Por Sachama.
En el Puesto de la
G.C. de Sucre, estaba de servicio el sargento al que le decían "El
mono"; este al ver llegar al hombre más importante de su jurisdicción, le
dice: En que se le puede servir don Sarmientito; él le contesta, he venido a
poner una denuncia; asientan la tal denuncia en el cuaderno de ocurrencias y el
denunciante se despide. El "mono", comandante del puesto, ordena a su
subalterno, para que vaya a la Conga de Urquía a notificar a Melque, que tenía
una denuncia y que se constituya en el término de la distancia a contestar la
tal denuncia respectiva. Melque, sin ofrecer resistencia dijo: vamos que yo no
tengo a que tener miedo. Llegan al Puesto y el sargento "Mono" hizo
llamar al señor Sarmiento, llegó éste y después de ultrajar a Melque, le dice:
¿Cuándo me vas a pagar el peso que me debes? Melque reconoce su deuda y le
dice: Ño Sarmiento, no tengo más que cincuenta centavos, de aquí en quince
días, le pago al resto.
Ño Sarmiento, alegre
no por los cincuenta centavos que le pagó Melque; sino porque el Comandante del
Puesto, le había hecho su gusto de traerlo de su jeta al cholo. Pasan los 15
días y el cholo Melque, no cumplió su palabra, siguen pasando los días y Melque
no parece a pagar el saldo otra vez, ño Sarmiento, con su paso cadencioso y su
pulcritud acostumbrada, va al Puesto de la Guardia Civil y le dice al sargento
"Mono" ¡Ese cholo no ha cumplido! Esta frase, para los oídos del
sargento era una órden y termina su pedido diciendo: Hazme el favor de enviar
otra vez a tu guardia, para que lo traiga al cholo Melque. El sargento
"Mono" franelero por excelencia llama al mismo Guardia y le ordena
que vaya la Conga de Urquía a traer al cholo Melque. El subalterno le pregunta
a su sargento: ¿Cuánto es la deuda?; el Sargento "mono" le contesta,
una peshe, o sea, veinte centavos; el Guardia en presencia de su Sargento
"Mono" saca de su bolsillo los veinte centavos y le dice a ño
Sarmiento: Tome Ud. su peshe y me evito de ir hasta la Conga de Urquía y a la
vez, no gasto la suela de mi zapato. Ño Sarmiento al ver el gesto del Guardia
Civil; recibió los veinte centavos y salió chispeando de cólera del Puesto.
Tomado del libro IRIKANA de Sachama.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario