Por: Tito Zegarra Marín
Saliendo de la ciudad
de Celendín
con dirección norte, se encuentra la única abra natural que hace de cauce de
las aguas que se acumulan en su campiña, provenientes mayormente de lluvias,
algunos manantiales y las que se vierten a través de la red del desagüe local.
Esta abra, un tanto estrecha y rodeada de laderas y tierras solariegas que
conforman el actual caserío de nombre Pallac, hace de paso obligado para
iniciar el descenso, a pie o en movilidad, al más bello, cercano y productivo
valle de la provincia: Llanguat.
Al iniciar el
descenso, se visualiza sectores importantes del valle algo extensos y
delimitados por algunas líneas divisorias arbóreas que hacen de cerco de las
pequeñas parcelas, por cuyas inmediaciones, tenuemente, se divisa el curso del
caudaloso río La Llanga, que lo atraviesa. También, al descender, se
experimenta el intempestivo cambio de piso ecológico: de quechua a yunga; o
mejor, se vive la suave transformación de un clima entre templado y frío a un
ambiente de calor agradable y soportable. Finalmente, al arribar, nos
encontramos en medio de sus tierras fértiles y productivas, sus abundantes
fuentes de agua termo- medicinales y la majestuosidad y limpieza del río, todo
ello, dentro de la belleza paisajista del valle.
Las tierras del valle
de Llanguat históricamente integraron parte de las grandes haciendas que, vía
el sistema de encomiendas y repartición de tierras, se formaron y entregaron a
conquistadores y sus descendientes. Hacia 1785, en la doctrina de Celendín
había varias haciendas bastante extensas y de importancia, entre ellas: la
hacienda de la Pura y Limpia Concepción
de Zelendín, San Francisco de Guayabas, San Miguel de Chimuch, la Capellanía y
otras.
La hacienda de la Pura y Limpia Concepción de Zelendín
tuvo como haciendas anexas a las de Santa
Catharina, Sisnalla y Llanguat. Esta última tuvo como límites la quebrada
de Shururo
por el lado sur, hasta el río La Llanga por el norte, por la
divisoria del Río Grande por el este y la quebrada que baja a Trapiche
Viejo por el oeste, comprendiendo pues a la mayor parte de las tierras
del valle. Las restantes que se encuentran pasando el río La Llanga con
dirección norte, formaron parte de la hacienda de Santa Catharina. Lo que significa que las tierras del valle como
tal, pertenecieron a esas dos haciendas.
En los manuscritos de
distribución de tierras de la hacienda de Zelendín, de septiembre de 1802, se
puede verificar que en el valle de Llanguat
fueron distribuidas 82 porciones o huertas, según lista. No obstante esta
distribución, la concentración de tierras en latifundios seguía siendo
predominante. En el siglo pasado, al descomponerse progresivamente dichos
latifundios, vía distribución hereditaria, compra - venta, donaciones, y en
especial a través del proceso de reforma agraria aplicado en la década del 70
del siglo pasado, el valle quedó totalmente lotizado en pequeñas propiedades
privadas, que hoy varían entre 0.5 y 20 hectáreas cada una.
Sobre esas tierras
desde los tiempos coloniales hasta mediados del siglo pasado, la producción
arraigada en el valle fue de caña de azúcar y en menores cantidades, coca y
pocos frutales. De la caña se obtenía chancaca, miel y aguardiente, que eran
productos de regular demanda y consumo, y que dio lugar para que se instalen 12
trapiches de molienda de caña, que trabajaban a tiempo completo, y 5 alambiques
de destilación para obtener la bebida alcohólica conocida como aguardiente. El
cultivo de la coca fue para uso doméstico y satisfacer la demanda de campesinos
de la zona. En ambos casos, el mercado se extendió por la provincia de Celendín,
Bambamarca y Cajamarca.
Cuando por los años de
la década del 60 del siglo pasado comienza a disminuir la demanda de chancaca
debido al ingreso del producto industrial de azúcar refinado, la producción de
caña cae y la de chancaca se restringe a su mínima expresión, se recurre al
cultivo de otras plantaciones que, sin mayores dificultades, se adaptaron al
lugar: maíz amarillo, yuca, camote, entre las más atractivas, a la vez que se
intensifica el cultivo de coca. Esta situación da lugar a que se extingan los
centros de destilación, quedando solo dos trapiches de molienda que trabajan
esporádicamente y a medio tiempo.
