Tito Zegarra Marín.
En el distrito José Gálvez, provincia
Celendín, todos los 8 de setiembre se celebra la atractiva fiesta popular
conocida con ese singular nombre, que pronto, por su connotación
sociodemográfica fue asumido como tal. Desde entonces, el Pachamango pasó a
formar parte de las costumbres e historia de dicho pueblo. Pero veamos su
significado.
El
primer vocablo (pacha) alude a la tierra o suelo y, el segundo (mango), a la
planta y fruto comestible. La tierra, efectivamente es llana y pródiga, pero el
mango no es planta que allí se cultiva ni fruto alimenticio preferido. Existen
otros casos, en que dicho vocablo es apellido o nombre de algunos lugares.
El
Pachamango tiene relación directa con esa acogedora tierra o pampa (hoy barrio
Huacapampa), pero también, con los alegres descansos que allí realizaban decenas
de devotos tras retornar del distrito Jorge Chávez, después de participar de
los actos religiosos en honor a la virgen de Natividad. De ese hermoso espacio
o pampa natural y los ratos de diversión, comelona o “pachamanqueo”, provendría
el nombre mencionado.
Analizándolo un poco más, podemos colegir que
el Pachamango, como añeja festividad popular, debe tener sus raíces en las dos
culturas compulsivamente fusionadas: la incaica y la española. Por la primera,
se aprendió a valorar y rendir tributo
a la madre tierra; y por la segunda, a expresar su contento tras participar del
ritual a su imagen sagrada. Al complementarse, se habría materializado el acto
festivo, con el nombre en mención.
Como se sabemos, hasta los años 50 del siglo pasado, asistían a dicha
festividad mucha gente del norte de la provincia, incluso de Bambamarca y
Chota. Actualmente, continúa siendo masiva, pero ya atestada con pobladores de
Celendín, distritos vecinos e hijos del lugar que visitan para esa fecha; así
como de los que regresan del distrito vecino, concluida la liturgia religiosa.
Son relevantes en esta animada festividad su exquisita gastronomía, el
corso alegórico presentado por la IES José Gálvez, las danzas típicas, la
exhibición de caballos de paso, peleas de gallos, la final de la competencia de
fútbol, los encuentros amicales y familiares. En síntesis, el Pachamango es un
corto y agradable relax y una oportunidad para compartir socialmente y alentar el
turismo.
Coincidentemente con esta colorida celebración, se realiza en el
distrito Baños del Inca, Cajamarca, la fiesta del Huanchaco; cuyo nombre,
también extraño, identifica a una linda ave de pecho colorado y, como en
nuestro caso, hace referencia a ese ambiente festivo, costumbrista y artístico,
donde los sectores populares y del campo son sus principales protagonistas.
Pero, la fiesta del Pachamango tiene algo de magnetismo que fluye de su
estupendo escenario natural, sus verdes pastizales para ganado lechero, sus
altos y aromáticos eucaliptos y sus blancas garzas surcando el cielo despejado. Realidad natural y social la aludida, que,
entre otras cosas, clama y exige vincularse por carretera debidamente asfaltada,
ojalá pronto.
Agradable fiesta y lugar, tuve la oportunidad de asistir este año, la pase genial, a seguir mejorando.
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