Por Tito Zegarra Marín.
La localidad de
Leymebamba es capital del distrito del mismo nombre, provincia de Chachapoyas,
departamento de Amazonas, ubicada al extremo sureste de la provincia y a una
altura de 2.200 msnm, zona de sierra, de clima frío moderado y permanentes
lluvias. Cuando la congregación religiosa de los agustinos estuvo en ese lugar,
anotaron al respecto lo siguiente: "tierra muy áspera y de gran humedad,
que todo el año no hace sino llover".
Leymebamba, en efecto
es tierra de montañas, inmensas, accidentadas y cubiertas de nieve y en lo
posible aprovechables, y dentro de ellas, surcan sus imponentes ríos y dan
cabida a sus lagunas: el gran río Utcubamba y la legendaria laguna Los
Cóndores, entre otros; y, lo más importante, rodeada de una vasta herencia
histórica. En esa pequeña y lejana localidad, desde inicios del presente siglo,
se encuentra ubicado el valioso Museo, como depositario cultural de las huellas
imperecederas de los pueblos ancestrales de los chachapoya.
ANTECEDENTES
En el mes noviembre de
1996, trabajadores (peones) del ganadero de la zona de apellido Ullilén, se
sorprendieron al descubrir en medio de la montaña nubosa de los alrededores de
la laguna Los Cóndores gran cantidad de nichos donde se cobijaba a momias en
buen estado de conservación. Hasta esa fecha, no se había identificado a dichas
tumbas por la espesura de las montañas y dificultades de acceso. Gene Savoy,
visitó la zona en 1970, exploró e identificó otros yacimientos arqueológicos
pero no tuvo la oportunidad de encontrarse Con los mausoleos y momias en la
mencionada laguna. Menos mal, manifiestan ciudadanos de la localidad de
Leymebamba, ya que, molestos, afirman que sus visitantes solo buscaban adueñare
de piezas arqueológicas de las cuales nunca más se tendría noticias. F.
Kauffmann recién pudo visitarla producido el descubrimiento y considera que
debe denominarse Laguna de las Momias.
Como resultado de este
acontecimiento sin parangón en la historia del país, muchos ciudadanos,
autoridades y personas versadas y especialistas en esa temática, constituyen el
Centro Mallqui con la finalidad de promover la preservación y resguardo de tan
valioso hallazgo. Entre sus objetivos se decidió construir un gran Museo con
sede en Leymebamba como depositario exclusivo de ese legado histórico. En
efecto, prontamente se planificó y gestionó la organización y edificación del
mismo.
Entre los años 1998 y
1999, gracias a la cooperación financiera del gobierno austriaco, se construye
e implementa el Museo que toma el nombre de Leymebamba, ubicado a 3 km, al sur
de dicha localidad, para 10 ó 30 minutos en carro, o a pie. Está construido con
material propio de la zona armonizando adecuadamente con el espacio paisajista
y natural, por lo cual exhibe una estructura sobria y elegante. Fue inaugurado
en el año 2000 y su administración está a cargo del Centro Mallqui.
En su implementación
se tuvo especial cuidado en generar condiciones ambientales similares a las de
la laguna, de manera tal que se garantice continuidad en su acondicionamiento e
integridad del conjunto de fardos funerarios y demás material arqueológico
encontrado. Como se conoce, los antepasados pusieron mucho cuidado en la
conservación del cuerpo de sus muertos, lo que debió responder al anhelo de los
deudos de tener presentes físicamente a sus difuntos. El mencionado centro a
través del museo, de alguna manera se propuso continuar con esa costumbre
primigenia: preservar la plenitud de dicho patrimonio.
LOS FARDOS FUNERARIOS
Estos singulares
paquetes que tienen esa nominación son, en efecto, fardos que contienen como
elemento principal al resto humano convertido en momia, por lo general en
posición sentada y cubierta por tejidos envoltorios tanto llanos como
ornamentales, cosidos por hilo o cordeles; en algunos de los fardos se puede
observar el dibujo de una cara humana diseñada a través de cosidos con hilo. En
los nichos donde posaban, también se encontraron algunos utensilios y ceramios de
carácter familiar, como complemento y alguna forma de ofrecimiento que hacían a
sus muertos. Lo último ha permitido conocer que el material arqueológico
procedente de la mencionada laguna representa a difuntos ilustres sepultados a
lo largo de tres etapas: la regional Chachapoyas, la Incaica y,
excepcionalmente, la Colonial temprana. Cuando los incas y su entorno se
instalaron en la ciudadela de Cochabamba, es probable que algunos de sus deudos
fallecidos por ese entonces, fueran sepultados en esos famosos mausoleos de la
Laguna de los Cóndores.
