Tito
Zegarra Marín
Hace
algunos días, con mi buen amigo Joubert Sánchez Gómez, tuvimos la oportunidad
de visitar y recorrer partes importantes del cerro Qayaqpuma (morada del puma),
ubicado en el distrito Llacanora, casi pegado al balneario Baños del Inca y a
un paso de Cajamarca.
Pintura rupestre en Qayaqpuma (morada del puma) |
Son
pinturas que hablan de los primeros grupos humanos que poblaron la tierra de
los caxamarca: de sus correrías, actividades realizadas, relaciones con los
elementos de la naturaleza y formas de pensar y ver al mundo. Dentro de ellas,
destacan dibujos de auquénidos en cantidades asombrosas, como prueba inequívoca
que los antiguos caxamarca domesticaron y convivieron con los camélidos andinos
(la llama en especial); también, figuras que representan a los nativos en actitud
de danza, con sus trajes típicos e instrumentos de la vida cotidiana.
En
general, los dibujos siendo cuantiosos, son relativamente pequeños, llenos de
contenidos artísticos y pintados con exquisitos colores: rojo, amarillo y
anaranjado. Roger Ravines y Alfredo Mires, reconocidos estudiosos
cajamarquinos, han investigado este rico patrimonio histórico. Actualmente, la Dirección
Regional de Cultura y la universidad de Wyoming (EE.UU), están abocados a
rescatarlo.
Pero
el Qayaqpuma, ligeramente cortado por una quebrada y dos cataratas llamadas hembra
y macho, esconde algo más: en sus costados laterales aún son visibles algunas
huellas del gran Qhapac Ñan o camino del Inca, que vino del Cuzco y pasó a
Quito, algún trecho empedrado, sólido y ancho pero ya sin uso. Recorrimos esos vestigios
y Joubert me hacía notar que por todos esos roquedales agrestes existe pintura
rupestre.
Continuamos
esta visita el siguiente día, transitando algunos tramos del ramal del Chapac
Ñan que parte de San Marcos con dirección a tierras de los chachapoya, pasando
por el distrito Sabogal y de allí al valle Jecumbuy al borde del río Marañón.
La imagen del Qayaqpuma (Callacpuma, para otros) parecía resplandecer por esas cresterías
andinas.
*Artículo publicado en Panorama Cajamarquino, el 22
oct. 2015
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