Por Tito Zegarra Marín.
A dos siglos de la gesta independentista del país, el
nombre y legado de Juan Basilio Cortegana adquieren, con toda justicia, su verdadera
dimensión. Pues el aporte histórico y cultural de este insigne celendino, que integró
la pléyade de próceres y héroes de la gesta libertaria, será reconocido y
publicado.
J. Basilio Cortegana
nació el 12-10-1801 en una humilde casita del anexo Chuco (caserío Caguaypampa,
distrito Celendín). Inquietos por ubicar y registrarla fuimos por ella
(setiembre, 2015), pero con pena solo encontramos restos de sus cimientos al
borde de chacras sedientas y cercos maltrechos, expresivos de indigencia y
pobreza lugareña. No fue difícil por ello, imaginar cuánto sufrió de esa
realidad rural y por quedar huérfano desde niño.
Pero J. Basilio
Cortegana tenía un destino trazado. Ya en Celendín, se pone al cuidado paternal
del párroco José Cabellos, a quien sirve por algunos años. Paralelamente se
ilustra y como joven soñador viaja a Lima y de allí a España. Las guerras
napoleónicas en esos confines modelan su espíritu libertario y su vocación
militar. Al volver al Perú, se incorpora al Ejército Peruano con el grado de teniente,
ascendiendo hasta coronel. Como militar, participó en la lucha por la
independencia, en especial, en las definitivas batallas de Junín y Ayacucho.
Esas
experiencias guerreras, sus connotaciones y resultados los iba describiendo,
paso a paso y en forma pormenorizada, cuyo fruto son los 13 tomos manuscritos
bajo el título “Historia del Perú”, que lamentablemente no fueron publicados
durante estos dos siglos, no obstante que la Ley 23631, recomienda su
publicación.
Recién, en el
año del bicentenario, y promovido por el Mag. Ricardo Sánchez Cabanillas
(historiador celendino), el Dr. Francisco Quiroz Chueca y la historiadora Gabriela
Alejos, se editará, con apoyo de la municipalidad local, un resumen de dichos
manuscritos, rescatando su visión histórica sobre la independencia. Y también,
el Proyecto Bicentenario del Perú 2021 auspiciado por el Poder Ejecutivo,
publicará los trece tomos.
Juan B.
Cortegana, ya alejado del campo militar e imbuido de ideales y cariño a su
lugar de origen, incursiona en la vida política. Al lado de otros distinguidos celendinos,
promovió y luchó porque su tierra adquiera el rango de provincia, que se plasmó
el 30-09-1862. Años después, en 1868 es elegido diputado por Celendín, y por
esos años impulsó la organización de la Sociedad Fundadores de la
Independencia.
Creo que
Celendín ha sabido honrar a este hijo predilecto: un distrito lleva su nombre,
igual que el emblemático colegio secundario y en la plazuela La Alameda se
erige su busto en su memoria. En 1983, fue reconocido como Prócer, Historiador
y Parlamentario, y se dispuso que sus restos se trasladen al Panteón de los
Próceres, acto que se cumplió el 17 de abril de 1984. Y este año, saldrá a luz parte
de su esperada obra manuscrita, como grato, oportuno y merecido reconocimiento.
En la fecha
conmemorativa del bicentenario, otro codepartamentano también de cuna humilde (caserío
Puña, distrito Tacabamba, Chota) y maestro rural, Pedro Castillo Terrones, asumirá
la presidencia del país. Ojalá, para continuar con la gesta libertaria a la que
se entregó J.B. Cortegana, y para enfrentar las inequidades sociales y las
redes de la corrupción imperantes. Muere este ilustre celendino el 11-12-1877.
Publicado en el Nuevo Diario de Cajamarca el 27 de
julio 2021
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