Al rescatarse el total
de momias que se encontraban adecuadamente acondicionadas como fardos
funerarios en los mausoleos ocultos bajo el bosque nuboso en las faldas de la
Laguna, fueron trasladadas a la localidad de Leymebamba e instaladas en el
mencionado Museo, en ambiente especial, con condiciones de micro clima
(frío-seco), similar al que tenían en su ubicación original. En total, son
doscientas diecinueve momias preparadas para su enterramiento, que hoy se exponen
apropiada y ordenadamente, y más de dos mil ceramios y piezas arqueológicas, a
lo que hay que adicionar la colección de orquídeas de más de cien variedades
nativas que embellece los jardines que lo rodean.
En la actualidad el
Museo Leymebamba es uno de los museos más importantes y único en su género en
el país, donde las momias encapsuladas en sus fardos funerarios de una
antigüedad de más de 500 años y la diversidad de restos arqueológicos, son
consideradas como uno de los hallazgos más sorprendentes del siglo XX, o la
"mayor explosión de momias jamás visto", y que hoy forman parte
medular de dicho museo; de allí su importancia y su alto valor histórico y
cultural.
ALGO SOBRE LEYMEBAMBA
En sus orígenes, fue
una de las llactas destacadas que cumplió papel relevante en los afanes
organizativos y de crecimiento en la cultura Chachapoyas a la cual estuvo
integrado. Conjuntamente con Kuélap, Cochabamba, Papamarca y Cajamarquilla,
fueron los pueblos de mayor poder e influencia en la región. Durante el dominio
incaico y por imposición del soberano adquirió el nombre de Raymipampa, que
significa pampa del sol, a la par que reforzó su categoría de curacazgo de
importancia. Hasta esos tiempos, la localidad de Leymebamba se encontraba
ubicada un poco más al norte de la actual urbe, zona ligeramente alta, en las
inmediaciones del sitio arqueológico conocido con el nombre La Congona.
En la comprensión
territorial del distrito son notables los centros arqueológicos conocidos como:
La Congona, Uchuyllacta, Revash, La Petaca, entre otros. El estudioso
chachapoyano Arturo Ruiz E., nos dice al respecto: "El complejo
arqueológico de Leymebamba, cercano al pueblo antiguo del mismo nombre, viene a
constituir luego de su descubrimiento, uno de los conjuntos prehispánicos de
importancia en el departamento de Amazonas, tanto por sus especiales
características arquitectónicas, como por el significado que encierran sus
restos, pues ellos fueron el asiento principal de una de las capitales de la
etnia de los chachapoya, durante la época incaica".
Leymebamba, desde sus
orígenes, mantuvo algunas formas de vinculación con la provincia de Celendín y
Cajamarca. La historiadora R. Shady nos dice lo siguiente: "parece más
bien que la relación de Leymebamba es mucho más notoria con yacimientos
situados al sur de su territorio, pasando el Marañón; hemos observado
fragmentos muy semejantes procedentes del cerro Santa Apolonia de
Cajamarca". Por su parte, E. Middendorf, hace interesantes comentarios
relativos al comercio desde Chachapoyas, por la ruta señalada, hasta Cajamarca
y la costa del Pacífico. Menciona el caso de la demanda de la negruzca piedra
de sal, más barata y de mejor sabor.
Hasta mediados del
siglo pasado, Leymebamba se constituyó en base de apoyo indispensable para
viajeros y comerciantes cuando las relaciones mercantiles fueron significativas
entre Cajamarca, Celendín y Chachapoyas; en términos incaicos se podría decir
que se convirtió en importante tampu de paso y auxilio necesario. Sin embargo,
tal situación no se vio fortalecida por el poco interés que se puso desde las
esferas gubernamentales, en especial durante el siglo pasado: quedó trunco el
gran proyecto de línea ferroviaria que partía desde Pacasmayo, la carretera de
conexión construida hasta Chachapoyas fue de poca aceptación y utilidad y,
prontamente, por la región norte de Cajamarca se construyó y puso en servicio
la carretera de penetración a la selva vía Chiclayo - Olmos- Corral Quemado.
