Por: José Escalante del Águila.
Cursábamos, el cuarto
año de secundaria y como todos los años, cada sección realizaba los meses de
Setiembre-Noviembre el tradicional paseo o excursión, de acuerdo a los fondos
que se tenía ahorrado para tales fines.
La suerte, de mi
promoción como habíamos trabajado todo el año, nos aseguramos una excursión al
distrito de Púsac, (extremo oriente a orillas del Marañón). Salimos a las 3.00
am en la camioneta marca Toyota de Martín Chávez (antes a Chacanto), lugar
hermoso, a orillas del majestuoso Marañón, se cruza por un puente de
estructuras metálicas con base de concreto, (años atrás se hacía por puente
colgante); se llegaba después de 3 1/2 horas (en la actualidad se llega en 1
1/2).
Tomamos desayuno, en
"Mama Shanto" (señora entrada en edad, pero con una cordialidad muy
grande), a las 8.00 am enrumbamos nuestro viaje a Púsac, siempre a orillas del
Marañón, cual majestuoso como una serpiente de oro de Ciro Alegría, llegamos,
al lugar denominado Huanabamba, después de una parada, para refrescarnos con
agua de una acequia que derramaba agua cristalina, comer plátanos y naranja
guasha, la más dulce que había saboreado en mi vida.
Por fin, cerca de las
10 de la mañana hicimos nuestro arribo al lugar del destino, Púsac.
Algunos(as) compañeros
bajaban como sonámbulos, con su limón en mano por el soroche que les había
cogido durante el trayecto.
Ruta hacia el Marañon... |
Como era día domingo,
no tuvimos el recibimiento formal del director de la escuela, que funcionaba en
ese distrito (no existía colegio secundario aún); en la placita lo encontramos
a un artista de circo (Dander) al popular masiste, hombre corpulento que su
número circense consistía en doblar en su nuca (cuello), la barra que sostenía
las pesas de metal, también lo hacía a punta de cabezazos.
Antes de empezar a
contarles la historia, les diré que Púsac, es un lugar encantador, todo verdor
un lugar netamente agrícola donde se siembra en su mayoría frutas de las
especies más diversas (plátanos, mangos ciruela, naranja, caña de azúcar, maní
maíz, limones, etc.).
Contactamos con la
directora del plantel, para jugar un partido de fulbito colegio San José Vs.
Escuela Primaria de Púsac, (la mayoría jugaba en la liga de sucre como: Checa
en San Isidro, Josefina, Nilo, José Fernando, Secundino, en Defensor Sucre;
Rufino, Gilmer, Portella en Defensor Independiente; todos estrellas).-algunos
jugaban con Chimpunes marca Olímpicos otros con zapatillas marca Bata.
El contrincante, la
mayoría a "Pata cala", la Señorita Directora nos manifestó que su
mejor jugador no estaba presente, púes se había ausentado para ir a llevar sal
a su ganado al potrero, situación que no tomamos en cuenta para nada, púes
nosotros con poses de grandes estrellas no nos interesaba quien faltaba.
Comenzó el partido,
con un público numeroso (creo se juntó todo el pueblo), con un sol abrasador
que traspasaba hasta tu guashatullo y tus sienes de hacían como colgajo de
lagartija en calor.
El primer tiempo, como
para estudiar al enemigo nos hicimos dos goles por bando (Checa y Nilo), nos
parecía pan comido y que en el segundo tiempo, la cosa se iba a poner mejor.
Las compañeras, para
darnos ánimo nos alcanzaban agua para mojarnos la cabeza porque ya no
soportábamos ese calor infernal, (parecía que estábamos jugando en el piso de
un horno).
Río Marañon |
Segundo tiempo,
después de recibir las instrucciones de Felipe Silva, de cómo jugar y atacar
para poder superar a los infantes, (más jóvenes que nosotros); quienes recibían
instrucciones de su directora, todo empezó, peloteo para acá, peloteo para allá
,gambetas de Checa y Nilo, Josefina era imparable en la defensa, hasta que nos
cayó la noche, los escueleros empezaron como una máquina de perfección a hacer
jugadas, parecía que se estaba jugando a la "gallinita ciega", empezó
el rosario de goles y lo peor que no podíamos pararlos, estábamos extenuados
(Echémosle la culpa al sol), gracias a Dios que jugamos 20 minutos por tiempo y
al término del partido habíamos recibido la cataneada de 12 goles, gracias digo
yo por el poco tiempo que se jugó, sino esto hubiese sido ya no una goleada, más
bien hubiese sido una canastada(cesteada) como en basquetbol.
Cabizbajos y con el
ánimo por los suelos, no nos quedó más que ir a orillas del río a refrescarnos,
pero no se habló más del partido de fulbito.
De la revista El Labrador, 2011.
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