1909 —1996
Por Olindo Aliaga Rojas y
Gutemberg Aliaga Zegarra.
José de los Ángeles(Así
aparece en el documento privado que sobre bienes firmaron su abuelo Francisco
Chávez y su padre a favor del niño Ángel.), elocuente e idealista de talla
regular, porte atlético, vestía impecablemente con terno casi siempre de color
oscuro, aún en la épocas más tórridas y en la mano llevaba un grueso maletín
negro, atiborrado de literatura y muestras médicas de reciente factura, para regalar
a la gente más pobre, además de un libro de materialismo, en ese grueso
cartapacio estaban los recibos de cotizaciones de los socios de la Federación
Médica Peruana.
Socialista convicto y
confeso, hijo de padres católicos, nació en aquel antiguo y privilegiado
pueblo, entonces llamado Huauco (o Guauco), el 7 de enero de 1909, fue
bautizado con el nombre de José Ángelo en la parroquia de San Isidro por el
cura de la iglesia de Celendín debido a la ausencia del párroco de Sucre que,
en ese tiempo fue el Reverendo Padre Manuel C. Rodríguez.
Fueron sus padres
Manuel Marín Marín, natural del caserío de la Conga de Urquía y Cleofé Chávez
Velásquez nacida en Sucre. Sus abuelos maternos se llamaron: Francisco Chávez y
María Encarnación Velásquez. Por el lado paterno su abuelo fue Rufino Marín.
Antes de cumplir los
dos años de edad murió su madre por lo que, el niño huérfano y único heredero
de los esposos Marín Chávez pasó bajo la tutela de su tía madre la señorita
Dina Chávez Velásquez. José Ángeles llamó Mamá Dina a quien lo crió con
ternura; pero desafortunadamente en su hogar adoptivo, impregnado por el rancio
ambiente campesino, de tierras pobres, padeció fuertes y punzantes carencias
materiales, amén de la estrechez económica; por esta ominosa necesidad, de niño
durmió sobre los mullidos aperos de las acémilas de propiedad de sus tíos, así
nos refirió con la voz entrecortada y afectado por la emoción su primo Onésimo
Chávez Chávez.
Estudió la primaria en
la escuela ex 83 de su pueblo, donde fue un alumno notable; pero su precaria
situación económica lo obligó interrumpirlas al concluir el tercer año.
En 1923 y con solo 14
años de edad viaja a Lima, para estudiar, suyas son estas palabras: "Yo,
no quise ser ni el primero, ni el último de mis amigos de poca preparación, por
eso decidí salirme de mi pueblo con determinación directa de aprender". En
la ciudad capital se unió a su tío José Eloy Chávez, desde su nueva estancia
recuerda con nostalgia y acre resentimiento los días sufrientes que lo hirieron
en su niñez.
Su desgraciada
infancia que la vivió en su pequeño pueblo fue, míticamente revelada en sus
cartas a su mamá Dina, la figura más importante e influyente de su vida, con
quien estuvo vinculado.
En una carta fechada
en Lima, el 15 de enero de 1924, con aires de resquemor le dice a su mamá Dina:
"Cuando será el día aquel de dicha,
día de ventura y felicidad, que un momento siquiera me vea en mi pueblo natal,
en medio de todos los que hacer sufrir me han hecho y bien me han prestado,
sería sólo para mí el gozo..." y agrega: "mi querida mamá, ruégole a
usted que interprete las cosas como deben ser, no son más que presentimientos
de mi negra suerte. Sabe Ud., lo mucho que he sufrido en ese nuestro hogar,
digo así, porque allí me crié, no me han hecho sufrir ustedes, no es que no
tuve padre y siempre me lamentaba por él...".
La figura paterna
será, para el adolescente José Ángeles un recuerdo pérfido, pues no le perdonó
el haberlo abandonado, en la carta que estamos glosando es evidente la desazón
que siente contra su padre que le hace decir sin circunloquios: "Siendo mi padre hombre que tenía cómo
cumplir con su deber, para ser bendito de Dios; pero infiel tirano, ostentador
para la gente que le dieron patada de mula..."
Su padre, poco después
que enviudó, entró en amoríos con otra mujer, siendo esta la razón por la que
se descuidó de su hijo y también porque éste no aceptó integrarse al nuevo
hogar paterno.
En otra carta dirigida
a su mamá Dina, al hablar de su papá, se refiere con acritud acerba e
intolerante y con una frase cáustica dice: "mi padre me tocó una música
fúnebre y yo le bailé su nota..."
En el año 1926, mejora
ostensiblemente su situación económica al conseguir empleo de dependiente en
una tienda comercial de propiedad de unos italianos. En ese año se matriculó en
la escuela nocturna y termina su primaria dos años después, inmediatamente,
solicita una beca para estudiar la secundaria, en el Colegio Nuestra Señora de
Guadalupe, principal centro de estudios de Lima.
Al mismo tiempo que
estudia en el colegio, asistió a un Instituto Bíblico, donde se relacionó con
el doctor Aladino Escalante y ambos cultivaron una amistad entrañable.
En 1928 se preparó en
una escuela nocturna con el fin de lograr una beca de estudios en la Escuela
Normal, en este intento lo ayudó su tío Marcelino Chávez Villaverde; quien
también lo ayudó salir de la comisaría donde fue depositado por sus ideas
políticas.
La política partidaria
fue otra de sus pasiones, cautivado por el Marxismo Leninismo, se inscribió en
el Partido Comunista Peruano. Su vocación por la lucha, por el proletariado y
por la justicia social lo fue ganando desde su juventud; la evolución de su
pensamiento ideológico se nota, aunque embrionario; pero en franco ascenso en
su correspondencia con sus distintos familiares cuando le habla de la miseria
del pueblo, de la iniquidad de los padres injustos. "A los padres canallas
se los quema...", dice metafóricamente. Al escribirle a su primo Onésimo
le manifiesta: "Lima es lo mismo que
en esa, todo es esquivo, en el Perú todo es miseria y desastre".
"Instrucción y
Educación" es su máxima, por eso su recomendación a su primo Onésimo y
amigos para que estudien con toda su fuerza, porque un hombre sin educación y
sin estudios, dice: "solo sirve para ser muchacho", mencionando a ese
aforismo del pueblo: QUE PUE VAS A SER DOCTOR, con dureza sentencia: "eso sólo es una frase de VIEJAS
BRUTAS".
Por su consecuencia
ideológica y disciplina, pronto escala posiciones dentro del partido, llegando
a integrar el Comité Central del Partido Comunista Peruano, en esa época fue
Secretario General Jorge del Prado Chávez. Así mismo su condición de cuadro
político lo relacionó con mucha gente de extracción izquierdista, se empapó de
literatura de corte socialista, especialmente rusa. Se hizo materialista y por
ende ateo, su defensa a los trabajadores lo vinculó con la alta dirigencia de
la C.G.T.P. fundada por Mariátegui.
El mismo año de 1928
se reconcilia con su padre; quien se encontraba en la ciudad de Moyabamba.
En 1933 conoció a la
señorita Dalila Valdivia Godines, natural de Tarapacá, quien se vio obligada
junto con su familia a salir de su tierra (Entre 1919 y 1925,
se agudizaron los planes de chilenización y las acciones intimidatorias de los
chilenos contra los peruanos, debido a las discusiones sobre los territorios
plebiscitarios de Tarapacá, Tacna y Arica), instalándose en la ciudad de Tacna
y después en la ciudad de Arequipa. Tras un tórrido romance contrae matrimonio
por la iglesia católica.
El domicilio de los
flamantes esposos estaba ubicado en el centro de Lima, muy cerca a la Plaza de
Armas.
Apremiado por la
situación económica y por la vida de sobresaltos que llevaba debida a su
filiación política, Ángel Marín se dedica al oficio de tapicería de muebles,
instalando un taller en su pequeña casa alquilada, situada en la calle Callao
N° 623.
En 1934, nace su
primogénito y le pone el nombre de Vladimiro, en homenaje al gran
revolucionario bolchevique ruso Vladimir Ilich Ulianov -Lenin-, inspirador de
su ideal comunista.
En su matrimonio tuvo
cuatro hijos: El mencionado Vladimir, Selfa, Cleofé y José Ángel.
Los hijos de José Ángel: José
Ángel,
Vladimir, y Cleofé junto a su
prima hermana
Moya Chávez y su esposo Avelino Collantes
en un fraternal almuerzo.
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Por causas políticas,
que le obligaron a vivir al filo de la navaja escapándose del ojo militar, su
relativa felicidad matrimonial, se resintió aun más, cuando en la década del 40
conoció a la doctora en Psicología Rosa Lasanta de San Martín de origen
español; quien lo recomendó para trabajar en el puesto de cobranzas de la
Federación Médica Peruana.
Posteriormente nació
en los dos una relación marital y la señora de San Martín lo llevó a trabajar
en su clínica denominada La santa C.A.M., ubicada en el pueblo de Chaclacayo en
Lima.
Marxista-Leninista
autocultivado, la lectura y la fragua del marxismo leninismo templaron y
profundizaron sus conocimientos, reflexiona sobre la humanidad y sus creaciones
poéticas se vuelven más realistas leamos su poema titulado Niños de mi Perú,
que dice:
Niños de mi Perú
fraguando a Fuego nuestro destino
mañana realizarán ese cuando
es un decir convencido.