Actualmente, hay señales interesantes de que éstas tienden a revitalizarse, una
de ellas es el impulso que se le viene dando al Circuito Turístico Nororiental.
(CTN) y el proyecto de asfaltado hasta la localidad de Balzas.
Es importante también
destacar que las extensas tierras de Leymebamba forman parte del amplio espacio
histórico y socioeconómico de la región nororiental que, en mucho, son
parecidas y vinculadas a las de la provincia de Celendín, por lo que los planes
y proyectos de articulación socioeconómica son cada día más necesarios y
factibles. En el gran proyecto de ingreso a la región amazónica y al Brasil por
la ruta interandina del Marañón, partiendo de Pacasmayo y Cajamarca, como
variante importante de la proyectada carretera interoceánica, ambos pueblos
comparten las mismas posibilidades y objetivos de cara a su desarrollo.
CONTEXTO SOCIOECONÓMICO
Visto desde una opción
sociológica, el distrito de Leymebamba es un pueblo tradicional, antiguo y
pobre que tiene sus propias particularidades de vida ligadas a la tierra y su
pasado. Geográficamente es extenso, lejano y con muchas carencias de servicios básicos.
Su población no es alta como lo fue en el pasado, y sigue siendo
mayoritariamente rural. Según censo del 2005, asciende a 4352 habitantes y
depende de la agricultura y ganadería.
La actividad agrícola
se focaliza en la producción de papa con regular salida a varios mercados
regionales, pero con mínima rentabilidad. La actividad ganadera de vacunos se
encuentra en proceso de crecimiento orientado a la producción lechera. Ambas,
constituyen base del sustento familiar y prácticamente pilares que mueven, en
algo, la economía de la zona. En el caserío cercano de Hierbabuena, como
resultado de esa importante capacidad productiva y su ligazón a otras zonas
productivas, se ha generado una concurrida y movida plaza comercial, pecuaria y
agrícola, todos los domingos con la intervención de intermediarios y
comerciantes de Chiclayo, Lima, Moyobamba, Tarapoto, Chachapoyas, Celendín y
Cajamarca.
De la ciudad de
Celendín hasta la localidad de Leymebamba nos separan 144 km de distancia por
carretera accidentada y angosta, aunque mayormente sólida. Se traspasa el
puente Chacanto sobre el río Marañón (Balzas) y las cumbres de la cordillera
Central en el abra de Calla Calla o Barro Negro, utilizándose un tiempo
promedio de 6 horas. De la ciudad de Chachapoyas a Leymebamba hay una distancia
de 81 km, para un tiempo promedio de 3 horas, recorriendo el pintoresco valle
del río Utcubamba.
EL MUSEO: IMPORTANCIA Y FUNCIONES
El Museo Leymebamba es
la institución cultural que está a cargo del Centro Mallqui y de la Asociación
Civil de dicha localidad, representados por la arqueóloga Sonia Guillén y la
familia Von Hagen, respectivamente; depende del Instituto Nacional de Cultura y
es patrimonio de la Nación. Desde su inauguración, en el año 2000, se ha puesto
especial atención en dotarle no sólo de una estructura física seria y
apropiada, con normas claras de cuidado y preservación de su contenido, sino,
con un equipo humano de atención y orientación especializada y afable.
Entre los objetivos
que se ha propuesto alcanzar el Centro Mallqui, vía el funcionamiento del
mencionado museo, se consideran los siguientes:
·
Conocer el
origen y características de la cultura Chachapoyas y su relación con la cultura
Inca.
·
Apreciar y
valorar las raíces milenarias de su historia y la riqueza de su evolución
cultural.
·
Despertar
el interés por la investigación para el mejor conocimiento de la cultura e
historia.
En lo referente a su
organización interna, que es adecuadamente ordenada y funcional, comprende las
siguientes secciones: ambientes especiales de exhibición, laboratorio de
investigación, orquidiario, sala de taller artesanal, jardín botánico, sala
multiusos (eventos culturales, conferencias y otros), patios de descanso, entre
otros.
