Prof. Tito ZEGARRA MARIN.
1.- Sobre el origen de la Parcelación.
Debemos destacar, en
primer lugar, que el proceso de origen del sistema parcelario en las tierras
del valle mencionado se da en términos y hechos propios y diferentes al de
otras latitudes del área rural de Cajamarca. Incluso, el nombre de la parcela
adjudicada es el de SOLAR, nominación colonial que hasta la fecha es usada. La
tierra aquí es repartida y entregada por los organismos municipales a la
totalidad de los pobladores dentro de un marco de distribución verdaderamente
democrático e igualitario. Este hecho, en nuestro criterio, implica dos cosas:
a. Que las tierras
hasta antes de su distribución tenían un carácter comunal.
b. Que se puso en
ejercicio una forma democrática de gobierno poco frecuente en el medio.
Sobre lo primero,
tenemos que indicar que los datos obtenidos a través de los testimonios orales,
y el estudio de las actas certificatorias de la adjudicación que datan de 1882
- 1883 y que obran en el Concejo Municipal de Sucre con el nombre de
"hijuelas", nos inducen a comprender que mayoritariamente las tierras
en este valle tuvieron un carácter comunal. En efecto, el hecho mismo de la
distribución, documentado y generalizado, es una prueba evidente de que la
superficie en estos sectores principales del valle estuvo dentro de ese
carácter y, por lo tanto, en condiciones de ser democráticamente fragmentada.
Este carácter comunal, expresivamente fue conocido como "comunismo".
Así nos dice una de las actas, cuyo tenor textual es como sigue: "no
debiendo éste quedar exento de distribución por pertenecer al mismo Comunismo,
se acordó hacer una nueva operación divisora..." Es posible que este
término también se utilice para aludir a formas comunales de organización y
trabajo. Otro factor que coadyuva a la confirmación de esta tesis es que en
todo el valle, desde fines del siglo pasado, no se dieron formas de tenencia de
la tierra mayores a dos o tres hectáreas.
En la época colonial
se sabe de la existencia del único cacique (Caruacushma) que no pudo asentarse
ni controlar las tierras del valle, a cuya desaparición, éstas mayoritariamente
pasan a integrarse a las de carácter comunal que desde tiempos inmemoriales
existieron en lo que hoy es Sucre hasta el Isco y Macas. La residencia y
tierras del cacique estaban en el sector de Chaquil y Huacapampa.
Otro factor
explicativo lo encontramos en la similitud de medidas de los solares a nivel de
todo el valle y en la forma como se encuentran delineadas, lo que nos hace
pensar que la distribución tuvo esa tendencia y que las tierras fueron de
propiedad comunal. Es necesario señalar por último que tanto en Celendín como
en los principales centros poblados del valle, se tuvo la presencia de grupos
de inmigrantes, portugueses sobre todo, que jugaron un papel importante en la
vida de la provincia; no obstante esto, el carácter comunal de la mayoría de
las tierras del valle no fue en lo sustancial alterado.
Sobre la forma
democrática de gobierno que se ejerció hay que relevar, en primer lugar, que la
decisión de distribuir y adjudicar las tierras como acuerdo mancomunado entre
autoridades y la ciudadanía, es un acto que refleja una suerte de democracia y
de gobierno representativo. Así mismo, la normalidad con la que se realizó este
proceso y la absoluta inexistencia de privilegios corroboran lo enunciado, a lo
que hay que añadir el alto y amplio sentido de justicia que embargó a los
grupos dirigenciales, al lado de un elevado criterio humano que se pone a
prueba cuando observamos la composición de los beneficiarios (personas
desposeídas, huérfanas y acaso olvidadas). Por último, las 787 actas
correctamente precisadas y firmadas constituyen un valioso testimonio de esa
práctica democrática vivida hace más de 100 años y no vuelta a reeditarse. Las
actas que a continuación transcribimos, ilustran lo expuesto:
"En el pueblo de Huauco a las doce del día
nueve de octubre de mil ochocientos ochentaidós: Terminada la distribución de
solares de la Pampa Mayor del pueblo, y bajo los diferentes títulos con los que
se le ha descrito, como es de verse en el libro de su propósito; y existiendo
como verdaderamente existe un retazo más de terreno en el sitio de "Las
Pencas", hacia la parte inferior del camino de dicho sitio y sobre el río
que desciende por la inmediación del referido pueblo; no debiendo éste quedar exento
de distribución por pertenecer al mismo comunismo se acordó hacer una nueva
operación divisora a favor de los hijos menores de todos los padres de familia,
así como algunos huérfanos que hubiesen quedado sin acción ni derecho en la
distribución anterior, para lo que a fin de consultar la igualdad de la
operación se formaron previamente como es de notar por el correspondiente
plano las líneas y los cuadrados respectivos en el terreno y en los que se
procedió a verificar la adjudicación en el orden que en seguida se hace
constar".
