Meandro del Río Nupe Foto de Walter Beteta Pacheco |
Por
Antonio Raimondi.
Después de algunos días de descanso en Huánuco, regresé a Chavinillo en
los primeros días del año 1861, para proseguir mi penosa tarea.
De Chavinillo pasé al Marañón y subí al pueblo de
Obas; luego atravesando una elevada cadena, baje al otro lado y continué hacia
Aguamiro, pasando por el puente de Paccha.
En Aguamiro, me nació el deseo de hacer un
estudio esmerado de las importantes ruinas de Huánuco Viejo que había visitado
de paso en 1857, y acto continuo emprendí la marcha y fui a establecer mi campo
entre las paredes medio derrumbadas de esta antiquísima población.
Pasé unos pocos días en esta elevada llanura
(metros 3.736), ocupado en estudiar y levantar el piano de aquellos
interesantes restos de la antigua civilización; y bajando otra vez a Aguamiro,
visite nuevamente los ricos minerales de Huallanca y Queropalca, pasando por el
pueblo mineral de Chonta, uno de los puntos habitados más elevados (metros
4.552) de todo el globo.
Estando en Queropalca, el señor don Manuel Elguero me dijo que el origen
más lejano del Marañón no era el río que sale de la laguna de Lauricocha, sino
el río de Nupe, que tiene su origen mucho más lejos en la Cordillera de
Huayhuash. Queriendo averiguar el hecho personalmente, me instale en Queropalca
como dentro para mis exploraciones y me dirigí desde allí en diferentes sentidos.
Comencé por explorar el curso del riachuelo
de Queropalca, el cual a poca distancia recibe el de Chonta y juntos entran, un
poco más elle, en el de Nupe. Seguí este último rio hasta su encuentro con el
que Sale de la laguna de Lauricocha, que se considera como el origen del Marañón,
y examinando los dos ríos en el punto de su reunión, resulta que el de Nupe
tiene una cantidad de agua un poco mayor que el otro.
Después salí nuevamente de Queropalca con dirección
a la laguna de Lauricocha; vi el antiguo Puente del Inca, situado en el punto
donde el rio sale de la laguna; en seguida fui dando la vuelta a pie por la
laguna hasta donde me fue posible, y regresé a
Queropalca.
Salí definitivamente de Queropalca siguiendo el
curso del río de Nupe hasta su origen en la Cor
dillera de Huayhuash, y pude
averiguar que efectivamente el río de Nupe tiene un origen mucho más lejano que
el que sale de la laguna de Lauricocha; y además, que el río de Nupe en el
punto donde se encuentra con el que sale de la laguna, tiene mayor cantidad de
agua; de donde resulta que el origen del Marañón es el río de Nupe, y no el que
sale de la laguna de Lauricocha.
Laguna y río Lauricocha Tomado de Turismo en Lauricocha |
Conocido el origen más lejano del río Marañón, continué mi camino por la
elevada región de la Cordillera, en medio de gigantescos cerros cubiertos de
nieve perpetua, cuyas cumbres, ocultas muy a menudo por densos vapores, parecen
establecer el contacto entre la tierra y el cielo.
Desde el punto culminante del camino bale a una
quebrada; y siguiendo su curso, me dirigí a la hacienda mineral de Quichas,
perteneciente a la provincia de Cajatambo del departamento de Ancash. Después
de visitar las ricas minas de plata de las cercanías, continué bajando por la
quebrada hasta Churín, cuyos baños termales había visto en 1857.
En este punto dejé la quebrada por la cual se baja a Huacho, que ya había
recorrido; y atravesando el río, subí al pueblo de Andajes, pasando enseguida
a Caujul y a las minas situadas en la
rama de la Cordillera que da origen al rio Supe. Visite la mina Ramada del Portugués,
situada en el límite de la nieve perpetua, bajando en seguida por la quebrada de Ambar y Supe, de la que pasé a la de
Huacho y continué mi marcha por tierra hasta Lima, regresando a la Capital de
la República a los veinte y tres meses después de mi salida.
Del libro Viajes
por el Perú, Antonio Raimondi, textos escogidos por Jorge Guillermo Llosa.
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