En la actualidad Llanguat
tiene la categoría de caserío integrado por pequeños centros rurales que le dan
unidad y estructura socio productiva. Pero más que eso, se constituye en
promisorio valle, de mucha potencialidad económica, energética y turística,
enmarcado de un contexto paisajista y ecológico agradable y provocador, que
motiva la afluencia progresiva de visitantes de la provincia y otros lugares;
pero que requiere sí, de un conjunto de acciones y programas que lo reimpulsen
como tal y lo conviertan efectivamente en un gran centro productivo y destino
turístico de interés.
UBICACIÓN, TOPOGRAFÍA Y CLIMA
Se encuentra ubicado
en el extremo norte de la ciudad de Celendín a una distancia de 20 km, por
carretera afirmada, para hacer un tiempo promedio de 45 minutos, a una altura
de 1.650 msnm. Como caserío con el nombre de Llanguat se encuentra
adscrito al distrito de Celendín, aunque parte de las tierras que están al otro
lado del río La Llanga, pertenecen al distrito de Miguel Iglesias de la misma
provincia, y como unidad espacial social y productiva se encuentra conformado
por 6 anexos y 7 unidades agropecuarias (cuadro 1).
Población y Viviendas
en el Valle de Llanguat
LUGARES O UNIDS.
AGRARIAS
|
CATEGORÍA
|
VIVIENDAS
|
POBLACIÓN
Al 2003
|
1. La Toma
|
Unid. Agr.
|
3
|
16
|
2. Mocat
|
Anexo
|
6
|
17
|
3. Llanguat
|
Caserío
|
48
|
206
|
4. Mamac
|
Anexo
|
10
|
36
|
5. Trapiche Viejo
|
Anexo
|
8
|
21
|
6. Santa Rosa
|
Unid. Agr.
|
3
|
12
|
7. Chorobamba
|
Anexo
|
5
|
16
|
8. Chamana
|
Anexo
|
6
|
19
|
9. Guayopampa
|
Anexo
|
5
|
18
|
10. San Bernardino
|
Unid. Agr.
|
10
|
34
|
11. El Platanal
(Huasmín)
|
Unid. Agr.
|
5
|
18
|
12. Potrero
Nuevo(M.Ig)
|
Unid. Agr.
|
4
|
13
|
13. El Papayal
(M.Ig.)
|
Unid. Agr.
|
3
|
11
|
14. La Llana M. Ig.)
|
Unid. Agr.
|
2
|
7
|
TOTAL
|
118
|
444
|
Fuente: proyección población al
2003, INEI, Cajamarca
Llanguat desde el
punto de vista topográfico es una regular planicie extendida a ambos lados del
río y rodeada de voluminosos cerros, cuyas gradientes y laderas caen
espectacularmente a dicho valle. Sus tierras comprenden desde el sector El
Platanal, aguas arriba, hasta Mocat, aguas abajo, presentándose como una franja
alargada y llana de partes estrechas en los extremos y relativamente amplia a
la altura del centro poblado.
El área territorial es
aproximadamente de 800 hectáreas, mayormente planas y las menos, que se ubican
en las partes bajas de las laderas, son ligeramente inclinadas pero
aprovechables productivamente. El conjunto del valle forma parte del piso
ecológico yunga y, visto desde una perspectiva global, tiende a integrarse a la
gran cuenca del río Marañón, a cuyo cauce se derivan las aguas del río La Llanga.
El clima que
caracteriza al valle es eminentemente cálido, la temperatura varía entre 20
grados centígrados y 35 al medio día de sol intenso; es un clima benigno para
la producción agrícola y también pecuaria. Las lluvias no difieren de las que
ocurren en la región quechua, de acuerdo a las estaciones y característica del
año. Pocas veces la crecida y turbulencia del río, que suele darse como
consecuencia de lluvias intensas, afectan las tierras y sembríos.
Los compactos cerros
que cubren al valle haciendo de marco físico del lugar, contribuyen a generar
condiciones especiales de carácter medioambiental, en especial la formación de
la microcuenca y el clima cálido y delicioso. Son ramales andinos pronunciados
que forman parte de la extensa cadena de montañas que se desprenden de la
cordillera occidental con dirección a la cuenca del río Marañón, y que tiene
sus partes más elevadas en el abra de Cumullca
al oeste, de 3.620 msnm, (Sucre) y la cumbre del Koloche al norte, con 3.890 msnm (Miguel Iglesias).
