Por. Ing. Secundino Silva Urquía (*)
Más de diez años atrás ya había serios problemas en el abastecimiento de agua potable para la ciudad de Celendín; cuyo crecimiento poblacional se incrementó por la oferta de mayores servicios, sobre todo educativos. A la fecha, los problemas y las preocupaciones subsisten.
Para solucionar los problemas, se concibieron dos proyectos:
El
primero, denominado: “Mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable y alcantarillado
de la ciudad de Celendín...”, diseñado para abastecer a las viviendas ubicadas
en partes altas de la ciudad; con almacenamiento en el reservorio de
Choctapampa y desde un manantial ubicado en Molinopampa; el caudal de diseño es
de 35.0 litros/seg.; se aprobó el año 2010 y los trabajos iniciaron el 2011. Pasaron
ya casi 10 años y esta obra aún no está formal y legalmente terminada ni entregada.
Sin embargo, está funcionando, incluso, sin pruebas hidráulicas. El caudal de
diseño no está siendo captado al cien por ciento en Molinopampa; debido a que
falta la autorización correspondiente de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), falta
de coordinación y deslinde de responsabilidades con PRO REGIÓN, etc.
Para
solucionar este problema, la municipalidad provincial de Celendín tiene que
actuar técnica y legalmente, emplazar a las instituciones del estado
involucradas (ALA, ANA y PROREGIÓN), arribar a acuerdos definitivos con la JASS
de Molinopampa y lograr que esta obra sea entregada oficializando su caudal de captación
desde esa localidad; y así, dotar de agua a las zonas altas de la ciudad.
El segundo, denominado: “Abastecimiento de agua potable para la ciudad de Celendín y tres distritos: Sucre, Jorge Chávez y José Gálvez”; diseñado para abastecer a las viviendas ubicadas debajo de la cota del reservorio “El Cumbe”; con almacenamiento en este mismo reservorio; y desde el afloramiento del río “La Quesera”, ubicado en La Quinuilla; el caudal de diseño es de 40 litros/seg.; fue aprobado el año 2013, se ejecutó y se entregó el 2014; es decir, tiene un funcionamiento óptimo de seis años, de los veinte para los que se diseñan este tipo de proyectos.
Como
alcances de esta obra está solo lo siguiente: Captación y presedimentador, ubicados
en La Quinuilla; línea de conducción de 250 y 315 mm de diámetro; planta de
tratamiento del agua; y línea de aducción, desde la planta de tratamiento, en
“Conga de Urquía”, hasta el prexistente reservorio “El Cumbe”, en Celendín. La menor
altitud de la planta de tratamiento no permite abastecer de agua al reservorio de
Choctapampa, está muy por debajo. A la puesta en funcionamiento de esta obra, año
2014, la vida útil del reservorio “El Cumbe” ya estaba fenecida; incluso, ya tenía
algunas refacciones. Por tanto, el racionamiento de agua de los sectores de la
ciudad dependientes del caudal de “La Quesera”, no se debe a problemas de
caudal, máxime si la ciudad de Sucre no tomó el suyo de 3.34 lit./seg., sino a
deficiencias en la reserva o almacenamiento y otras causas más genéricas, como
las siguientes: inconciencia y mal uso del agua (lavaderos de vehículos, riego
de huertos y jardines.); fugas, instalaciones clandestinas; meses de estiaje, etc.
Tema aparte es la administración del servicio del agua potable y alcantarillado de la ciudad de Celendín. Se vocea la pretensión de SEDACAJ para intervenir en la administración; también la de crear una empresa municipal, so pretexto de dar mejor servicio. La Municipalidad Provincial de Celendín debe potenciar SEMACEL, capacitar a su personal, empoderarlo más y mejor; evitar que sus ingresos sean derivados a fines que no sean los de mejorar el servicio y gestionar las soluciones a problemas presentes y futuros. Mediante ordenanza debería oficializar la intervención de las organizaciones sociales en la fiscalización; y continuar con la misma forma de administración. Crear una empresa municipal no es lo más conveniente para los limitados ingresos de la población, debido a que se oficializaría un incremento automático en la tarifa equivalente al 18 %, que representa la tributación del IGV para el estado, impuesto que el sistema y modelo económico siempre lo cargan al consumidor.
(*) Ingeniero Civil, ex miembro del equipo
ejecutor del proyecto “La Quesera”.
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