Tito Zegarra Marín
Al sur de Celendín se ubica uno de los más hermosos y frescos valles andinos de la región, en los que se asientan los pequeños pueblos de Sucre y José Gálvez, cercanos el uno del otro. En dichos pueblos, la fiesta del carnaval está alcanzando un nuevo matiz y colorido, debido básicamente a la fina creatividad e ingenio que ponen sus pobladores para presentar los motivos carnavalescos, realmente atrayentes y bellos, que de veras complacen a pobladores y visitantes.
Es el caso de los “reyes momos” del sábado de carnaval en el distrito Sucre y del “corso de reinas y alegorías” en el distrito José Gálvez. Sobre lo último, he resaltado por estas páginas lo estupendo y bien organizado de la fiesta del jueves de carnaval en el mencionado distrito, como actividad a emular. Y sobre la presencia de los “reyes momos” en la localidad de Sucre, permítame un breve comentario.
Los “reyes momos”, que son varios conforme al número de barrios, son una suerte de personajes ficticios que inician y dan un toque especial a las fiestas carnestolendas, caracterizados por su tamaño descomunal, su diseño artístico y su sentido absolutamente sarcástico, a gusto de lo que la población imagina y espera, y convertidos en atractivo central del carnaval sucrense.
Como se puede advertir, sus rasgos faciales, acordes a sus abultados cuerpos, lucen exagerados y graciosamente llamativos, que vistos en conjunto denotan sarcasmo, donaire y simpatía. A eso agregar, que representan directa e inconfundiblemente a ciudadanos conocidos o notables del distrito, amén de algunos políticos; por cierto, con muchísima agudeza, ironía y cabal caricatura de los mismos.
La presentación de tales iconos ocurrentes es el sábado de carnaval en el marco de una multitud que colma la plaza de armas, a la que ingresan en forma ordenada y altanera con sus comparsas y bandas de músicos. Allí, los “reyes momos” y sus pintarrajeados grupos que los rodean, desatan una bulliciosa y frenética parranda salpicada de mucha agua, música y algunas “chelas”, pero eso sí, con respeto al público.
Pasada la algarabía y a manera de evaluación, cabe destacar la destreza de los creadores (sucrenses todos) de esas satíricas representaciones y, lo más importante, reconocer que dicha fiesta aporta sanamente al goce y relajamiento de muchísima gente, tal vez en momentos que más los necesitan. Bienvenidos al desfile de “momos” el sábado de carnaval en Sucre.
*Publicado el 27-01-2016, en Panorama Cajamarquino.
Como se puede advertir, sus rasgos faciales, acordes a sus abultados cuerpos, lucen exagerados y graciosamente llamativos, que vistos en conjunto denotan sarcasmo, donaire y simpatía. A eso agregar, que representan directa e inconfundiblemente a ciudadanos conocidos o notables del distrito, amén de algunos políticos; por cierto, con muchísima agudeza, ironía y cabal caricatura de los mismos.
La presentación de tales iconos ocurrentes es el sábado de carnaval en el marco de una multitud que colma la plaza de armas, a la que ingresan en forma ordenada y altanera con sus comparsas y bandas de músicos. Allí, los “reyes momos” y sus pintarrajeados grupos que los rodean, desatan una bulliciosa y frenética parranda salpicada de mucha agua, música y algunas “chelas”, pero eso sí, con respeto al público.
Pasada la algarabía y a manera de evaluación, cabe destacar la destreza de los creadores (sucrenses todos) de esas satíricas representaciones y, lo más importante, reconocer que dicha fiesta aporta sanamente al goce y relajamiento de muchísima gente, tal vez en momentos que más los necesitan. Bienvenidos al desfile de “momos” el sábado de carnaval en Sucre.
*Publicado el 27-01-2016, en Panorama Cajamarquino.
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