La composición física
de estos cerros está constituida básicamente por estratos dispersos de material
arcilloso y abundante piedra caliza y arenisca, restos de roca calcárea y
granítica y elementos de lava volcánica, cubiertos a su vez, por pocas áreas de
tierras aprovechables, arbustos y montes diversos. Es probable que al interior
de los mismos se guarden importantes vetas de recursos minerales metálicos y no
metálicos.
Entre esos macizos
andinos que rodean y protegen a Llanguat están los siguientes: el
cerro Chuclalás ubicado al extremo sur por cuya parte baja se
desciende al valle; los cerros La Llave y Tolón al extremo este,
frente al anterior; el Huamamachay de vistosa forma
piramidal y que hace de cabecera central del valle y el cerro Santa
Catalina por el que se sube casi perpendicularmente a la pequeña
localidad de Pizón, en el extremo norte; y el cerro Huasipata, al lado oeste.
La vegetación natural
que cubre partes importantes de la superficie del contorno físico se
caracteriza por su biodiversidad debido a la transición entre la composición
tropical de las especies que se encuentran en la parte baja y las especies
variadas en la parte jalca; no obstante, el paisaje arbóreo es poco crecido y
de mínima extensión, probablemente por el carácter rocoso del terreno, donde
las tierras y chacras para cultivos son pocas y estacionales. Entre las
especies arbóreas más importantes, se destacan las siguientes variedades: huarango,
molle, yanaquero, chamana, aluche, tunshe, pájaro bobo y otros.
ASPECTO HIDROGRÁFICO
El valle de Llanguat
tiene la gran ventaja de ser recorrido de extremo a extremo, de oeste a este
por el río La Llanga, de importante y buen caudal y poca merma en época de
ausencia de lluvias; convertido en indispensable recurso actual y potencial
para la agricultura, ganadería y agro industria; sin embargo, aunque parezca
paradójico, aún no es utilizado en toda su capacidad y sólo sirve para irrigar
a sectores medianos del valle. El mencionado río en época de sequía intensa
(junio) tiene un caudal de 7m3 por segundo, al inicio de temporadas de lluvias
(octubre) 11m3 por segundo, y en épocas de lluvias sobrepasa los 100m3 por
segundo. Datos proporcionados por la Escuela Académico Profesional de
Ingeniería Ambiental de la UNC, con sede en Celendín.
También utiliza el
valle, aunque en mínima cantidad, las aguas del río denominado "Grande"
que tiene su origen en la localidad de Celendín, el cual, al descender riega en
forma restringida tierras de la parte que hacen de cabecera sur del valle, sin
embargo, en tiempos de estación seca este tributo prácticamente desaparece. Lo
que concita la atención de este río es el cauce amplio, pedregoso y llamativo
que se ha formado debido al exceso de lluvias en algunos años, afectando
tierras y la propia integridad del valle. Otra fuente hídrica lo constituyen
las aguas del manantial de regular caudal del sitio denominado Trapiche
Viejo, a la altura del puente que nos conecta con el distrito de Pallán,
cuyas aguas pueden ser utilizadas con mayor ventaja en la irrigación del valle.
La Llanga es el principal río que se forma por las aguas
de tres ríos que son sus tributarios principales: Sendamal, Chirimayo y Jadibamba,
cuyos orígenes se encuentran en acuíferos y lagunas de las partes altas de los
distritos de Sucre, Sorochuco y Huasmín. El adecuado uso que se le dé a las
aguas del río La Llanga será decisivo en el reimpulso a la producción del
valle, ya que en la actualidad alrededor del 30 % de tierras no cuentan con
regadío y las restantes lo tienen limitadamente, sobre la base de canales
artesanales, no revestidos y de poca capacidad.
AGUAS TERMALES
Pero el valle de
Llanguat, además de contar con los recursos hídricos mencionados, tiene la gran
ventaja de contar con manantiales de aguas térmicas de mucho valor e
importancia en los tiempos actuales para la salud y turismo. Son tres sitios
donde se encuentran dichos manantiales:
• Los manantiales térmicos de San
Sebastián ubicados en la parte central del valle, con una capacidad de
afloramiento de agua de 6.0 litros por segundo y una temperatura máxima de 63
grados centígrados. Sus aguas son utilizadas para servicios de baños diarios, y
medicinalmente. Son dos "ojos" o fuentes de los que brota el agua
térmica.