2.- Particularidades en la Parcelación.
La forma y algunos
criterios conforme a los cuales se realizó la parcelación, los resumimos en los
siguientes puntos:
a. El proceso de
distribución y adjudicación de parcelas o solares se lleva a cabo durante los
años de 1882 y 1883; se ha comprobado, por el análisis de las actas, que este
proceso se realiza entre los meses de julio y diciembre de cada año, época en
que la laguna disminuía notoriamente, permitiendo el manejo y uso agrícola de
las tierras.
b. Para efectos de una
mejor distribución se tuvo en cuenta la división formal del valle que
comprendía a 6 sectores o pampas: El Isco, Pampa La Esperanza, El Prodigio, El
Consuelo, Triangular y Pencas, que abarcan el espacio de lo que hoy es Sucre,
San Juan de la Alianza, La Victoria y parte de Pencas y de La Conga de Urquía.
c. La comisión
encargada de realizar dicho proceso fue nominada por el Concejo Municipal, con
aceptación de la ciudadanía, la cual fue presidida por el "Síndico
Procurador Municipal", Sr. Jacinto Reyna e integrada por dos miembros más.
Ni el alcalde ni el gobernador participaron en esta comisión.
d. La labor de la
comisión se circunscribe a tres aspectos básicos, que son: - elaborar el plano
del área y distribuir por sectores o pampas; hacer la entrega de la parcela en
forma personal y en el propio lugar de ubicación; preparar el acta respectiva y
firmarla conjuntamente con el beneficiario.
e. Todos los padres de
familia, así como hijos menores en condiciones de trabajar y menores huérfanos
reciben la parcela o solar correspondiente. Ninguna persona queda al margen.
Como vemos, en las actas se tiene en cuenta incluso casos de olvido y, en lo
que respecta a personas huérfanas y menores en condiciones de trabajar, se les
distribuye 151 solares en el sitio de Las Pencas.
f. La distribución y
adjudicación del área territorial disponible se realiza en dos momentos. En el
primero se tuvo en cuenta a todos los padres de familia y personas mayores y en
el segundo a los hijos menores de todos los padres de familia, a algunos
huérfanos que hubieran quedado sin acción y a ciudadanos capaces, olvidados en
la primera distribución. En este sentido se calcula que cada familia recibió
entre dos a 4 parcelas, lo cual nos lleva a inferir que aproximadamente 200
familias fueron las beneficiarias.
g. La posesión a que
da lugar dicha distribución tiene carácter definitivo.- Por un lado se hace con
plena aceptación del beneficiario y por otro, la entrega se ejecuta en el
propio lugar al que pertenece la parcela. En algunos casos este acto se hace
"a nombre de la nación". Finalmente es interesante observar que
incluso se norma el derecho que se tiene sobre tal propiedad, cuando en todas
las adjudicaciones se dispone: "que no sean desposeídos, sin primero ser
citados, oídos en juicio y, por mejor derecho, vencidos".
h. En total, previo
análisis de todas las actas en este importante sector del valle, se
distribuyeron 787 parcelas o solares, con medidas que varían entre 39 y 50
varas de ancho por 100 de largo, un lote de 51 solares de 25 por 50, más 19
solares de medidas diversas, pero que no sobrepasan a las anteriores. Convertida
esta cantidad en metros y hectáreas, tenemos que se han distribuido 1'968,945
metros cuadrados, o su equivalente a 197 Has.
3.- Un Predio Comunal en el Sistema Parcelario.
Parte importante en la
composición física del valle, por su naturaleza hasta cierto punto
contradictoria a la parcelación y por las particularidades en su utilización,
lo constituye el predio denominado "El Común", que se encuentra
ubicado al extremo noreste del valle, como una hermosa llanura verde de 65 Has.
de extensión, perteneciente al Concejo Municipal de Sucre.
