Pero parece que la edad y la lejanía no son obstáculos para este veterano explorador.
La nave espacial Voyager está ejecutando una serie de maniobras de despliegue para poner uno de sus instrumentos en la mejor posición para medir partículas "barridas" del sol.
Los controladores del Jet Propulsion Laboratory, el centro de control de la nave en Pasadena, California, reportan una respuesta perfecta de la sonda.
"Yo comparo Voyager a un auto viejo", dice la directora del proyecto Suzanne Dodds. "Tiene una electrónica simple, no un montón de aparatosde lujo y por eso ha podido operar por más tiempo, no es tan melindroso".
Espacio interestelar
La sonda Voyager 1 fue lanzada en 1977, para un recorrido por los planetas exteriores. Desde que completó esa misión, ha estado rondando el espacio exterior.Ahora, la sonda se dirige en dirección del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea y, en los próximos años, dejará el espacio dominado por la influencia de nuestro Sol y entrará en el espacio entre las estrellas - el espacio interestelar.
Los científicos saben que será así debido a la forma en que se está comportando el viento solar en la actual ubicación de la Voyager.
Esta corriente de partículas cargadas forma una burbuja alrededor nuestro Sistema Solar conocido como la heliósfera. El viento se desplaza a velocidad "supersónica" hasta que cruza con una onda de choque llamado choque de terminación.
A este punto, el viento disminuye drásticamente su velocidad y se calienta en una región llamada la heliopausa. La Voyager ya determinó que la velocidad del viento en su ubicación presente se ha reducido a cero.
Esto significa que Voyager ya alcanzó la región donde el viento solar empieza a dar vuelta sobre sí mismo mientras se estrella contra las partículas del espacio interestelar.
Nuevas maniobras
"Cuenta las partículas y mide su dirección", explicó Suzanne Dodds. "Esto nos dará una mucho mejor idea de lo que está sucediendo con el viento solar cerca de la heliopausa (el borde "oficial " del Sistema Solar).
Podría ser que al hacer estas medidas veamos su cambio de dirección. Todo lo que tenemos allí son modelos y cada vez que obtenemos datos, los modelos no corresponden exactamente a lo que ve la sonda Voyager y entonces tenemos que actualizar los modelos".
La semana pasada Voyager giró 70 grados hacia la izquierda. La última maniobra semejante de la veterana nave fue en 1990 cuando tomó fotografías de los planetas que dejaba atrás.
Una vez terminó, la sonda Voyager dio la vuelta y se mantuvo a la caza de su estrella guía, Alpha Centauri.
Si la nave sigue funcionando correctamente, ejecutará una serie de giros semanales para obtener datos de las partículas cada tres meses.
La nave espacial Voyager 2 que fue lanzada también en 1977 no está tan lejos de la Tierra: a sólo 14 millones de kilómetros.
En estas grandes distancias, la comunicación con las sondas es un asunto demorado. El tiempo que tarda en llegar un mensaje de radio a la sonda es ahora de 16 horas.
Suzanne Dodds comentó: "La gente ama a la sonda Voyager. Yo creo que porque la misión ha durado tanto tiempo. Todavía estamos hablando con él y está tan lejos ahora en el espacio. La gente siente un apego real. Hizo su gran viaje pasando por los planetas y sigue, en su viaje de descubrimeinto".
Yo comparo Voyager a un auto viejo (...) Tiene una electrónica simple, no un montón de aparatos de lujo y por eso ha podido operar por más tiempo, no es tan melindroso.
Suzanne Dodds, directora del proyecto
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