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jueves, 16 de febrero de 2012

Turismo y arqueología: CAVERNAS NATURALES DE MÚYOC


 Por Tito Zegarra Marín.
Miguel Iglesias es distrito importante de la provincia de Celendín, accidentado como otros, de muchas quebradas, abismos y elevaciones, pero con importantes (aunque pocas) laderas y llanuras aprovechables. Cuando estamos en él y nos dirigimos más al norte, en la ruta al distrito de Cortegana, nos informan que estamos muy cerca de las cavernas de Múyoc, que por su especial condición natural no son fácilmente perceptibles. Pero allí están, casi escondidas y silenciosas.

Las hemos visitado en algunas oportunidades y seguimos admirando esa particular composición geológica. Como veremos, es relativamente fácil llegar al lugar y los comuneros que allí viven son asequibles y están prestos a darnos la mano. Debemos reconocer en ese sentido a la Sra. Cecilia Vásquez Castañeda por la amabilidad para albergarnos y proveemos de alimentos de la zona, al joven Roberto Tello Castañeda que hizo de guía, y al actual alcalde del distrito Edíver Dávila Guevara, por su compresión y apoyo a la valoración de recursos de importancia geológica y arqueológica.

UBICACIÓN
Se encuentran ubicadas en el distrito de Miguel Iglesias, provincia de Celendín, a 3.520 msnm, en zona jalca, fría, lluviosa en su época y de fuerte sol y vientos entre junio y agosto. El caserío al que se adscribe tiene de nombre Múyoc Grande, de allí el nombre de cavernas de Múyoc. Actualmente existen dos sitios con ese nombre adicionados Con los términos Grande y Chico, aunque poca es la diferencia entre uno y otro a no ser la distancia de más o menos 5 km, que los separa.

El centro o núcleo principal de viviendas del caserío de Múyoc Grande, está ubicado al borde de la carretera con destino al distrito de Cortegana, de donde una variante se dirige al caserío de Jorge Chávez y otra a Ramoscucho. De dicho caserío, que se distingue porque allí se encuentra el único Centro de Acopio y Enfriamiento de leche (Nestlé) de la parte norte de la provincia, nos separa no más de 2 km, de distancia hasta las cavernas, a las que se llega a pie a través del suave camino bordeando el pequeño río de la zona o también en carro por carretera que se dirige al caserío de Ramoscucho, en el distrito de Pallán.

RASGOS PRINCIPALES
Las cavernas, conocidas también como cuevas, son dos formaciones geológicas que tienen la forma de grutas o bóvedas inmensas incrustadas a ambos lados de una colina regular cubierta de pasturas nativas y formaciones de roca caliza. Tienen la particularidad de estar conectadas a través de un túnel subterráneo o un socavón natural que la traspasa de extremo a extremo. La entrada principal, ubicada al lado este, es angosta, de poca altura y casi imperceptible. Al iniciar el ingreso se avanza por una gradería corta y en declive hasta encontrarnos con el espacio amplio y brillante donde se ha estructurado la caverna principal a la que fácil y prontamente se llega. Al estar dentro, nos sorprende lo solemne, escultural y hasta misteriosa que es, semejando una forma de altar de paredes y adornos milenarios y cristalinos.

De esta caverna, el acueducto continúa hasta conectarse con la caverna que hace de salida, con un recorrido aproximado de 180 m, mayormente angosto, con muchas curvas no tan pronunciadas y ramificaciones cortas y desaliñadas, todas cubiertas de esas extrañas formaciones rocosas blancas y salientes. La caverna principal tiene una altura que varía entre 12 a 15 m, y a partir de allí el conducto disminuye hasta 2 m, en algunos tramos. Por el ambiente oscuro que se torna en la medida que se avanza, la estrechez del mismo y la falta de equipo apropiado, no se ha podido avanzar más allá de los 40 m, pero sí nos ha permitido verificar que, efectivamente, todo el trayecto está esculpido de segmentos de minerales congelados.

Lo especial de estas cavernas, sobre todo de la principal, es la presencia antiquísima de prolongaciones calcáreas que han adquirido la composición de estalactitas y estalagmitas. Las primeras son formaciones que se han desarrollado de arriba hacia abajo, y las segundas se han constituido a la inversa. En ambos casos son hermosas protuberancias minerales desprendidas de las partes superiores de la caverna, labradas en los costados y también emergentes.

