Esta madrugada partió al infinito nuestro
querido tío Manuel Marín Marín, en silencio y serenamente, llevando para
siempre esa bondad, cariño, paciencia y amistad que encarnó en todo su vida.
Luchó, paso a paso, día a día, con fuerza pero sin temor para seguir con
nosotros, quizá cansado y dolido por la muerte (hace un año) de su entrañable
hermana Albina. Hasta el último lo tuvimos, en la misa central y de subida de
San Isidro Labrador, contento, tranquilo y amable, y tal vez despidiéndose de
tantas cosas que los lleva en su corazón. Pero no pudo más y ya no estará con
nosotros, con tantas amistadas y con su pueblo amado (sucre). Has partido
querido papá Manuel y de verdad te extrañaremos, mucho, mucho.
Tito Zegarra Marin
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