Por Gutemberg Aliaga Zegarra.
Onésimo Silva Reyna, Maestro de vocación, es un ciudadano sucrense, forjado como docente en las aulas bolivarianas de la Universidad Nacional de Trujillo. Recordado como maestro honrado, exigente, disciplinado y fiel cumplidor de su deber. En su actual hogar, en Cajamarca, nos accedió a la siguiente entrevista en exclusiva para la Revista "El Labrador".
GAZ. ¿Maestro, podría usted decirnos la fecha y
lugar de su nacimiento?
OSR. Vi la luz del día
en la villa de Huauco, hoy ciudad de Sucre, un 16 de julio de1921. Por
consiguiente, cuento a la fecha con 76 años y 9 meses de edad.
GAZ .Cuántos años hace que radica en Cajamarca?
OSR. Hace un poco más
de once años que vivo en esta bella ciudad del Cumbe.
GAZ. ¿Qué es lo que más añora?
OSR. Dos son los
motivos que tienen preeminencia en mi recuerdo y corazón: el uno, la añoranza
por mí adorada tierra natal; el segundo, el latente y amoroso recuerdo por mis
hijos, en especial por los ausentes.
GAZ. ¿Podría narrar una anécdota de sus años
como estudiante universitario?
OSR. Una de tantas es
ésta: una mañana, por la premura en salir de casa, me apresuraba a ingresar a
una clase de Literatura en circunstancias que coincidían en uno de los
corredores del patio principal con el Ingeniero Carranza, Catedrático, quien,
al verme sin llevar la corbata, me espetó:
¿A dónde va con tanta
prisa, joven?.
Respondí:
Ingeniero, voy a clase.
El me replica:
¿A clase, con esas
trazas? Me miro, azorado, mientras el Ingeniero, asiéndome de un brazo, casi me
grita:
¡Vaya de inmediato y
póngase la corbata; pero no me regrese desaliñado!
Como un meteoro fui a
cumplir la infalible fórmula de aquellos tiempos. ¡Ah, aquellos tiempos, felizmente
ya postergados!
GAZ. ¿Dónde se inicia como docente y en qué
lugares laboró?
OSR. En abril del año
46 me inicio en la Escuela N° 81 de la ciudad de Celendín. A los dos meses me
trasladan al 85, donde laboro hasta finalizar el año 48, para desde el 49
actuar en la ciudad de Sucre, en el C.E. "Andrés Mejía Zegarra", hoy
82427, hasta el año 1983, en que, después de 37 años y 4 meses de ejercicio, me
obliga a suspender mi trabajo docente una penosa enfermedad, de la que hasta
hoy no me he recuperado del todo.
GAZ. ¿Cuál fue su mayor experiencia como maestro?
OSR. Mis más vivenciales
experiencias como maestro son: una, el haber aprendido a amar tan fuertemente a
mis alumnos, como un verdadero padre, sin perjuicio de poner de tanto en tanto
la fórmula: "con una mano la miel; con otra, la hiel", fórmula que, a
pesar de las innovaciones, ha permitido forjar tantos grandes valores humanos;
la otra, convencerme que la base fundamental para instruir y educar es la
puntualidad de los dos principales personajes del drama educativo: docentes y
alvinos.
GAZ. ¿Dentro del campo educativo, que problemas
tuvo?
OSR. En la función
docente, como es general, tuve que afrontar serios problemas de toda índole ora
con los alumnos; ora con los padres; ora con los colegas, en especial del nivel
secundario. Pero tuve la positiva capacidad de resolverlos todos, airoso y
siempre alcanzado la meta que yo buscaba, pues siempre fueron mi norte la
verdad, la lealtad y la justicia.
GAZ. De no haber estudiado para docente, ¿qué
otra profesión habría elegido?
OSR. Creo haber tenido
la dosis suficiente de capacidad y preparación en la primaria y secundaria,
como para haber optado otra carrera, que no la docente.
GAZ. Cuáles han sido para Ud. los mejores
maestros en el Huauco?
OSR. Sin titubeos,
señalo como maestros de primer orden, con letras mayúsculas, que laboraron en
Huauco, a don Clemente Díaz Cáceres, a Máximo Silva Gómez, a Víctor Camacho,
los tres celendinos, ya fallecidos; a Víctor Sánchez, alias El Chirre, joven
maestro de singular talento y mejor vocación para educador, sin desmedro de
aquellos hermanos maestros que actuaron junto a mí, a mucha honra mía. Pero, la
memoria que se merece el MAESTRO ARTEMIO TAVERA SOROGASTUA, es para mí la del
maestro dios de la docencia, polifacético y con una vocación de servicio muy
pocas veces hallada en toda la historia de la educación.
GAZ. ¿Qué ha hecho como ciudadano y como
maestro, por Sucre?
OSR. Como ciudadano me
cupo en diferentes oportunidades actuar en diferentes acciones cívicas dentro
de instituciones locales; integrar comisiones para gestionar en Cajamarca y Lima,
colaboraciones unas veces, para alguna obra importante; para alguna creación
como la del Colegio Secundario; y en el campo escolar, para fomentar el ornato
de la ciudad, el bienestar económico local (esto último, pese a su poca duración).
