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lunes, 22 de agosto de 2011

Escenario: LA VÍA DE PENETRACIÓN AL ORIENTE PERUANO POR CELENDÍN - BALZAS



Por Tito Zegarra Marín.

Es indudable que el motor o eje central de este proyecto regional y de las posibilidades de impulsar nuestro desarrollo, lo consti­tuye la carretera de penetración a la selva peruana vía Celendín – Balzas, con sus dos entradas: la primera que se dirige de Celendín a Balzas y Chachapoyas y de aquí a Rioja, Moyobamba, Tarapoto y Yurimaguas en el departamento de San Martín; y, la segunda, Celendín a Balzas y Bolívar y de aquí (en proyección) a Juanjuí, en el mencionado departamento.

Retomar este gran proyecto debe ser, en ese sentido, objetivo central dentro de las gestiones y planes institucionales, rigurosamente sustentado y definido, y para nosotros, dentro del abanico de obras proyectadas, con prioridad número uno. Lamentablemente, dentro de los diversos proyectos de desarrollo sobre Cajamarca, en especial en el Plan Maestro de Desarrollo Regional al 2010, elaborado por el Consejo Transitorio de Administración Regional, CTAR, de esta ciudad, se obvia olímpicamente el mencionado proyecto y tangencialmente se lo toca con fines complementarios en el campo turístico. Aún así, es de esperar que nuevas luces y nuevas mentes lleguen a las instancias de gobierno cajamarquino para, más pronto que tarde, comprender la urgencia de esta obra y asumir firme­mente su realización.

Cuando ello suceda, necesariamente se tendrá que recurrir a esos nuevos sustentos sobre nuestra integración y a nuevos criterios técnicos y socio - económicos para dotarle a esta importante ruta, de las condiciones y características indispensables a fin de constituirla en una entrada a la Amazonía peruana, verdaderamente útil y altamente promisoria. En este sentido, al retornarla, se tiene que hacer nuevos estudios que impliquen mejoramiento sus­tantivo en su estructura, en algunos casos, replanteándola en su trazo original, buscando no sólo integrar pueblos sino, incursionar por zonas altamente productivas que, evidentemente, las hay, amén de convertirla en una ruta moderna, optimizada en sus servicios, similar a todas aquellas vías de penetración a la selva. Igualmente, se tiene que apoyar decididamente la carretera de Bolívar hacia Juanjuí, que a la fecha se encuentra sólo en proyecto, a la espera de su financiamiento.

Al respecto, es necesario aclarar que la actual carretera que nos conduce de Balzas a Chachapoyas y Bolívar, pareciera que se pla­nificó y construyó sin acudir a indispensables criterios técnicos y económicos, atendiendo, más bien, a intereses personales de antiguos gamonales y medianos propietarios, en su afán de hacerla ingresar a sus reductos y localidades de su preferencia, por lo que, en muchos casos, se extendió su recorrido innecesariamente, se abusó de un sin número de curvas y no se tuvo en cuenta la necesidad de pasar por zonas productivas.

La gran vía de entrada a la Amazonía, como columna vertebral del espacio regional aludido, debe abarcar las principales localidades que se indica y tener el siguiente curso: se inicia en la provincia de Pacasmayo como importante puerto costeño a repotenciarse en el departamento de La Libertad; de aquí, se dirige a Cajamarca pasando por el largo y fructífero valle del Jequetepeque, desde cuyo trayecto y de la ciudad capital, se interconecta con las provincias del sur y centro del departamento y los principales valles y localidades que los rodean; continúa a la provincia de Celendín, atravesando pequeños valles interandinos dedicados a la producción lechera y la agricultura; de aquí, avanza hacia la localidad de Balzas en el departamento de Amazonas, cruzando el imponente puente denominado Chacanto sobre el río Marañón.

