Por Nazario Chávez Aliaga.
Antenor Orrego, una de las figuras más
esclarecidas de la intelectualidad, no sólo del Perú y América, sino de los
pueblos latinos y europeos, a quien Ortega y Gasset calificó como el alma del
signo de América, prologó mi Libro "Liberación", en diciembre de
1935, dice así:
"He aquí un libro
que llega en su momento justo. Como los organismos vivos, los libros tienen,
también, un lapso intrauterino, un período de enclaustramiento interno en que
se aglutinan y se organizan las fuerzas que han de constituir, después, un todo
biológico. Surge así, de su cápsula materna, la criatura espiritual, dispuesta
integralmente para insertarse en la corriente total de la vida y cumplir sus
fines ulteriores".
EL MAZO CREADOR
"Buena parte de
la producción latinoamericana es una producción AHISTORICA. Los hombres y los
libros sexi de esencia cronológica y no pueden prescindir de su tiempo, a
fuerza de CRIATURAS PURAS. Que más hermoso, positivo y heroico que el mazo del
hombre alzándose sobre el espacio y el tiempo, en arranque de reciedumbre
creadora, para troquelar el plasma inerte de la Naturaleza y hacer, una vez
más, la incorporación del espíritu en el galope de los acontecimientos y de los
hechos".
Nazario Chávez sabe
muy bien esto, ya que su propia vida individual, cuya prolongación anímica es
este libro, está insertada, desde su raíz, en el drama, en la tragedia, en el
dolor y en la desesperación de su tiempo. El, también, desde su emplazamiento, belígera,
y realiza el simbólico y clásico gesto de levantar el mazo y descárgalo en acción
forjadora, sobre el plasma del presente, cimentando y modelando así la
estructura del futuro".
DE ADENTRO HACIA AFUERA
"Más él sabe,
también, que toda construcción duradera que está destinada a vencer el tiempo
en su trayectoria creatriz, tiene que venir de adentro hacia afuera, del sujeto
hacia las cosas, del hombre hacia los hechos, y dirigirse por eso, hacia las
almas de los hombres y, singularmente, hacia las almas de los hombres jóvenes
que deben transformar el mundo; que deben adquirir el pleno dominio de sus
fuerzas interiores para obtener el señorío sobre la Naturaleza y hacer de la
historia la expresión diáfana de su propio espíritu y de sus propios
pensamientos. Sólo entonces el hombre es virilmente el HOMBRE que surgió de la
nada o del caos para cumplir, en la carne y en el espíritu, su esencia más propia
y más íntima: la procreación y la fecundidad".
SABIDURIA DEL DOLOR
"LIBERACION"
es un breviario religioso, un breviario de acción para la juventud peruana. Su
entonación evangélica viene de un hombre, necesariamente imperfecto, que lo ha
escrito en su hambre devorante de perfeccionarse a sí mismo para que su propia
experiencia sirva a la perfección de los otros. No hay santos que surjan perfectos
porque sería la negación de sí mismos. No hay santidades sin pecados y sin flaqueza
que dominar. Las santidades surgen después de un largo camino cruento, después
del hondo abismo de la desesperación, cuando sólo las carnes se han desgarrado
en las espinas y cuando los guijarros buidos han tajado las plantas trémulas
del caminante. La palabra que enseña y que ilumina es la flor fulgurante que
surge del abismo de la imperfección; es la rosa meteórica que ha brotado de la
tiniebla aplastante de la caída. Por eso, el sabio perfecto es humilde. Sabe
que las flaquezas de los otros han sido y son sus propias flaquezas, y que el
hombre sólo con la palabra que chorrea de angustia, y que resume tremulación de
lágrimas, puede mostrar a los otros el camino de la LIBERACION. En el principio
fue el Verbo, porque antes tenía ya la experiencia cruenta de sus otras
creaciones, la infinita carga de los universos sufridos antes de
nosotros".
EL GESTO PARABOLICO
"Cada capítulo de
este libro, "libro de horas", tiene el esguince elegante y proficuo
de la parábola. Parabólicas fueron siempre las voces eternas: las que cogieron
y pescaron las almas en las empresas heroicas; las que hendieron el corazón de
los hombres para lanzarlos en las más sapientes aventuras, llenas del fruto
meteórico de los siglos. El autor ensaya en estas páginas su parábola docente,
su propia parábola, reveladora de sus más íntimas experiencias espirituales. El
también, hace su SERMON DE LA MONTAÑA, como aquella vida arquetípica de Galilea
que se constituyó en el plasma vivo de todos los anhelos eternos de la
humanidad progenie".
LA ENSEÑANZA DE LA VIDA
"Y no es un libro
teórico y de simple hipótesis racional. Aquí está impresa la cuita de su dolor
y ha surgido allende la disquisición intelectiva y detrás del muro quemante de
una vida, que se ha vertido, pródiga y sin miedo, a través de los caminos más
ásperos.
No se enseña a los
hombres sin que antes, también, la vida nos haya enseñado su sabiduría
abatiendo sobre nuestras carnes sus tajos más terribles. Es simbólico que el
calvario sea una cima a la que hay que ascender cumpliendo las siete CAIDAS
mortales para luego aplacar la sed con acíbar y vinagre. Pero, hay que esperar,
también, la alegría y la diana de la Resurrección cuando nuestro pensamiento se
ha hecho carne en el pensamiento y en la acción de los otros; cuando las
realidades y los hechos vienen a darnos la razón de nuestro sacrificio
triunfante cual cimera luciente de las aguas, tras de haberse desgarrado contra
las rocas".
LA OLA DE LA HISTORIA
"Bismarck, el
Canciller de Hierro, dijo cierta vez, en una frase feliz "que el hombre
tiene exactamente, la altura de la ola que lo levanta". Esto quiere decir
que Si hay virtualmente muchos hombres grandes, sólo la grandeza que surca la
ola de la historia y es levantada por el consenso y la emoción de sus
contemporáneos, cumple con eficacia toda su trayectoria. Únicamente desde estas
alturas es posible que la docencia de un pensamiento y de una acción eminentes
adquiera su máxima repercusión creativa y, de allí, el crimen inexcusable que
significa el ahogar para las multitudes el miraje de los hombres ejemplares y
de los pensamientos también ejemplares. Si no hemos podido levantar hasta hoy,
después de cien años de república, por causa de nuestra viscosa crueldad sudamericana,
la figura indiscutible de un gran hombre, levantemos por lo menos sobre los
hombros de las masas sedientas de luz, nuestros pensamientos ejemplares que, a
la postre, ellos prepararán el terreno de recepción que necesita la docencia
constructiva de un gran espíritu".
Lima, diciembre de 1935. Antenor Orrego.
Fue allí en ese
presidio horrendo, rodeado de agua perversa, de nidos de alacranes hambrientos
y de penas que se esconden en sus celdas para no ver a nadie, en donde pasé
cuatro años miserables de permanente tortura, fue allí —repito— donde escribí
mi libro "Liberación", en tiras de papel recortadas de las márgenes
del diario "El Comercio", que era el único periódico que estaba
permitido leerse, borradores que salieron conmigo, Porque formaba parte de mi
vida y de mi ser.
No hay una sola nota
de dolor y amargura en las páginas de mi libro. Muy por el contrario —como lo
dijera Orrego— "Liberación", es un libro de parábolas, "maravillosamente
escrito", como lo fue el Mensaje Eterno de la "Fraternidad
Humana".
103
Del libro Autobiografía Nazario Chávez Aliaga, págs.
99 – 103.
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