• Los manantiales térmicos del Platanal
o Baños de Jerez (dos "ojos"), ubicados en la parte oeste del
valle, en terrenos que pertenecen al distrito de Huasmín (Jerez), con
afloramiento de agua de 2.0 litros por segundo y una temperatura máxima de 39
grados centígrados, no tienen utilidad práctica a la fecha.
• El manantial térmico que está al
frente del manantial principal, pasando el río, al pie del cerro Huamamachay,
de menor capacidad, pero del que se aprovecha el barro fino y negro a altas
temperaturas que genera, como elemento de comprobada propiedad medicinal. En
verano se llega cruzando el río a pie en una suerte de aventura motivadora y en
época de lluvias a través de pasadores colgantes de nombre huaro u oroya.
• El manantial térmico de Bombón, a 4
km, aguas abajo, y a ambos lados del río, con afloramiento de agua de 1.0
litros por segundo y una temperatura máxima de 52 grados centígrados. Son
considerados como pozas rústicas que aún no tienen utilidad.
• La composición química de las aguas
termales, según análisis del ingeniero Leonidas
Solano Sifuentes, es como sigue: fierro 45%, sulfatos 16%, yodo 13%,
limonita 10%, azufre 9%, hematites 7%.
ASPECTO SOCIODEMOGRÁFICO
El valle de Llanguat
por su estructura física y condiciones hídricas y climáticas constituye una
importante micro cuenca que ha facilitado la formación de pequeños
conglomerados sociales que, visto desde un ángulo global y productivo, integran
una sola realidad social y económica. Son 14 poblados menores de los cuales 10 pertenecen
a Celendín (dentro de ellos está Llanguat), 3 a Miguel Iglesias y 1 a Huasmín.
En total son cerca de 120 familias que viven en toda la extensión del valle,
para una población que bordea los 450 habitantes, siendo el caserío de
Llanguat el más poblado con 264 habitantes (alrededor del 60%). En las
demás localidades la población varía entre 10 a 20 personas.
Como se puede deducir
la población es relativamente poca para un valle de aproximadamente 800
hectáreas de tierras fértiles, clima y agua favorables. Del total de familias
que viven allí, sólo la tercera parte son dueñas de las tierras, las restantes
son arrendatarios, socios o cuidadores. Esta situación es particularmente
interesante, porque, a nuestro entender, es otra de las causas fundamentales
que explican el poco crecimiento y desarrollo de Llanguat.
En conjunto, las
familias de la microcuenca viven en estado de pobreza, carentes de servicios
básicos, de acentuada precariedad en infraestructura y lo más preocupante, con
poca capacidad productiva, donde las fuentes de trabajo más allá de la chacra,
son casi inexistentes, y donde las posibilidades de inversión tan necesarias e
indispensables, aún no son factibles. Sin embargo, como se reitera, las
familias viven sobre una realidad potencialmente productiva, donde algo falla y
algo se tiene que hacer.
SERVICIOS SOCIALES
EDUCACIÓN. El servicio
educativo se brinda a niños de ambos sexos en edad escolar en los niveles
inicial y primaria completa. No se imparte educación secundaria. El centro
educativo tiene local propio ubicado en el sitio La Toma y la población escolar
en el año 2007 fue de 68 alumnos.
SALUD. Desde hace dos
años el valle cuenta con un Puesto de Salud dependiente del Ministerio de
Salud, a cargo de una enfermera en condición de Serumista. El local se
encuentra concluido pero requiere de mejor implementación. A la fecha se
atiende casos menores de enfermedades, al mes se atiende a un promedio 180
pacientes, siendo las enfermedades más frecuentes las infecciones respiratorias
y diarreas.
SANEAMIENTO. En este
rubro el avance es parcial. La mayoría de viviendas, alrededor del 75%, sólo
cuentan con el servicio de agua potable entubada pero no con el servicio de
desagüe y alcantarillado. A partir del año 2006 se dispone de energía eléctrica
proveniente del interconectado del Mantaro, aunque no se extiende a todos los
anexos. El vaso de leche no es aceptado a cabalidad, pues se distribuye avena
laminada en vez de leche fresca, para un total de 95 usuarios.
