Tito Zegarra
Marín
Desde hace algunos años,
en la provincia Celendín se está promoviendo el cultivo del aguaymanto
(Physalis Peruviana), como planta natural alternativa y de mejor rentabilidad que
la papa, el maíz y otros. Quizá de a pocos, debido a que este legendario fruto
(tomatillo en nuestra zona) no ha sido lo suficientemente valorado en el menú
alimenticio familiar, menos en la mesa de los sectores acomodados y es probable
que aún haya gente que lo ignore.
Recién, en las últimas
décadas, a esos frutillos amarillo naranja, redondos y brillosos se los ve en los
supermercados y al parecer muchas familias gustan de él. Y qué bien, pues se ha
comprobado su alta calidad alimenticia y otras propiedades benéficas para la
salud. No por algo, siendo originario de los andes peruanos, ya se cultiva en otros
países, aunque rebautizado como uchuva, topotopo, uvilla, golden berry y otros.
En Celendín, un joven celendino,
ingeniero agrónomo, Guido Araujo Zelada, se propuso impulsar el cultivo del
aguaymanto, sabedor de que las condiciones climáticas, altitud y terreno eran
favorables. Buscó hacerlo en forma organizada y con apoyo de Cedepas, Pymagros
y Agro Rural. Así, se sembró en Celendín, Huasmín, Sorochuco, José Gálvez y Sucre,
y pronto obtuvieron las primeras cosechas puestas al mercado limeño con
resultados favorables.
Pero inesperadamente tuvieron
un duro tropiezo: una desconocida enfermedad (bacterias y
hongos) atacó y casi arrasó con todas las plantas herbáceas (2013-14) de la
provincia. La producción se paralizó, pero no decayó el entusiasmo ni la
convicción de su valor y rentabilidad. Se reiniciaron entonces las labores de
siembra, pero ya premunidos del cuidado técnico y sanitario que requiere dicho
cultivo.
Paralelamente a ello,
ha ingresado a Celendín la empresa Agrotech Grup (2016) precisamente para
invertir en esa línea. Ello implica: apoyo a ese cultivo, compra del producto e
instalación de una moderna planta de acopio y procesamiento, ubicada en el Jr. Unión
cuadra 6, ALIMANTTA, donde también se le da presentación comercial al producto.
La ingeniera Erika Escalante Paredes, administradora de la empresa, nos informa
que en época alta compran de 4 a 5 toneladas semanales y la meta es 10; también, que han comenzado a exportarlo a
EE.UU y que son alrededor de 15 familias las proveedoras del producto, con
tendencia a incrementarse.
Sin duda, un importante
y ojalá sostenible proyecto, que encaja dentro de los programas de diversidad
productiva y que esperamos crezca y alivie en algo la alicaída economía
celendina. La presencia y gestión de Guido Araujo para que se concretice y
ponga en marcha ha sido fundamental, al igual que es loable su perseverante apoyo
al cultivo de frutales adaptables a la zona.
Publicado en el diario Panorama
Cajamarquino, los días 15 y 16 e3 noviembre 2018
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