Por.
Secundino SILVA URQUÍA.
Creo que la predisposición
para leer un libro mejora si el lector conoce al autor, yo experimento eso. Acogí
con emoción, GRAMA ARISCA… Cuentos,
relatos y anécdotas de José Luis Aliaga Pereira, no solo porque
a su autorme une una amistad de años; sino porque su lenguaje sencillo, con términos
autóctonos incluidos, me atrapó para“leerlo
de un tirón”, como dicen los lectores ávidos. Conozco a José Luis por lo
menos desde 1973, cuando acudíamos al colegio San José de Sucre, para nuestra
formación secundaria, él con un año adelante. Nuestra comunicación se hizo más frecuente,
gracias a la tecnología y a que él tuvo la gentileza de invitarme como
articulista en los blogs -revistas que ha dirigido: Karuacushma, FUSCÁN, y actualmente
“CHUNGO y BATÁN”.
Leí el libro de José
Luis, después de su presentación en la Asociación guadalupana, elpasado 08 de
mayo. Un libro siempre nos deja lecciones y mejor si ayudana interpretar quienes
saben de Literatura y narrativa. En el caso de Grama Arisca…, he tenido
la oportunidad de escuchar y leer las opiniones de literatos entendidos como Jorge
Luis Roncal y Arturo Bolívar Barreto,
respectivamente. Yo solo Intentaré contribuir explicando algunos aspectos que a
mi entender de lector común, se vislumbran como parte de la estructura o
contenido de los textos del mismo:
Un pueblo andino de la
sierra norte del Perú ha sido elegido por José Luis Aliaga como ambiente o
escenario deesta su segunda publicación y primera entrega de sus cuentos, relatos y anécdotas: Sucre
(Antes Huauco). Creo que esto pone de manifiesto reiterado, antes lo
hizo con la publicación del cuento “El milagroso taita Ishico”, el profundo
amor que siente por su lar natal. Seguramente José Luis, aún siente estar en
deuda con su pueblo y con este libro “pretende
pagar una segunda y mayor cuota”; o bien quiere aplacar esa necesidad de
reivindicación de ser humano hacia la tierra que contribuyó a su nacimiento,
crecimiento y formación. Porque, bien pudo él, poner un ambiente ficticio o
variado a cada cuento o relato, esa libertad tienen los escritores; sin
embargo, persiste en su lugar de origen. Cuando pudo ser más “provincial”, “regional” o “nacional”, en
la elección de sus personajes y del ambiente donde se mueven o actúan; él
eligió ser “local” o “distrital”, a
riesgo, incluso, de que algún desubicado no lo comprenda y lo tilde de
chauvinista; u otro perciba que mansilla el nombre de su pueblo mediante la
crítica incorporada, filuda y agraz, al comportamiento nada santo de algunos de
sus personajes.
Elgran personaje
principal del libro es Sucre como pueblo; y los personajes de los cuentos,
relatos y anécdotas, son los sucrenses. Cuando se lee de modo continuo el
conjunto de textos da la sensación de estar leyendo una pequeña novela
ambientada en Sucre y con personajes de allí. Así; partiendo de este espacio geográfico
pequeño, la idiosincrasia, los dramas como el del medio ambiente, las
denuncias, el humor, la ironía, etc., se vuelven globales conjuntamente con el
autor. Nadie que lea los cuentos “El preso” y “Grama Arisca”, podrá
dejar de percibir esa dimensión nacional e internacional
del problema medioambiental; ya que el agua, el medio ambiente saludable y la
vida misma, están amenazados por la ambición voraz, criminal, depredadora y
contaminante de las transnacionales mineras.
Son gratas y oportunas,
para quienes nos gusta leer, las recientes apariciones impresas de la
producción literaria de José Luis Aliaga Pereira, y su incursión en la
narrativa regional y nacional. Sirve y servirá de mucho a este narrador diligente, su perseverancia como autodidacta en
el aprendizaje del arte de escribir. Le deseamos muchos éxitos.
Lima, 06 de junio del
2013
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