De esta estratégica localidad de Balzas, un ramal se dirige a la provincia de Bolívar en el departamento de La Libertad, atravesando el fértil valle del río Púsac y el centro poblado del mismo nombre, así como San Vicente y Longotea, para luego arribar a la localidad de Bolívar, como capital de la provincia del mismo nombre. Esta provincia, que, de paso, nadie explica convincentemente por qué llegó a incluirse en el departamento de La Libertad, es co­nocida por su importante producción agrícola y ganadera, no obstante, es urgente anotar que, de acuerdo al Mapa de Pobreza Provincial elaborado por Foncodes, 2000, ocupa el quinto lugar en el estrato de extrema pobreza, situación realmente grave y de urgente preocupación y tratamiento. Al margen de esta situación, está llamada a convertirse en puente de entrada a la ciudadela de Cajamarquilla, gran patrimonio histórico, recientemente descubierto y de inmenso valor nacional y, lo más fundamental, como se ha indicado, debe constituirse en cabecera de entrada a la región selvática colindante con su territorio: los potenciales y poco explora­dos valles selváticos del Jepelache y Huallabamba en la provincia de Juanjuí, departamento de San Martín.

El otro ramal, como vía principal de entrada a Chachapoyas, parte también de Balzas e inicia su ascenso por los estribos y contrafuertes de la cordillera central, cruzándola por el paraje denominado "Calla - Calla", a 3,500 m. s. n. m; cuyos terrenos y áreas de relativa capacidad productiva están dedicados a la pequeña agricultura y la cría de ganado criollo; luego desciende hasta la localidad de Leymebamba, zona de importante potencial agrícola y ganadero, y punto de embarque para visitar, a través de precarios caminos de herradura, a la misteriosa laguna conocida como "Los Cóndores", rodeada de un conjunto de momias de gran valor histórico, al Gran Vilaya, como inmenso complejo de casas pétreas y, en dirección a la provincia de Luya, al lugar conocido como Karajía con sus impresionantes sarcófagos; de igual manera, en Leymebamba se encuentra el importante Museo de Sitio con más de dos mil piezas arqueológicas.

De la localidad de Leymebamba, se continúa por el extenso valle del río Utcubamba, conectando centros poblados y productivos del propio valle y de las zonas altas, para luego arribar a la localidad denominada de El Tingo, de la cual, un ramal nos conduce a la portentosa fortaleza de Kuélap como reducto maravilloso de los antiguos sachapuyos. La carretera troncal continúa su recorrido a orillas del río Utcubamba, una variante se dirige a la ciudad de Chachapoyas y de aquí, a la promisoria provincia de Rodríguez de Mendoza con proyección a Rioja, vía la localidad de Soritor; y la otra, nos conduce al distrito de Pedro Ruiz donde converge la carretera que viene de Chiclayo, para, a partir de allí, utilizar la misma ruta con dirección a la Amazonía: Nuevo Cajamarca, Rioja, Moyobamba, Tarapoto y Yurimaguas, entre los lugares más importantes.
Río Marañón, Hornopampa, carretera Celendín-Chachapoyas.

Pero esta importante red vial, reiteramos, requiere de nuevos estudios técnicos y socio – económicos, de tal forma que se le dé una mejor orientación, con nuevos trazos que acortando distancias buscan unir pueblos y zonas altamente productivas, evitando atravesar zonas agrestes de evidente peligro físico. En este sentido, existen algunas obras de poco costo que se pueden realizar en forma inmediata, es el caso de la esperada construcción de un corto tramo de carretera de más o menos 4 Km. de distancia, entre el caserío de Macas en el distrito de Jorge Chávez y El Limón en el distrito El Utco, a la altura del paraje conocido como Ayacunga; con lo cual, la ruta a seguir para trasladarse de Celendín a Balzas, tendría que hacerse, en condiciones mucho más favorables, utilizando la carretera a José Gálvez hasta la localidad de Macas y de aquí, fácilmente empalmar, a través del tramo de carretera a construirse por la abra indicada, a una de las curvas de la carretera que desciende a Balzas por terrenos de El Limón. De esta manera, no sólo se evitaría subir la improductiva gradiente de Jelig y atravesar las peligrosas caídas del cerro denominado Brasil Mayo, sino que se obtendría significativo ahorro de aproximadamente 20 minutos y 10 Km. de distancia.
Algunos estudiosos señalan que otra opción o alternativa a esta variante de acortamiento y mejora de la carretera es la construcción de un gran túnel que partiendo de la localidad de Santa Rosa (extremo este del valle de Celendín), atraviese el cerro Jelig y desemboque a las alturas de El Limón. Sería una obra realmente interesante y portentosa, pero de alto costo y al parecer inviable a mediano plazo.