Su origen tiene
relación con la existencia de la laguna que hasta antes de su desecación cubría
en forma permanente la parte extrema del valle. Cuando, entre los años de 1941
y 1945, se construye el túnel de drenaje, esta área se transforma en una planicie
que por acuerdo unánime de los pobladores se convierte en propiedad de todo el
pueblo con el nombre de "El Común". Es necesario anotar que en la
historia del Huauco se registran algunos proyectos e intentos para desecar la
laguna, denominada por esa época como "Millpo": en agosto de 1905, un
personaje poco conocido; Redencio Castamán se compromete a realizar tal obra a
cambio de 50 solares y en setiembre de 1911 se firma una acta por todos los
pobladores del valle para desecar la laguna a través de una "rotura"
de la parte baja, a la altura de la Conga de Urquía. Ninguno de los proyectos
tiene éxito y sólo en los años indicados, a través del túnel de 608 ms. de
longitud, se logra tal propósito. La financiación y dirección técnica
estuvieron a cargo del Estado.
En 1948, oficialmente
se adjudica este predio al Concejo Municipal de Sucre, a través de R.S. N° 234
del 16 de febrero de dicho año. Desde esta fecha el Concejo optó administrar el
predio por la vía más fácil, al arrendamiento total. Tres grupos familiares han
usufructuado secuencialmente hasta 1967 bajo ese sistema, con pocos resultados
favorables a nivel de renta y de uso colectivo. A partir de esta última fecha
se decide administrar el valle a través de tierras lotizadas, tierras para
ganado suelto y tierras para uso comunal; sin embargo, muchas dificultades se
presentaron, pero sobre todo perduró el criterio de darle un uso más amplio y
más colectivo.
En la década del 80 la
administración se ejerce mediante el sistema de lotización y del alquiler por
"corte". En este sentido la pampa se divide en 51 lotes generales
para ganado suelto. Los primeros miden media hectárea cada lote y los segundos
aproximadamente 2 has. cada uno. Esta forma distributiva y de alquiler,
adoleció de muchas fallas, no sólo por las deficiencias administrativas sino
por la falta continuada de drenajes y conservación de acequias. Pero el
problema mayor es el referido al alquiler que, desde hace algunos años, ha
quedado establecido en dos formas: por "corte" y por ganado suelto. Por
el primero se entrega el lote con el pasto crecido hasta que sea consumido, que
generalmente se hace en 30 días y por el cual se pagó una determinada cantidad
(por corte); y por el segundo se recepciona indistintamente ganado suelto en
los dos lotes de mayor extensión, pagándose un precio por "cabeza" de
ganado, o sea por diaria, semanal o mensualmente.
Estas últimas pasturas
servían a las siguientes personas:
a) Personas cuya
capacidad de cría de ganado es superior a la capacidad productiva de sus parcelas.
b) A personas a las
que se les ha agotado sus parcelas.
c) A comerciantes de
ganado que lo utilizan como centro de engorde y descanso entre la zona del nor
oriente (Leymebamba y Chachapoyas), donde lo adquieren y su traslado a la
costa.
d) A pocas personas
que se dedican a la ganadería y no disponen de tierras y
e) A campesinos de
lugares vecinos para aparentar sus acémilas, cuando trasladan sus productos
(papa, cebada, trigo, etc.) al mercado de Sucre.
En la presente década,
nuevas metodologías de manejo se implementan, tratando de encontrar una forma
empresarial y de mejor servicio a nuestra comunidad. Este es el gran reto que
trata de cumplir el actual Concejo Distrital.
SOBRE LA PRODUCCION EN EL VALLE SUCRENSE
1.- Producción para el Autoconsumo hasta el año
1940.
Desde fines del siglo
pasado, y en forma posterior a la fragmentación del valle, la producción, en lo
fundamental, se caracterizó por lo siguiente: A) Por acentuar su condición de
producción para el consumo familiar y B) Por conservar su naturaleza de
producción diversificada.
Sobre lo primero, al
convertirse el núcleo familiar en propietario de un promedio de 2 ó 3 parcelas
y hacerlas producir en forma directa, indudablemente que la capacidad
productiva para el consumo familiar se fortalece. Esto no quiere decir que
antes de la fragmentación sucedió algo diferente. Lo que sucede es que en forma
posterior a él, por la propia dinámica e implicancias de la parcelación como
sistema, se alcanza otro nivel en el orden productivo, organizativo y familiar.
