Por Olindo Aliaga Rojas y Gutemberg Aliaga Zegarra.
Vecino notable, don Manuel Quevedo Reyna pertenece al siglo XIX; pues, nació en Sucre en la última década del Siglo de las Luces denominado así por un poeta español.
Es contemporáneo de
Nazario Chávez Aliaga y de Clodomiro Chávez Mariñas, dos figuras eminentes,
cumbreras fulgentes del saber.
No ha sido posible
encontrar muchos datos sobre la vida y obra de este antiguo huauqueño de valía;
pero sí, lo suficiente para admirarlo, respetarlo y quererlo. Antes de
volcarnos a su biografía, preciso es abordar su genealogía.
Al parecer el que
inaugura el apellido Quevedo, hoy casi extinguido en el distrito de Sucre, es
el cajamarquino Agustín Quevedo Camacho, descendiente de una familia con
prosapia y distinción, perteneciente a la alta sociedad del departamento de
Cajamarca.
Joven negociante,
atraído por la feria de San Isidro Labrador conoce al antiguo pueblo del
Huauco; cuya hospitalidad de su gente y la hermosura de sus mujeres lo
subyugaron.
Después de tomar la
decisión de quedarse en las tierras de la laguna de Huaucococha, don Agustín se
casó con doña Teodocia Reyna Gil, de este matrimonio son sus hijos: Mario,
Manuel, Julián, Rogelia y Aurora, ésta última casada con el Cajamarquino
Artemio Tavera Sorogastúa y Rogelia Quevedo Reyna, casada con Clodomiro Chávez Mariñas;
de este enlace nació su hijo Benjamín Chávez Quevedo, fallecido tempranamente,
divorciada del Dr. Chávez. Al enviudar don Agustín Quevedo, engendró una hija
en la señorita Aurora Malaver Zegarra, llamada Semirámis, fallecida en el 2007.
Fue bautizado a los 12 días de nacido el 8 de mayo de 1894, con el nombre de
Manuel de la Cruz, siendo sus padrinos Gregorio Oblitas y Francisca Zegarra.
Como consta en la siguiente partida de bautizo:
El matrimonio, pronto
adquirió propiedades en Sucre y un fundo en Cantanjito; su casa ubicada en la
calle de Los Reynas (después Próspero, ahora Nazario Chávez), era amplia y
solariega, con patio y un espacioso corral, donde sembraba alfalfa y productos
de pan llevar, en esa casa también funcionó su tienda, donde expendía varios
artículos de primera necesidad.
Manuel Quevedo Reyna |
Manuel Quevedo Reyna,
segundo hijo de matrimonio, precoz e inteligente, estudió primaria en la
Escuela Municipal de su pueblo y como hijo de familia acomodada, estudió la
secundaria en el Colegio San Ramón de Cajamarca, destacándose por su
aprovechamiento y conducta.
En 1915, junto a otros
jóvenes de su época fundó el Club Unión, primer colectivo de Sucre que salta a
la vida pública como observador de las deliberaciones del concejo cesante;
estuvo integrado entre otros, por el destacado escritor Nazario Chávez, con quien
mantuvo marcadas diferencias y protagonizó encendidas polémicas.
Nazario Chávez, tenía
ambiciones y no vaciló en dividir al club para presidirlo; razón por la cual
Quevedo Reyna lo tildó de oportunista y lanzó la histórica frase de "el
Judas se ahorcó dos veces con su propia soga"; motivo suficiente para que
el escritor abandonara el club.
El Club Unión
participó decisivamente en el sonado caso de la causa judicial de Deslinde de
la comunidad del Huauco, hoy Sucre con la hacienda de Polloc de propiedad del
hacendado Manuel Cacho Sousa.
Fue Alcalde del 1 de
enero de 1919 al 7 de marzo de 1920.
En la década cite los
años veinte fue profesor en la escuela N° 83 de Sucre.
Estudió la carrera de
contador en una universidad de la capital.
Opositor de los abusos
de las frenéticas autoridades provinciales en 1928, se pone al frente del
movimiento por el respeto de los derechos de los huauqueños, para defenderlos
de las prácticas de sometimiento que los celendinos pretendían ejercer sobre
las comunidades distritales, especialmente de las del Huauco, utilizando para
el logro de sus propósitos la Ley Vial. En nombre de esa ley coercitiva, las
autoridades de Celendín tenían la pretensión que los pueblos trabajen en
jurisdicciones ajenas a las que mandaba la Ley.
Este movimiento
liderado por Manuel Quevedo es de relevancia en la historia de Sucre; pues, a
través de esa acción, el señor Quevedo impidió que las autoridades de la
provincia hollaran otra vez el derecho y la dignidad de los sucrenses, por
estas acciones levantiscas sufrió prisión y fue acosado junto a sus seguidores;
tal es el caso de don Antonio Aliaga que fue detenido en el CEPO (especie de
calabozo) del gobernador Benjamín Chávez, luego remitido a Cajamarca; pero la
estrategia aplicada por el líder, evitó que el remiso, seguidor de la causa de
Manuel Quevedo, fuera a dar con sus huesos en la cárcel cajamarquina.
Cuarentón, con su
fortuna en franco declive, contrae matrimonio con la educadora celendina
Deyanira Chávez Ortiz, hija del comerciante y periodista aficionado Teófilo
Segundo, natural de Celendín y de doña Adalid Ortiz.
Años más tarde viajó a
Lima y de Lima al Cusco en compañía de su primo José María Zegarra Reyna; quien
lo recomendó para trabajar en un asiento minero. De vuelta a Lima, trabajó en
la casa Wiesse y en el Banco de Londres.
En la foto maestros de
la escuela 83: Víctor Sánchez, Manuel Quevedo, Clemente Díaz,
Deyanira de Quevedo, Saúl Silva, Eloy Silva, Pedro García "El Búho", entre otros.
Deyanira de Quevedo, Saúl Silva, Eloy Silva, Pedro García "El Búho", entre otros.
Entrado en la tercera
edad, enferma gravemente de bronco pulmonía, fue internado en el hospital Dos
de Mayo, en ese nosocomio dejó de existir este hombre de valía, a quien su
hermana Semirámis lo recordaba alto, trigueño, cabellos ligeramente ondulados,
frío y calculador. Sus restos descansan en el cementerio Presbítero Maestro de
Lima.
En 1969, un grupo de
jóvenes entre estudiantes universitarios y profesores formaron la agrupación
Manuel Quevedo Reyna, integrado entre otros, por: Víctor Aliaga Zelada, Luis
Escalante del Águila, Pepey y Samuel Chamán y la adhesión de Felipe Nerí.
Agrupación que cuestionó la conducta disipada de ciertos profesores de los
Centros Educativos, realizando también trabajos de interés público en el pueblo
de Sucre.
Del libro Personajes de la Historia Sucrense.
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