Tito Zegarra
Marín.
Hace algunas semanas visitamos
la localidad de Tingo María en la provincia Leoncio Prado, región Huánuco. Partimos
de Lima con dirección a Chosica y de allí comenzamos a subir por carretera asfaltada
pero horrorosamente saturada de unidades de transporte pesado. De todos modos,
remontamos el abra El Ticlio a 4818 msnm.,
continuamos y pasamos por el centro minero La Oroya, pequeñas
comunidades y la provincia de Ambo. Pasadas las 8 horas, llegamos a Huánuco, a
1898 msnm., y 420 km de distancia.
Recordamos entonces que
en Huánuco Pampa (provincia La Unión) se encuentran las portadas incas trapezoidales
y de doble jamba, similares a las de Cochabamba que se hallan muy cerca de
Celendín, pasando el río Marañón.También, que a esta tierra lejana llegaron muchos
celendinos y sucrenses cargados de sueños y sombreros como buenos negociantes.
Casi todos se quedaron. Familias: Rojas, Delgado, Díaz, Mariñas, Aliaga.
De Huánuco continuamos
a Tingo María pasando por el túnel Carpish de 400 m, de longitud, enclavado en
la cordillera oriental de ese nombre. A partir de aquí es otro el ecosistema:
bosque montano al descender, algunas pequeñas comunidades con pocos rasgos
nativos, y efluvios intensos de calor y lluvia. Pronto, su conservada pista nos
puso en Tingo María, ubicada a 648 msnm., y a 120 km., de Huánuco.
Tingo María es una ciudad
con visos de modernidad, dinamismo económico, movimiento vehicular y algo de actividad
turística; cálida, alegre y de gente cosmopolita. Desde aquí, se continúa por
carretera asfaltada a las regiones amazónicas de Ucayali y San Martín.
Pero lo que más nos
impresionó son sus verdes montañas que altivamente la rodean, una de las cuales
tiene la forma de una mujer acostada, “La Bella Durmiente”. También, sus
amplias y arborizadas avenidas, de entre 20 y 25 metros de ancho, cortando su topografía
plana que nos hizo recordar al incomparable plano de la ciudad celendina. La
avenida principal “Alameda del Perú”, hace honor a su nombre, y el río Huallaga
que bordea la ciudad por el lado oriental le da prestancia amazónica.
También son valiosos sus
recursos naturales y turísticos convertidos en componentes fundamentales para activar
su economía y en alicientes para fortalecer
sus sentimientos de identidad y visión como distrito. Entre esos recursos
destacan sus cataratas y cascadas, pequeñas lagunas, parques nacionales,
cavernas naturales, ríos para canotaje y otros. La mayoría ya puestos en valor:
caminos acondicionados, descansos naturales, señalización, seguridad y otros,
apropiadamente entrelazados con la magnitud y diversidad de la selva que los
llena de encanto.
Rupa-Rupa, topónimo nativo
que significaría “valle ardiente”, es distrito de la provincia Leoncio Prado. Tingo
María es capital de ambos.
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