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jueves, 2 de junio de 2011

Escenario: PARCELACION Y PRODUCCION EN EL VALLE SUCRENSE.



Prof. Tito ZEGARRA MARIN.

1.- Sobre el origen de la Parcelación.
Debemos destacar, en primer lugar, que el proceso de origen del sistema parcelario en las tierras del valle mencionado se da en términos y hechos propios y diferentes al de otras latitudes del área rural de Cajamarca. Incluso, el nombre de la parcela adjudicada es el de SOLAR, nominación colonial que hasta la fecha es usada. La tierra aquí es repartida y entre­gada por los organismos municipales a la totalidad de los pobladores dentro de un marco de distribución verdaderamente democrático e igualitario. Este hecho, en nuestro criterio, implica dos cosas:

a. Que las tierras hasta antes de su distribución tenían un carácter comunal.

b. Que se puso en ejercicio una forma democrática de gobierno poco frecuente en el medio.

Sobre lo primero, tenemos que indicar que los datos obtenidos a través de los testimonios orales, y el estudio de las actas certificatorias de la adjudicación que datan de 1882 - 1883 y que obran en el Concejo Municipal de Sucre con el nombre de "hijuelas", nos inducen a comprender que mayoritariamente las tierras en este valle tuvieron un carácter comunal. En efecto, el hecho mismo de la distribución, documentado y generalizado, es una prueba evidente de que la superficie en estos sectores principales del valle estuvo dentro de ese carácter y, por lo tanto, en condiciones de ser democráticamente fragmentada. Este carácter comunal, expresivamente fue conocido como "comunismo". Así nos dice una de las actas, cuyo tenor textual es como sigue: "no debiendo éste quedar exento de distribución por pertenecer al mismo Comunismo, se acordó hacer una nueva operación divisora..." Es posible que este término también se utilice para aludir a formas comunales de organización y trabajo. Otro factor que coadyuva a la confirmación de esta tesis es que en todo el valle, desde fines del siglo pasado, no se dieron formas de tenencia de la tierra mayores a dos o tres hectáreas.

En la época colonial se sabe de la existencia del único cacique (Caruacushma) que no pudo asentarse ni controlar las tierras del valle, a cuya desaparición, éstas mayoritariamente pasan a integrarse a las de carácter comunal que desde tiempos inmemoriales existieron en lo que hoy es Sucre hasta el Isco y Macas. La residencia y tierras del cacique estaban en el sector de Chaquil y Huacapampa.

Otro factor explicativo lo encontramos en la similitud de medidas de los solares a nivel de todo el valle y en la forma como se encuentran delineadas, lo que nos hace pensar que la distribución tuvo esa tendencia y que las tierras fueron de propiedad comunal. Es necesario señalar por último que tanto en Celendín como en los principales centros poblados del valle, se tuvo la presencia de grupos de inmigrantes, portugueses sobre todo, que jugaron un papel importante en la vida de la provincia; no obstante esto, el carácter comunal de la mayoría de las tierras del valle no fue en lo sustancial alterado.

Sobre la forma democrática de gobierno que se ejerció hay que relevar, en primer lugar, que la decisión de distribuir y adjudicar las tierras como acuerdo mancomunado entre autoridades y la ciudadanía, es un acto que refleja una suerte de democracia y de gobierno representativo. Así mismo, la normalidad con la que se realizó este proceso y la absoluta inexistencia de privilegios corroboran lo enunciado, a lo que hay que añadir el alto y amplio sentido de justicia que embargó a los grupos dirigenciales, al lado de un elevado criterio humano que se pone a prueba cuando observamos la composición de los beneficiarios (personas desposeídas, huérfanas y acaso olvidadas). Por último, las 787 actas correctamente precisadas y firmadas constituyen un valioso testimonio de esa práctica democrática vivida hace más de 100 años y no vuelta a reeditarse. Las actas que a continuación transcribimos, ilustran lo expuesto:

"En el pueblo de Huauco a las doce del día nueve de octubre de mil ochocientos ochentaidós: Terminada la distribución de solares de la Pampa Mayor del pueblo, y bajo los diferentes títulos con los que se le ha descrito, como es de verse en el libro de su propósito; y existiendo como verdaderamente existe un retazo más de terreno en el sitio de "Las Pencas", hacia la parte inferior del camino de dicho sitio y sobre el río que desciende por la inmediación del referido pueblo; no debiendo éste quedar exento de distribución por pertenecer al mismo comunismo se acordó hacer una nueva operación divisora a favor de los hijos menores de todos los padres de familia, así como algunos huérfanos que hubiesen quedado sin acción ni derecho en la distribución anterior, para lo que a fin de consultar la igualdad de la operación se forma­ron previamente como es de notar por el correspon­diente plano las líneas y los cuadrados respectivos en el terreno y en los que se procedió a verificar la adjudicación en el orden que en seguida se hace constar".

2.- Particularidades en la Parcelación.
La forma y algunos criterios conforme a los cuales se realizó la parcelación, los resumimos en los siguientes puntos:

a. El proceso de distribución y adjudicación de parcelas o solares se lleva a cabo durante los años de 1882 y 1883; se ha comprobado, por el análisis de las actas, que este proceso se realiza entre los meses de julio y diciembre de cada año, época en que la laguna disminuía notoriamente, permitiendo el manejo y uso agrícola de las tierras.

b. Para efectos de una mejor distribución se tuvo en cuenta la división formal del valle que comprendía a 6 sectores o pampas: El Isco, Pampa La Esperanza, El Prodigio, El Consuelo, Triangular y Pencas, que abarcan el espacio de lo que hoy es Sucre, San Juan de la Alianza, La Victoria y parte de Pencas y de La Conga de Urquía.

c. La comisión encargada de realizar dicho proceso fue nominada por el Concejo Municipal, con aceptación de la ciudadanía, la cual fue presidida por el "Síndico Procurador Municipal", Sr. Jacinto Reyna e integrada por dos miembros más. Ni el alcalde ni el gobernador participaron en esta comisión.

d. La labor de la comisión se circunscribe a tres aspectos básicos, que son: - elaborar el plano del área y distribuir por sectores o pampas; hacer la entrega de la parcela en forma personal y en el propio lugar de ubicación; preparar el acta respectiva y firmarla conjuntamente con el beneficiario.

e. Todos los padres de familia, así como hijos menores en condiciones de trabajar y menores huérfanos reciben la parcela o solar correspondiente. Ninguna persona queda al margen. Como vemos, en las actas se tiene en cuenta incluso casos de olvido y, en lo que respecta a personas huérfanas y menores en condiciones de trabajar, se les distribuye 151 solares en el sitio de Las Pencas.

f. La distribución y adjudicación del área territorial disponible se realiza en dos momentos. En el primero se tuvo en cuenta a todos los padres de familia y personas mayores y en el segundo a los hijos menores de todos los padres de familia, a algunos huérfanos que hubieran quedado sin acción y a ciudadanos capaces, olvidados en la primera distribución. En este sentido se calcula que cada familia recibió entre dos a 4 parcelas, lo cual nos lleva a inferir que aproximadamente 200 familias fueron las beneficiarias.

g. La posesión a que da lugar dicha distribución tiene carácter definitivo.- Por un lado se hace con plena aceptación del beneficiario y por otro, la entrega se ejecuta en el propio lugar al que pertenece la parcela. En algunos casos este acto se hace "a nombre de la nación". Finalmente es interesante observar que incluso se norma el derecho que se tiene sobre tal propiedad, cuando en todas las adjudicaciones se dispone: "que no sean desposeídos, sin primero ser citados, oídos en juicio y, por mejor derecho, vencidos".

h. En total, previo análisis de todas las actas en este importante sector del valle, se distribuyeron 787 parcelas o solares, con medidas que varían entre 39 y 50 varas de ancho por 100 de largo, un lote de 51 solares de 25 por 50, más 19 solares de medidas diversas, pero que no sobrepasan a las anteriores. Convertida esta cantidad en metros y hectáreas, tenemos que se han distribuido 1'968,945 metros cuadrados, o su equivalente a 197 Has.

3.- Un Predio Comunal en el Sistema Parcelario.
Parte importante en la composición física del valle, por su naturaleza hasta cierto punto contradictoria a la parcelación y por las particularidades en su utili­zación, lo constituye el predio denominado "El Común", que se encuentra ubicado al extremo noreste del valle, como una hermosa llanura verde de 65 Has. de extensión, perteneciente al Concejo Municipal de Sucre.