El descenso por el caserío del El Limón al puente Chacanto sobre el río Marañón, en Balzas, requiere, de igual forma, de nuevos estudios, con la finalidad de suprimir algunas innecesarias curvas. Si a corto plazo, se llevara a cabo la construcción del ramal mencionado y se hicieran los necesarios reajustes en el trazo, es factible que de 55 Km. que actualmente separan a Celendín de Balzas, sobradamente se reduciría a un máximo de 45.

De Balzas a Leymebamba, sobre todo desde el lugar conocido como Hornopampa hasta voltear la cordillera central con dirección al valle del Utcubamba, también se requiere de nuevos estudios que hagan posible ejecutar algunos reajustes en su recorrido, principalmente para dotarle de mayor fluidez y transitabilidad y, a futuro, proyectar su rumbo a través de zonas productivas, como son el valle Cocabamba y el distrito de Santo Tomás. De igual manera, con relación a la carretera que une Balzas con Bolívar, no obstante lo accidentado del territorio, la distancia que los separa sin ser larga, requiere de reajustes en su trazo y ensanchamiento en la mayor parte, procurando vincularse con el altamente productivo distrito de Uchumarca.

Río Marañon, valle de Pusac, vista desde La Punta Grande..
Existen otras zonas críticas, en lo que a infraestructura vial se refiere, a lo largo de esta carretera de penetración a la amazona que, progresivamente, debe ser motivo de estudios y mejoras como así se hizo con la otra carretera de penetración Mientras tanto, reiteramos que la entrada vía Balzas, es la ruta de carácter transversal y regionalista que, por su función integracionista y su enorme utilidad para la capital cajamarquina, se la tiene que reimpulsar. Lo que importa a última hora es el beneficio directo. Si algún rato logra cristalizarse, ade­cuadamente asfaltada, tengamos la firme seguridad que estaremos ingresando a otra etapa en la senda de nuestro desarrollo. No importan los años perdidos, es hora de mirar al oriente peruano.

Esta gran vía, además de lo indicado, permite reforzar ese gran circuito turístico de carácter regional que recorre los departamentos de Cajamarca, Amazonas y Lambayeque, el más importante del norte del país, que permite visitar y conocer centros arqueológicos e históricos, escenarios naturales y paisajistas, valles y ciudades de indudable atracción turística. El recorrido o itinerario de este circuito turístico, partiendo de Lima – Trujillo, permite conocer los siguientes puntos, entre los más resaltantes:

1. Cuenca del río Jequetepeque, a partir de Pacasmayo.
2. Laguna de Gallito Ciego en la localidad de Tembladera.
3. Los restos históricos de Kunturwasi, en la provincia de San Pablo.
4. Cajamarca y su riqueza paisajista y arqueológica.
5. Celendín y la sobria planificación de su casco urbano.
6. El paso del río Marañón en la localidad de Balzas.
7. La ciudadela arqueológica de Cajamarquilla (variante a Bolívar).
8. El gran Museo de sitio y la misteriosa laguna Los Cóndores en Leymebamba.
9. La majestuosa fortaleza de Kuélap, en Luya, Amazonas.
10. Chachapoyas, ciudad de los balcones y las orquídeas.
11. La imponente laguna de Pomacochas (variante de Pedro Ruiz).
12. Los extensos y productivos valles de la cuenca del río Utcubamba.
13. La cálida y productiva ciudad de Jaén.
14. El valle de Olmos y sus algarrobos.
15. Chiclayo y sus valiosos museos (punto de llegada, o también de inicio)

Del libro Cajamarca – Celendín, tras las rutas de su regionalización y desarrollo.

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