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jueves, 3 de noviembre de 2011

Huellas: LA CATANEADA



Por: José Escalante del Águila.
Cursábamos, el cuarto año de secundaria y como todos los años, cada sección realizaba los meses de Setiembre-Noviembre el tradicional paseo o excursión, de acuerdo a los fondos que se tenía ahorrado para tales fines.

La suerte, de mi promoción como habíamos trabajado todo el año, nos aseguramos una excursión al distrito de Púsac, (extremo oriente a orillas del Marañón). Salimos a las 3.00 am en la camioneta marca Toyota de Martín Chávez (antes a Chacanto), lugar hermoso, a orillas del majestuoso Marañón, se cruza por un puente de estructuras metálicas con base de concreto, (años atrás se hacía por puente colgante); se llegaba después de 3 1/2 horas (en la actualidad se llega en 1 1/2).

Tomamos desayuno, en "Mama Shanto" (señora entrada en edad, pero con una cordialidad muy grande), a las 8.00 am enrumbamos nuestro viaje a Púsac, siempre a orillas del Marañón, cual majestuoso como una serpiente de oro de Ciro Alegría, llegamos, al lugar denominado Huanabamba, después de una parada, para refrescarnos con agua de una acequia que derramaba agua cristalina, comer plátanos y naranja guasha, la más dulce que había saboreado en mi vida.

Por fin, cerca de las 10 de la mañana hicimos nuestro arribo al lugar del destino, Púsac.

Algunos(as) compañeros bajaban como sonámbulos, con su limón en mano por el soroche que les había cogido durante el trayecto.

Ruta hacia el Marañon...
Como era día domingo, no tuvimos el recibimiento formal del director de la escuela, que funcionaba en ese distrito (no existía colegio secundario aún); en la placita lo encontramos a un artista de circo (Dander) al popular masiste, hombre corpulento que su número circense consistía en doblar en su nuca (cuello), la barra que sostenía las pesas de metal, también lo hacía a punta de cabezazos.

Antes de empezar a contarles la historia, les diré que Púsac, es un lugar encantador, todo verdor un lugar netamente agrícola donde se siembra en su mayoría frutas de las especies más diversas (plátanos, mangos ciruela, naranja, caña de azúcar, maní maíz, limones, etc.).

Contactamos con la directora del plantel, para jugar un partido de fulbito colegio San José Vs. Escuela Primaria de Púsac, (la mayoría jugaba en la liga de sucre como: Checa en San Isidro, Josefina, Nilo, José Fernando, Secundino, en Defensor Sucre; Rufino, Gilmer, Portella en Defensor Independiente; todos estrellas).-algunos jugaban con Chimpunes marca Olímpicos otros con zapatillas marca Bata.

El contrincante, la mayoría a "Pata cala", la Señorita Directora nos manifestó que su mejor jugador no estaba presente, púes se había ausentado para ir a llevar sal a su ganado al potrero, situación que no tomamos en cuenta para nada, púes nosotros con poses de grandes estrellas no nos interesaba quien faltaba.

Comenzó el partido, con un público numeroso (creo se juntó todo el pueblo), con un sol abrasador que traspasaba hasta tu guashatullo y tus sienes de hacían como colgajo de lagartija en calor.

El primer tiempo, como para estudiar al enemigo nos hicimos dos goles por bando (Checa y Nilo), nos parecía pan comido y que en el segundo tiempo, la cosa se iba a poner mejor.

Las compañeras, para darnos ánimo nos alcanzaban agua para mojarnos la cabeza porque ya no soportábamos ese calor infernal, (parecía que estábamos jugando en el piso de un horno).
Río Marañon

Segundo tiempo, después de recibir las instrucciones de Felipe Silva, de cómo jugar y atacar para poder superar a los infantes, (más jóvenes que nosotros); quienes recibían instrucciones de su directora, todo empezó, peloteo para acá, peloteo para allá ,gambetas de Checa y Nilo, Josefina era imparable en la defensa, hasta que nos cayó la noche, los escueleros empezaron como una máquina de perfección a hacer jugadas, parecía que se estaba jugando a la "gallinita ciega", empezó el rosario de goles y lo peor que no podíamos pararlos, estábamos extenuados (Echémosle la culpa al sol), gracias a Dios que jugamos 20 minutos por tiempo y al término del partido habíamos recibido la cataneada de 12 goles, gracias digo yo por el poco tiempo que se jugó, sino esto hubiese sido ya no una goleada, más bien hubiese sido una canastada(cesteada) como en basquetbol.

Cabizbajos y con el ánimo por los suelos, no nos quedó más que ir a orillas del río a refrescarnos, pero no se habló más del partido de fulbito.

De la revista El Labrador, 2011.

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