Su origen tiene relación con la existencia de la laguna que hasta antes de su desecación cubría en forma permanente la parte extrema del valle. Cuando, entre los años de 1941 y 1945, se construye el túnel de drenaje, esta área se transforma en una planicie que por acuerdo unánime de los pobladores se convierte en propiedad de todo el pueblo con el nombre de "El Común". Es necesario anotar que en la historia del Huauco se registran algunos proyectos e intentos para desecar la laguna, denominada por esa época como "Millpo": en agosto de 1905, un personaje poco conocido; Redencio Castamán se compromete a realizar tal obra a cambio de 50 solares y en setiembre de 1911 se firma una acta por todos los pobladores del valle para desecar la laguna a través de una "rotura" de la parte baja, a la altura de la Conga de Urquía. Ninguno de los proyectos tiene éxito y sólo en los años indicados, a través del túnel de 608 ms. de longitud, se logra tal propósito. La financiación y dirección técnica estuvieron a cargo del Estado.

En 1948, oficialmente se adjudica este predio al Concejo Municipal de Sucre, a través de R.S. N° 234 del 16 de febrero de dicho año. Desde esta fecha el Concejo optó administrar el predio por la vía más fácil, al arrendamiento total. Tres grupos familiares han usufructuado secuencialmente hasta 1967 bajo ese sistema, con pocos resultados favorables a nivel de renta y de uso colectivo. A partir de esta última fecha se decide administrar el valle a través de tierras lotizadas, tierras para ganado suelto y tierras para uso comunal; sin embargo, muchas dificultades se presentaron, pero sobre todo perduró el criterio de darle un uso más amplio y más colectivo.

En la década del 80 la administración se ejerce mediante el sistema de lotización y del alquiler por "corte". En este sentido la pampa se divide en 51 lotes generales para ganado suelto. Los primeros miden media hectárea cada lote y los segundos aproximadamente 2 has. cada uno. Esta forma distributiva y de alquiler, adoleció de muchas fallas, no sólo por las deficiencias administrativas sino por la falta continuada de drenajes y conservación de acequias. Pero el problema mayor es el referido al alquiler que, desde hace algunos años, ha quedado establecido en dos formas: por "corte" y por ganado suelto. Por el primero se entrega el lote con el pasto crecido hasta que sea consumido, que generalmente se hace en 30 días y por el cual se pagó una determinada cantidad (por corte); y por el segundo se recepciona indistintamente ganado suelto en los dos lotes de mayor extensión, pagándose un precio por "cabeza" de ganado, o sea por diaria, semanal o mensualmente.
Estas últimas pasturas servían a las siguientes personas:

a) Personas cuya capacidad de cría de ganado es superior a la capacidad productiva de sus parcelas.
b) A personas a las que se les ha agotado sus parcelas.
c) A comerciantes de ganado que lo utilizan como centro de engorde y descanso entre la zona del nor oriente (Leymebamba y Chachapoyas), donde lo adquieren y su traslado a la costa.
d) A pocas personas que se dedican a la ganadería y no disponen de tierras y
e) A campesinos de lugares vecinos para aparentar sus acémilas, cuando trasladan sus productos (papa, cebada, trigo, etc.) al mercado de Sucre.

En la presente década, nuevas metodologías de manejo se implementan, tratando de encontrar una forma empresarial y de mejor servicio a nuestra comunidad. Este es el gran reto que trata de cumplir el actual Concejo Distrital.

SOBRE LA PRODUCCION EN EL VALLE SUCRENSE

1.- Producción para el Autoconsumo hasta el año 1940.
Desde fines del siglo pasado, y en forma posterior a la fragmentación del valle, la producción, en lo fundamental, se caracterizó por lo siguiente: A) Por acentuar su condición de producción para el consumo familiar y B) Por conservar su naturaleza de producción diversificada.

