Por: Jorge Wilson Izquierdo
Viajar -por la selva
en concento de muchos, siempre es algo fascinante ya por la geografía,
costumbres, por la presencia de la fábula o de hechos al parecer inverosímiles.
De allí que hayan despertado mi curiosidad y mi asombro ciertas referencias de
quienes han visitado tan exóticos como tórridos lugares. Un amigo profesor me
embelesaba, por ejemplo hablándom
e de la reducción de cabezas humanas por
tribus del Alto Marañón, más adentro de Suyo e Imacita Otro, curtido viajero
que ya y viene continuamente, me refería sobre la hiel de majaz. Que el majaz
es un animal parecido al conejo, con cuya piel se cura inmediatamente la
mordedura de cualquier víbora por peligrosa que fuere. Que la hiel se la
ingiere con la pepa raspada del cedrón (que existe del hembra y del macho) y la
pepa de la covalonga (también hembra y macho) Al conjunto hay que agregarle una
copa de aguardiente para tener obtener la pócima curativa.
En otra oportunidad me
enteraba que el canero es un pez diminuto que por naturaleza tiende a
introducirse por los genitales y hasta por el recto de las gentes. Cuando
alguien orina, contra dicha corriente, suben y penetran en gran cantidad,
llegando en algunos casos, a producir la muerte. Que estos parásitos se
reproducen mayormente en las aguas estancadas de la selva y la gente conoce
todas las precauciones para evitar la invasión.
En el río Tonche,
Rioja, lugar de donde se trae la paja toquilla para la manufactura celendina,
abunda la piraña una especie voraz de pez que en segundos esqueletiza a sus
víctimas. Que en dicho río también abundan los carachanos que se utilizan para
preparar los más suculentos chilcanos. El río Altomayo se forma de la
confluencia del Tonche o Tonchimán, el río Negro, los ríos Nuevo Cajamarca, San
Juan, Naranjillo y Los Naranjos, únicos caminos que unen las pequeñas
poblaciones perdidas en la majestuosidad impenetrable de la selva... Ya en otra
dimensión discurren el Ucayali, Huallaga, Marañón, Morona, Tastaza, Tigre, etc.
Y la víbora conocida como cascabel, es la que pica e inmediatamente se esconde,
lo cual facilita matarla sin andar muy lejos.
Existe, además, un
árbol muy importante del que se extrae la lecho del ojé su nombre, que combate en forma increíble a
los más rebeles parásitos intestinales. Y existe también otra planta llamada
itil; si una persona pasa muy cerca de ella, se enllaga de manera total e
incurable. Entonces, parte noche, hay que ir a gritarle a la planta: "¡Yo
me llamo itil, déjame ir! ¡Yo me llamo itil, déjame ir!", sucediendo que
de esa manera la gente queda curada. Pareciera increíble, ¿verdad? Con razón la
selva, trémula y fascinante, ha sido debida y fielmente traducida por
escritores de la talla de Arturo Hernández ("SAN GAMA"), Francisco
Izquierdo Ríos ("LOS DÍAS OSCUROS"), Fernando Romero ("DOCE
RELATOS DE SELVA") y otros.
Hoy por hoy, parece
garantizada la incursión en el sueño dorado de llegar a la selva por Celendín,
con muy entrañables perspectivas, mediante el asfalto hasta Saposoa, pues,
hasta la Pampa del Toro nada menos que este año llegarán los trabajos. Y cuando
terminen de acuerdo a tan trascendental proyecto, se desplegará un fastuoso
plan de desarrollo agroindustrial, turístico, energético (Púsac, 25 megavatios
para todo el norte del país), minero (zinc, oro, plata y plomo), fáunico e
industrial (madera de exportación), etc. Lo turístico abarcaría Kuélap, Atuén,
Gran Pajatén y otros intermedios; además de Paisajes excepcionales como los del
Celendín andino y la vasta cuenca del Marañón, abriendo acceso a UN MILLÓN DL
HECTÁREAS de la selva y a una vía fluvial rumbo al Brasil y al Viejo Mundo.
Será el gran corredor
económico, social y cultural de una gran cabeza de región y, si Dios y el
tiempo lo permitan, personalmente podremos admirar y aprehender todas las
potencialidades que allá todavía se anidan invitando a desentrañarlas... No
dejemos de mirar hacia la selva, por favor.
Tomado de la revista El Labrador Sucre 2007.
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