La compacta presencia de esos componentes minerales denominados estalactitas y estalagmitas es lo que le da prestancia y espectacularidad a las cavernas, en especial a la que hace de entrada. Cuando se está allí se tiene la impresión de encontrarse dentro de un recinto adornado de cristales colgantes y columnas plegadas blancas e intensas. A esta caverna se la puede visitar con cierta facilidad por lo permisible del acceso e ingreso, no así a la caverna de salida o posterior, cuya ubicación a mitad de una pendiente encañonada, dificulta la llegada e ingreso de los visitantes.

Otro rasgo singular y que llama la atención es el pintoresco río de nombre Múyoc que también atraviesa la colina de las cavernas, recorriéndolo casi en la misma dirección, pero por el pie o la parte baja hasta desembocar muy cerca de la caverna de salida o posterior. Cuando se penetra hasta la mitad de las cavernas se escucha el ruido que hace a su paso y es probable que haya una cavidad interior que lo conecta. El río es pequeño, de aguas limpias y permanentes y con abundantes truchas; se extiende bellamente enmarcado por el paisaje andino y recorre tierras de los caseríos de Alto Perú y Múyoc Chico, hasta atravesar el valle de Saraus y terminar en el río La Llanga. Después de visitar las cavernas vale la pena hacer un reconfortante recorrido por sus riberas (figuras 35 y 36).

EL ORIGEN DE LAS CAVERNAS
Las teorías relativas a la formación de las cavernas cubiertas de desprendimientos calcáreos, afirman que estas se formaron por la incidencia del agua al filtrar gota tras gota por la roca caliza durante largos períodos de tiempo. Al caer las gotas, ya dentro de la cavidad, iban absorbiendo dióxido de carbono del aire y suelo, creando una especie de lluvia ácida que disolvía a la caliza absorbiendo la gota una pequeña cantidad de calcita.
 Dentro de la gruta, el monóxido de carbono se evaporaba en el aire de la cueva y la gota no era capaz de seguir manteniendo la calcita disuelta, por lo que se iba depositando ese mineral en pequeños cristales de calcita. Pasado el tiempo y cuando las gotas se acumularon en millones de millones, se formaron las prolongaciones calcáreas. En aquellos lugares en que esas gotas permanecían un período de tiempo pegadas al techo, se iban formando estalactitas, mientras que en aquellos que caían rápidamente al suelo se formaron estalagmitas, en algunos casos se unieron las estalactitas y estalagmitas formando columnas.

Las cuevas de Múyoc deben tener ese origen, dentro de una estructura física cárstica y silícea, en tanto están formadas en macizos calcáreos y en conjuntos rocosos compuestos por cuarcitas y areniscas. Las características, composición y magnitud, similares a otras grandes cavernas del planeta, confirmarían la hipótesis.

CONTEXTO SOCIOECONÓMICO
El distrito de Miguel Iglesias, con su capital Chalán, se ubica en la zona altoandina con dirección norte de la provincia, con una extensión de 184.09 km., para una población que sobrepasa los 5000 habitantes, distribuidos en 16 caseríos y un anexo. El nombre de la capital del distrito hace honor a los recios y renombrados chalanes que desde hace algunas décadas forman parte distinguida de la tradición y vida comunitaria.

Como los otros distritos, la población es eminentemente rural y vive de la tierra, donde se combina la práctica de la pequeña agricultura (papa, arveja lenteja, trigo, cebada) con la cría de ganado vacuno para leche que se encuentra en proceso de crecimiento alentada por la presencia de Nestlé en la zona y la demanda de queso y quesillo, pero todavía de exiguo rendimiento. Las comunidades en general observan necesidades básicas insatisfechas y carencia sentida de fuentes de trabajo, en otros términos viven en situación de pobreza y pobreza extrema.

En las partes altas del distrito aún se vive dentro de antiguas y serviles prácticas de vida coloniales. Una de ellas, la más difundida, es el sistema social mitayo, por el cual los dueños de minifundios y propiedades medianas contratan a personas o familias de la zona y lugares aledaños para que administren su propiedad o se hagan cargo de ella, cuidándola y responsabilizándose de la cría del ganado, sobre todo, vacuno y de la producción de leche a depositarse en el centro de enfriamiento a nombre del propietario. La familia o persona contratada recibirá a cambio y como compensación por su trabajo un ternero al año y, bajo ciertas condiciones que tienen que ver con el tamaño del minifundio, podrá criar no más de 2 ó 3 vacas de su pertenencia, y también cultivar algunos productos agrícolas y en poca cantidad para el autoconsumo.

A esta familia o persona que asume ese encargo se la conoce como mitayo. Es el caso del comunero de nombre Guillermo Tello Carhuajulca que hace de mitayo del dueño de los terrenos donde se ubican las cavernas, a quien los vecinos lo conocen como tal. Existen otras modalidades de este servicio, que no siendo diferentes, se distinguen porque las personas asumen el cuidado temporal del ganado, por día, semana, por ordeño, recibiendo a cambio alguna forma de pago (pastoreo de algunos animales, pago en alimentos, leche, etcétera), pero en todos los casos son conocidos también como mitayos.