Sobre lo primero, al convertirse el núcleo familiar en propietario de un promedio de 2 ó 3 parcelas y hacerlas producir en forma directa, indudablemente que la capacidad productiva para el consumo familiar se fortalece. Esto no quiere decir que antes de la fragmentación sucedió algo diferente. Lo que sucede es que en forma posterior a él, por la propia dinámica e implicancias de la parcelación como sistema, se alcanza otro nivel en el orden productivo, organizativo y familiar. Se aprovecha con mayor seguridad la mano de obra familiar, se planifica la producción previendo las necesidades y se organizan los recursos en función de éstos. La familia se convierte en una unidad de producción y, a la vez, en una unidad de consumo.

Se puede inferir, sin embargo, que por ser la parcela (integrada) de un tamaño promedio a una hectárea, ésta difícilmente puede cubrir todas las necesidades del grupo familiar. Aquí hay que señalar que mayoritariamente la tierra tiene un alto valor de feracidad, debido al enlagunamiento temporal del valle que dota a las tierras de sustancias orgánicas, lo cual explica la alta capacidad productiva de las tierras hasta promediar la década del 40 en que se construye el túnel de drenaje.

En estas circunstancias es fácil observar que la producción de pan llevar, al no ser actividad ocupacional permanente y no cubrir todas las necesidades, dio lugar a actividades complementarias, entre las que se destacan dos: La artesanía del sombrero en paja toquilla como actividad mercantil simple y que permanece hasta la actualidad; y el arrieraje como forma de intercambio mercantil, esta última desaparecida. Ambas fueron significativas en el orden interno de la familia y como complemento económico en su sostenimiento; pero en ningún caso fue lo hegemónico, y menos dio lugar a acumulación de capital. El arrieraje, más bien por su vinculación al mercado de otras provincias, va a generar formas de diferenciación social interna. Por otro lado, la producción agrícola fundamentalmente, al no rebasar se conoce a diferencia de otras zonas, de mercados importantes o ferias locales o aledañas. El intercambio como el mercado dominical de Celendín (el más importante de la provincia) sólo se realiza al promediar la década de 1940 y en forma intensiva a partir de 1960.

Con relación a lo segundo, de conservar su naturaleza de producción diversificada, es obvio que ésta al ser agrícola y dentro de moldes de una economía familiar, necesariamente deviene en diversificada. La producción en este sentido comprende dos áreas: la parte central del valle y la parte periférica. La primera, teniendo en cuenta la composición favorable de tierras y el fenómeno de la laguna, se la dedica mayoritariamente al cultivo del maíz y papa. Conjuntamente con el maíz se cultiva y cosecha, en cantidades proporcionales, frijol, zapallos, chiclayos, cayhuas. Es interesante escuchar testimonios orales sobre la enorme capacidad productiva del valle, ninguna familia quedó al margen de estas bondades y sólo se vieron afectadas relativamente en épocas de heladas como fenómenos naturales. Los rastrojos fueron utilizados en la alimentación de algunas especies como vacunos (toros y bueyes para el trabajo de las tierras), caballares, equinos y otros menores. La papa y el haba, si bien se cultivaron, no se hizo en las mismas cantidades que el maíz.

En la segunda área, la periférica del valle y que no fue afectada por la laguna, se produjeron arvejas, lentejas y también papa, habas, cebada, trigo y maíz. Esta característica de producción se conserva hasta la actualidad, aunque en menor nivel de productividad. En la época que estamos refiriendo, sin dejar de ser importante, sólo actuó como complementaria a la producción de maíz en el centro del valle. La producción parcelaria también se diversifica cuando muchas de ellas se las dedica al cultivo de la alfalfa para usos de arrieraje (no se conocía ni el heno ni al kikuyo). Al hacerse la distribución de las parcelas se señala incluso que el solar tiene esa característica de alfalfar. Por último, con relación a la cría de ganado hacia el este del valle, hasta los años 40 no es representativa. No se cría ganado de engorde, para carne ni para consumo local, ni menos para el mercado exterior; el ganado lechero no adquiere la importancia debida y se cría el ganado vacuno (toros y bueyes) para el arado en el valle y en la parte alta del mismo. La producción fue entonces fundamentalmente agrícola y diversificada; tubérculos, cereales, legumbres, y otros en forma abundante obtuvo la población del valle, no por algo existieron 12 molinos de granos movidos por agua (hoy no existe ninguno).

Queda pendiente el estudio sobre la producción lechera para el próximo número.

De la revista El Labrador N° 1 1992.

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