Niños de mi Perú pronto
antes que tarde la vida ya es un mundo puesto
de pie
nada de mitos ni mesianismos son caminos de la
historia
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José Ángeles fue un
intelectual de fuste, con él, Sucre tuvo a un pregonero enamorado de su pueblo,
de su geografía, de sus ríos y de su silueta urbana que lo describió con suaves
matices en su Monografía de Sucre, libro hecho con verdadero sentimiento de
efusión fraternal, escrito con un tono enternecido y épico.
En 1945 se inscribe
como socio en el Centro Progresista Sucre y colabora en el Periódico La Voz de
Sucre, órgano informativo del C.P.S. y al siguiente año es elegido Secretario
de Prensa y Propaganda de la segunda Junta Directiva de ese colectivo sucrense.
Guiado por su
auténtica vocación literaria se asoció a la Asociación Nacional de Escritores y
Artistas - ANEA- esto tuvo lugar en los años 80.
Forman parte de su
legado intelectual: sus artículos escritos y publicados en el semanario Unidad (Toda
su obra la escribió con su nombre recortado, Ángel Marín Chávez), su columna
escrita en el diario Expreso, siendo asesor en ese diario de los directores
Mujica y Ulloa Elías, de cada cual en su respectiva época. La relación con los
mencionados directores de ese diario derechista no significó una claudicación
de sus ideas, sino que correspondió a una estrecha relación y reconocimiento
intelectual. Sus poemas titulado Esta condición Humana, libro editado
aproximadamente el año 85.
Su revista Humanidad,
escrita y editada con el concurso de varios amigos intelectuales y de la misma
cantera ideológica, su libro titulado Temas de Divulgación Científica y
Cultural editado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología -CONCYTEC-,
impreso en los talleres gráficos OSI, con un tiraje de mil ejemplares y
numerosos poemas sin editar que se encuentra en el poder de su hijo Ángel.
En el aspecto laboral /
empresarial, José Ángel junto con su conviviente dirigió la Clínica Lasanta y
desempeñó labores de profesor en las unidades de instrucción de los centros
laborales.
Afectado por una
mortal fibrosis pulmonar, mal detectado por los médicos neumólogos del hospital
Almenara, el 6 de marzo de 1996 fue internado en ese nosocomio, en el servicio
de neumología.
Este enorme sucrense
de inteligencia elevada, hasta ahora ignorado por sus propios paisanos, amante
de la paz y la justicia social, amigo de los trabajadores, esa clase de luchas
vigorosas, pero vilipendiada por los explotadores y felices del mundo, muere en
Lima, el 24 de agosto de 1996.
Los restos mortales
del comunista y escritor sucrense fueron enterrados en el cementerio El Ángel
en presencia de sus camaradas y una apesadumbrada multitud de adeptos que
entonaban las notas de la Internacional (Himno de los trabajadores, su autor es
el comunero Eu gene Potier).
Transcribimos un
trabajo del encumbrado escritor, perteneciente a su libro Temas de difusión Científica y Cultural.
DOS CONCEPCIONES FUNDAMENTALES DEL MUNDO
Los pensadores siempre han concebido el mundo,
el porqué de las cosas y su origen, de diferente manera y en la actualidad
sigue la controversia entre lo que se denomina: el idealismo filosófico y el
materialismo filosófico.
Para facilitar la idea de lo que se trata
principiaremos por lo siguiente: toda proporción realmente filosófica sostiene
como cuestión fundamental el problema de relación entre la materia y el
pensamiento, entre el ser y la idea, entre el cerebro y el espíritu; de lo cual
se deriva lo que es primero y lo que es después, lo principal y lo secundario.
Si la concepción filosófica — en el contexto de la teoría del conocimiento-
considera como primero al espíritu, la idea, respecto a la materia, al ser o al
cerebro, (todo ello como categorías filosóficas) entonces la concepción se
inscribe en el sistema filosófico idealista.
Sócrates, Platón y Aristóteles y otros, son los
pensadores más importantes idealistas de la filosofa clásica de la Antigua
Grecia.
Opuestamente, Tales de Mileto, Heráclito, Demócrito,
etc. Son los que sostienen que la materia es lo primero y el pensamiento
después en la relación fundamental de la filosofa, en virtud de lo cual estos
pensadores representan la corriente de la filosofa materialista de su época.
Es importante reconocer que todas las
corrientes filosóficas han tratado y tratan de dar una explicación del mundo de
diverso modo; pero con el desarrollo del materialismo dialéctico, de lo que se
trata es transformarlo, cuya meta es el hombre consciente y humanizado.
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