AMBIENTE I. Es la sala
de exposición donde se exhibe las piezas arqueológicas y ceramios de la cultura
Chachapoyas correspondientes al período preinca, períodos horizontales del Perú
y las demás culturas de América. Se exhibe también, finas piezas de textiles,
mates y adornos de plumas hallados en los alrededores de Leymebamba.
AMBIENTE II. Es la
sala donde el material arqueológico que se exhibe representa el sistema de
ocupación inca, cuyas piezas lucen perfeccionadas por los nuevos y diversos
estilos artesanales de claro acento imperial. Consecuentemente, en esta sala se
expone: cerámica estilo Chimú, Chachapoyas - Inca e Inca provincial,
indumentaria de varón y mujer, tallados en madera con orejas y narigueras y los
Invalorables y misteriosos quipus. Según especialistas, aquí se encuentra una
de las mejores colecciones de quipus del país, perfectamente conservados.
AMABIENTE III. Es la
sala donde se muestran los diferentes patrones de enterramiento de los
chachapoya e incas, consistente en: 219 cadáveres momificados y acondicionados
en fardos funerarios y en buen estado de conservación, incluyendo momias de
tigrillos y otras mascotas de la clase gobernante chachapoyana. Esta
presentación no es común a otras culturas del país, por la admirable
conservación de los mismos y el excelente material arqueológico que lo circunda
(figura 18).
AMBIENTE IV. En esta
sala se muestra la continuidad de las culturas: Chachapoyas, Inca y otras hasta
nuestros días; elaboración de textiles, teñidos, cerámica, navegación pluvial,
etcétera.
EL MUSEO, PERSPECTIVAS Y RUTAS DE ACCESO
Por el valor e
importancia que reviste el Museo Leymebamba, desde su inauguración, forma parte
de visita obligada del gran Circuito Turístico Nororiental (CTN) que, como
veremos, concatena a los departamentos de La Libertad, Cajamarca, Amazonas y
Lambayeque. Al mismo tiempo y más allá de la trascendencia cultural,
progresivamente está gravitando en forma positiva en la realidad social y
económica de la zona.
Dicha localidad, en
efecto, está experimentando pequeños pero importantes avances de apoyo a su
crecimiento y desarrollo. Mensualmente recibe un promedio de 400 turistas, con
tendencia a incrementarse, situación que le ha permitido implementarse de una
red importante de hoteles y hospedajes, restaurantes y centros de artesanía,
empresas de transporte turístico y otros. Lo cual, indirectamente, redunda en
beneficio de la comunidad de este antiguo distrito. Hay que tener en cuenta
también el buen gusto y la acertada decisión de algunos sectores de la
localidad referentes a la reconstrucción y conservación de su templo principal,
que nos coloca imaginariamente en las bellas edificaciones que nos legaron los
hombres de esos pueblos legendarios.
Para la provincia de
Celendín, teniendo en cuenta la proximidad física a dicha localidad y el
progresivo desarrollo de la actividad turística, significa, entre otras cosas,
fortalecer nuestros lazos - culturales y económicos, en especial, aquel que
permite convertirnos en puerta de entrada a tan importante Museo y la
Fortaleza Kuélap, a partir de la ciudad de Cajamarca. Este nuevo y
singular escenario de movilidad turística es todo un reto. La posibilidad de
que, un día, se cristalice el proyecto de asfaltado de la carretera Cajamarca -
Celendín Balzas - Leymebamba - Chachapoyas, constituirá el paso decisivo en el
desarrollo del mencionado circuito y de gran oportunidad para los pueblos que
involucra.
La ruta que se utiliza
con mayor frecuencia para llegar a los mencionados sitios arqueológicos es la
que proviene de la ciudad de Chiclayo, por carretera asfaltada hasta
Chachapoyas y vía aérea a la misma ciudad; y, de allí, por carretera afirmada,
hasta la localidad de Leymebamba. Se debe señalar que el recorrido del
circuito, vía Cajamarca - Celendín es utilizado con poca frecuencia por
turistas del interior y de otros países, debido, entre otras causas, al desconocimiento
de esta parte del circuito, lo accidentado de la ruta entre las dos últimas
ciudades, falta de interés por mejorar las carreteras, ausencia de programas de
promoción del circuito, irregularidad en el servicio de transporte y las
deficiencias en los servicios sociales.
Del libro Celendín en la Cuenca del Marañón
/Arqueología y Paisaje.
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