Se aprovecha con mayor seguridad la mano de obra familiar, se planifica la
producción previendo las necesidades y se organizan los recursos en función de
éstos. La familia se convierte en una unidad de producción y, a la vez, en una
unidad de consumo.
Se puede inferir, sin
embargo, que por ser la parcela (integrada) de un tamaño promedio a una
hectárea, ésta difícilmente puede cubrir todas las necesidades del grupo
familiar. Aquí hay que señalar que mayoritariamente la tierra tiene un alto valor
de feracidad, debido al enlagunamiento temporal del valle que dota a las
tierras de sustancias orgánicas, lo cual explica la alta capacidad productiva
de las tierras hasta promediar la década del 40 en que se construye el túnel de
drenaje.
En estas circunstancias
es fácil observar que la producción de pan llevar, al no ser actividad
ocupacional permanente y no cubrir todas las necesidades, dio lugar a
actividades complementarias, entre las que se destacan dos: La artesanía del
sombrero en paja toquilla como actividad mercantil simple y que permanece hasta
la actualidad; y el arrieraje como forma de intercambio mercantil, esta última
desaparecida. Ambas fueron significativas en el orden interno de la familia y
como complemento económico en su sostenimiento; pero en ningún caso fue lo
hegemónico, y menos dio lugar a acumulación de capital. El arrieraje, más bien
por su vinculación al mercado de otras provincias, va a generar formas de
diferenciación social interna. Por otro lado, la producción agrícola fundamentalmente,
al no rebasar se conoce a diferencia de otras zonas, de mercados importantes o
ferias locales o aledañas. El intercambio como el mercado dominical de Celendín
(el más importante de la provincia) sólo se realiza al promediar la década de
1940 y en forma intensiva a partir de 1960.
Con relación a lo
segundo, de conservar su naturaleza de producción diversificada, es obvio que
ésta al ser agrícola y dentro de moldes de una economía familiar,
necesariamente deviene en diversificada. La producción en este sentido
comprende dos áreas: la parte central del valle y la parte periférica. La
primera, teniendo en cuenta la composición favorable de tierras y el fenómeno
de la laguna, se la dedica mayoritariamente al cultivo del maíz y papa.
Conjuntamente con el maíz se cultiva y cosecha, en cantidades proporcionales,
frijol, zapallos, chiclayos, cayhuas. Es interesante escuchar testimonios
orales sobre la enorme capacidad productiva del valle, ninguna familia quedó al
margen de estas bondades y sólo se vieron afectadas relativamente en épocas de
heladas como fenómenos naturales. Los rastrojos fueron utilizados en la
alimentación de algunas especies como vacunos (toros y bueyes para el trabajo
de las tierras), caballares, equinos y otros menores. La papa y el haba, si
bien se cultivaron, no se hizo en las mismas cantidades que el maíz.
En la segunda área, la
periférica del valle y que no fue afectada por la laguna, se produjeron
arvejas, lentejas y también papa, habas, cebada, trigo y maíz. Esta
característica de producción se conserva hasta la actualidad, aunque en menor
nivel de productividad. En la época que estamos refiriendo, sin dejar de ser
importante, sólo actuó como complementaria a la producción de maíz en el centro
del valle. La producción parcelaria también se diversifica cuando muchas de
ellas se las dedica al cultivo de la alfalfa para usos de arrieraje (no se
conocía ni el heno ni al kikuyo). Al hacerse la distribución de las parcelas se
señala incluso que el solar tiene esa característica de alfalfar. Por último,
con relación a la cría de ganado hacia el este del valle, hasta los años 40 no
es representativa. No se cría ganado de engorde, para carne ni para consumo
local, ni menos para el mercado exterior; el ganado lechero no adquiere la
importancia debida y se cría el ganado vacuno (toros y bueyes) para el arado en
el valle y en la parte alta del mismo. La producción fue entonces
fundamentalmente agrícola y diversificada; tubérculos, cereales, legumbres, y
otros en forma abundante obtuvo la población del valle, no por algo existieron
12 molinos de granos movidos por agua (hoy no existe ninguno).
Queda pendiente el
estudio sobre la producción lechera para el próximo número.
De la revista El Labrador N° 1 1992.
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