En el caserío de Múyoc Grande se realiza la plaza pecuaria todos los jueves con concurrencia regular de productores de la zona y alrededores y comerciantes de Celendín y Bambamarca. Es una feria de nítida expresión campesina matizada con la modernidad: algunas unidades de transporte medianas y ligeras y muchos productos industrializados de la costa. Y por el lado tradicional: alrededor de quinientas acémilas (caballar y mular) acampadas en los alrededores del campo ferial, buen número de ganado vacuno de engorde, lanar y porcino; y el queso y los quesillos, como productos bandera de la zona, aunque cada vez en menos cantidades debido al acaparamiento que se hace desde Bambamarca y Chota.

Las familias que viven cerca del sitio de las cavernas, la profesora y alumnos de la escuela, saben y conocen dicho recurso. Algunas creen que es una caverna encantada y misteriosa que puede hacer daño a los que penetran en ella, otros creen que es una obra divina o regalo de la naturaleza a la que hay que cuidar, por ello es que el propietario del terreno Máximo Vásquez ha instalado una reja de fierro con candado para controlar el ingreso y conservar su integridad, quizá la intención es correcta, pero hemos visto que le quita originalidad.

PROYECCIÓN TURÍSTICA Y RUTAS DE ACCESO
Las cavernas de Múyoc por las características señaladas: ecológicas, de composición de estalactitas y estalagmitas, magnitud de la cavidad, limpieza del río y belleza del paisaje, concita el interés de personas dedicadas al estudio de la geología y en especial a esa clase de recursos que son pocos en la región, pero también en quienes desean disfrutar de los prodigios de la naturaleza. Hace falta sí, asumir acciones para conservarla y facilitar el traslado de visitantes, pero sobre todo, para promocionarlas.

La ruta de acceso principal es la que parte de la ciudad de Celendín, de allí en menos de una hora se atraviesa el agradable valle de Llanguat y el río La Llanga, para luego ascender a través de una cadena de curvas hasta la pequeña localidad de Pizón, de donde nos separa una franja territorial casi recta, no tan extensa y cubierta de parcelas entre productivas y eriazas, pero de buen acento paisajista. Dos pequeñas localidades cercanas se divisa al avanzar: El Mirador y Campo Alegre, resaltando en ellas sus modestas viviendas con techo de calamina que brilla y desentona con el paisaje; los locales de sus escuelitas, regiamente pintadas de color y pegadas a su campo deportivo; y los tupidos cupos de esas oriundas plantas de quinuar o quishuar que hacen de cerco de los estrechos caminos. Al poco tiempo, se llega a Múyoc Grande, y de allí, a pie o en movilidad, prontamente nos encontramos en el sitio de las cavernas. En total, esta ruta de carretera afirmada aunque angosta demanda de un promedio de 3 horas y media, para 65 km.

Existen también rutas para pobladores del extremo nororiental y las provincias de Chota y Hualgayoc, para lo cual se utiliza las carreteras de reciente construcción no muy transitadas aún, que se dirigen al distrito de Pallán con conexión a Bambamarca, y a Cortegana con conexión a la Paccha y Chota (esta última inconclusa). En ambos casos, todavía son poco utilizadas y con algunas restricciones materiales sobre todo en época de lluvias. Son estudiantes de la zona los que al lado de sus profesores suelen visitarlas todos los años.

Después de visitar las cavernas de Múyoc, si se dispone de tiempo, es factible continuar el itinerario turístico dirigiéndose al interesante sitio arqueológico Las Portadas, que se encuentra en el límite con el vecino distrito de Chumuch, dos horas a pie o en caballo por camino suave aunque estrecho con dirección este, por cuyo trayecto y muy cerca se observa al picacho más alto de la zona también depositario de restos arqueológicos, denominado El Koloche.

Luego de visitar en el sitio Las Portadas, cuya construcción principal es una sólida y presentable portada de piedra labrada, que con seguridad llamará la atención y agradará a los visitantes, se inicia el retorno por las huellas de un camino antiguo que debe haber sido también ruta de los legendarios Cápac Ñan, en forma descendente pero bien acondicionado, con dirección a la pequeña y acogedora ciudad de Chalán donde se puede pernoctar para, al siguiente día, regresar a la ciudad de Celendín, requiriendo ese último tramo de un tiempo promedio de 2 horas.

De libro Celendín en la cuenca del Marañón, Arqueología y paisaje.

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