Como maestro, espero que sea la comunidad en la que me desarrollé y mis alumnos,
los que avalúen con criterio sano lo que pude hacer por Sucre.
GAZ. ¿Qué obras prioritarias necesita Sucre
para su desarrollo?
OSR. Creo que el
fomento del espíritu solidario entre los miembros de la comunidad, tanto por parte
de los maestros, como de las instituciones y el resto de la población, sería el
sustento más preciado, porque de esa solidaridad, hoy por hoy un tanto venida a
menos, nacería la fuerza capaz de dar solución a tantos problemas que aquejan a
nuestro lar natal. Y otro aspecto esencial es, de hecho, dar mayor énfasis a la
educación, no sólo de la niñez y juventud, sino de los adultos, como se iba
haciendo, hace algunos años, por parte de la docencia local, mediante charlas
continuas a los padres de familia.
GAZ. ¿Tiene Ud. alguna creación literaria,
publicada o inédita?
OSR. Nunca se me metió
en la cabeza escribir una obra, o libro. Pero si tuve, desde mi infancia
afición por la poesía habiendo escrito unos doscientos poemas, más o menos,
todos ellos dentro de ciertas normas clásicas, con una breve dosis de romanticismo.
GAZ. En forma sucinta, qué nos puede decir de
la trilogía: Clodomiro Chávez Mariñas, Nazario Chávez Aliaga y Manuel Quevedo Reyna?
OSR. Permítaseme no
considera una trilogía solamente, sino para mí, un CUARTETO. Para el común de
los Huauqueños o sucrenses, este cuarteto comprende a los faros señeros de la
intelectualidad hermana, que han plasmado su talento y amor por la tierra en
obras históricas y trascendentes, sean de índoles puramente espiritual, o
material. Su huella brillante de ser seguida por las nuevas generaciones, para
lo cual es imprescindible que éstas los conozcan siempre a través de una
información histórica a cumplir por los docentes y comunidad toda.
GAZ. Podría decirnos algo - sobre el Dr. Andrés
Mejía Zegarra?
OSR. Del doctor Andrés
Mejía Zegarra, cuyo nombre llevó dignamente nuestra Escuela Primaria por muchos
años, sólo sé por referencias de varios sucrenses que lo conocieron personalmente,
que fue en vida un hidalgo del honor personal y profesional, siendo una
honradez prístina y un amor cabalmente cristiano por sus semejantes, los
pilares básicos de su fecunda vida.
GAZ. ¿Referente al Colegio San José, qué nos
podría decir?
OSR. El Colegio San
José es un parto dialécticamente soñado y esperado por la comunidad de Sucre.
Idea surgida de nuestro dilecto Alcibíades Horna Marín, tornóse en obsesiva
meta para Sucre. Los sembradores de tal idea fueron, además del páter de la
idea, el Dr. Samuel Silva Marín, Profesor Tarsicio Bazán Zegarra, Dr. Víctor
Rodríguez Chávez, Dr. Magno Rodríguez Domínguez, quienes viajaron a echar la
semilla, que cayó en terreno feraz. A poco, gracias al tesonero afán de los
maestros primarios y otros sucreños de corazón, gracias a la gestión del Dr.
Alfonso Rodríguez Domínguez, se creó el Colegio, Alma Mater de nuestro pueblo,
del que se espera una labor cada vez más fecunda en aras de la formación de
nuestros jóvenes, llamados a ser los pioneros más eficientes en la
estructuración de un Sucre digno de la peruanidad futura.
GAZ. Qué futuro le desea a "EL
LABRADOR", como vocero cultural de la ASUC?
OSR. Que ésta revista,
que con tanta dedicación y sacrificios, van logrando editar anualmente los
hijos de Sucre en Cajamarca, continúe en posteridad, ganando prestancia y
perfección, para lo que es de esperar que otros coterráneos tomen la posta
cuando los actuales, por circunstancias insuperables dejen el campo de batalla,
siempre con la victoria en el corazón, después de duro trajinar.
GAZ. La anécdota que más recuerda con sus
alumnos
OSR. Siempre fue una
preocupación constante mía el aseo personal y general de mis alumnos. Así,
aquel día, al levantar el brazo una de mis alumnas del sexto grado, alcancé a
ver descosturada una manga de chompa, en la axila.
¡Mary!, le grité,
apenas termine la clase corres a tu casa a coserte manga que se te ve rota y
descuidada. ¡Saben bien que no permito desaliños en sus vestidos!
Sonrojóse la alumna,
al ver que la había pillado y al retomar asiento, algo le susurra a compañera
de carpeta. Oigo que ésta le dice:
¡Dile pues, tontaza! ¡Dile
también!
Intrigado pregunto:
¿Qué pasa ahora Mary?
¡Ay, profesor! ...Pero
titubea proseguir
¡Habla de una vez,
tontona!
¡Ay, profesor! Gracias
por observación de mi chompa. Pero usted también a veces se descuida.
Y casi gimiendo
prosigue:
Hoy también usted
llega descuido, Los botones de su jareta están sueltos...
Me miro, dubitativo...
Y... ¡Realidad! Los cinco botones mi jareta, los tenía desabotonados.
Y, casi también
gimiendo, le dije:
¡Gracias, Mary;
Gracias!
Tomado de la revista El Labrador, mayo 1998.
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