenso por el
caserío del El Limón al puente Chacanto sobre el río Marañón, en Balzas,
requiere, de igual forma, de nuevos estudios, con la finalidad de suprimir
algunas innecesarias curvas. Si a corto plazo, se llevara a cabo la
construcción del ramal mencionado y se hicieran los necesarios reajustes en el
trazo, es factible que de 55 Km. que actualmente separan a Celendín de Balzas,
sobradamente se reduciría a un máximo de 45.
De Balzas a
Leymebamba, sobre todo desde el lugar conocido como Hornopampa hasta voltear la
cordillera central con dirección al valle del Utcubamba, también se requiere de
nuevos estudios que hagan posible ejecutar algunos reajustes en su recorrido,
principalmente para dotarle de mayor fluidez y transitabilidad y, a futuro,
proyectar su rumbo a través de zonas productivas, como son el valle Cocabamba y
el distrito de Santo Tomás. De igual manera, con relación a la carretera que
une Balzas con Bolívar, no obstante lo accidentado del territorio, la distancia
que los separa sin ser larga, requiere de reajustes en su trazo y
ensanchamiento en la mayor parte, procurando vincularse con el altamente productivo
distrito de Uchumarca.
Río Marañon, valle de Pusac, vista desde La Punta Grande.. |
Existen otras zonas
críticas, en lo que a infraestructura vial se refiere, a lo largo de esta
carretera de penetración a la amazona que, progresivamente, debe ser motivo de
estudios y mejoras como así se hizo con la otra carretera de penetración
Mientras tanto, reiteramos que la entrada vía Balzas, es la ruta de carácter
transversal y regionalista que, por su función integracionista y su enorme
utilidad para la capital cajamarquina, se la tiene que reimpulsar. Lo que
importa a última hora es el beneficio directo. Si algún rato logra
cristalizarse, adecuadamente asfaltada, tengamos la firme seguridad que
estaremos ingresando a otra etapa en la senda de nuestro desarrollo. No importan
los años perdidos, es hora de mirar al oriente peruano.
Esta gran vía, además
de lo indicado, permite reforzar ese gran circuito turístico de carácter
regional que recorre los departamentos de Cajamarca, Amazonas y Lambayeque, el
más importante del norte del país, que permite visitar y conocer centros
arqueológicos e históricos, escenarios naturales y paisajistas, valles y
ciudades de indudable atracción turística. El recorrido o itinerario de este
circuito turístico, partiendo de Lima – Trujillo, permite conocer los
siguientes puntos, entre los más resaltantes:
1. Cuenca del río
Jequetepeque, a partir de Pacasmayo.
2. Laguna de Gallito
Ciego en la localidad de Tembladera.
3. Los restos
históricos de Kunturwasi, en la provincia de San Pablo.
4. Cajamarca y su
riqueza paisajista y arqueológica.
5. Celendín y la
sobria planificación de su casco urbano.
6. El paso del río
Marañón en la localidad de Balzas.
7. La ciudadela
arqueológica de Cajamarquilla (variante a Bolívar).
8. El gran Museo de
sitio y la misteriosa laguna Los Cóndores en Leymebamba.
9. La majestuosa
fortaleza de Kuélap, en Luya, Amazonas.
10. Chachapoyas,
ciudad de los balcones y las orquídeas.
11. La imponente
laguna de Pomacochas (variante de Pedro Ruiz).
12. Los extensos y
productivos valles de la cuenca del río Utcubamba.
13. La cálida y
productiva ciudad de Jaén.
14. El valle de Olmos
y sus algarrobos.
15. Chiclayo y sus
valiosos museos (punto de llegada, o también de inicio)
Del libro Cajamarca – Celendín, tras las rutas
de su regionalización y desarrollo.
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