ASPECTO ECONÓMICO
SITUACIÓN PRODUCTIVA
ACTUAL
Cuando la fase
productiva de caña de azúcar prácticamente llegó a su final o quedó reducida a
su mínima expresión, los productores de la zona optaron por cultivos de
productos de consumo familiar, con cierta demanda en el mercado y que no
requieran de mayores gastos adicionales, yuca, maíz amarillo y camote, en
especial. Sin embargo, esta nueva experiencia no viene dando resultados
positivos esperados en cuanto a mejora de ingresos. La producción agrícola en
la actualidad es poco significativa, más de 50 toneladas por año, como se puede
ver en el siguiente cuadro.
Cuadro N° 2
Producción Principal en Llanguat*
Producción Principal en Llanguat*
AGRÍCOLAS
|
CANTIDAD
TN. ANUAL
|
FRUTALES
|
CANTIDAD
TN. ANUAL
|
Yuca
|
15
|
Palta
|
20
|
Maíz amarillo
|
4
|
Plátano
|
1
|
Camote
|
4
|
Papaya
|
2
|
Coca
|
5
|
Mango
|
2
|
Caña de azúcar
|
2
|
Limón
|
2
|
Pepinillo
|
1
|
Lima
|
2
|
Frijol
|
1
|
Mamey
|
2
|
Fuente: elaboración del autor,
2006. *Cantidades estimadas
Por su parte, la
actividad pecuaria en los últimos años muestra un ligero avance debido a la
bondad del clima, cultivo de poco forraje y la adaptación del ganado al medio,
en especial vacuno. Se crían entre 2 y 5 cabezas de ganado vacuno por familia,
2 de los cuales los utilizan en el arado de la chacra, y las otras en cualquier
momento son puestas en venta. Sin embargo, a esta actividad se dedican pocas
familias, pero sí es vista con interés por los productores. Igualmente en los
últimos tiempos se viene promoviendo la organización de granjas avícolas, para
carne y huevos, y por las condiciones anotadas puede dar buenos resultados.
FORMAS DE TENENCIA DE TIERRA
La gran mayoría de
lotes o solares no se encuentran administrados ni cultivados por sus propietarios,
se ha podido verificar que de cada 5 lotes, solo en 2 viven y los trabajan
directamente sus dueños, los otros 3 están en manos de arrendatarios, socios y
cuidadores, casi abandonados.
Ese particular sistema
de manejo de las unidades productivas es una de las causas fundamentales que
explican el porqué del mínimo desarrollo del lugar y la poca productividad.
Hemos comprobado que las chacras que producen bajo la dirección de sus propios
dueños, se encuentran en mejores condiciones de infraestructura (casa vivienda,
corrales, cercos, canales, etc.), de cultivos y producción (se combina el
agrícola con la cría de ganado y animales menores) y de cuidado y protección.
En cambio, aquellas
tierras cuyos dueños las han puesto en manos de campesinos que viven en los
alrededores de la zona y en las partes altas de los distritos colindantes, y
que creen monitorearlas desde ciudades alejadas, visitándolas una o dos veces
al año, se encuentran bastante descuidadas, con mínima capacidad productiva y
sin avances significativos en infraestructura. Se trata de personas que no
invierten ni se identifican con la localidad. Los datos que se tiene sobre el
régimen de tenencia de la superficie agrícola en el distrito de Celendín,
efectivamente, consignan cifras sobre tierras en arrendamiento y trabajo mixto
que alcanza a 172 unidades productivas, de las cuales, no menos del 40 % deben
corresponder a Llanguat, lo cual confirma los resultados de la encuesta
aplicada.
POTENCIAL PRODUCTIVO
Excursión de celendinos al valle de Llanguat en los años treinta (Foto Javier Chávez Silva) |
·
El
elemento agua como recurso indispensable y en cantidades suficientes para
irrigar la totalidad de tierras del valle en forma permanente y organizada.
También para mejorar la red de agua potable que artesanalmente sirve a la
mayoría de la población.
· Las aguas térmicas que brotan de cuatro manantiales, en especial la de San Sebastián (el principal), cuya composición química concita el interés de visitantes ya que deviene en benigna para la salud y de uso en refrescantes baños personales. Por la cercanía a la ciudad de Celendín, este rubro y el complejo que se construya aquí, alentará el turismo.
·
El clima
es eminentemente cálido, agradable y apropiado para la producción. La
temperatura de la zona, entre moderada y alta, permite la adaptación y cultivo
de diversidad de productos vegetales y cría de especies animales en mejores
condiciones que otras.
·
La tierra
es de buena y aceptable calidad. Los productores saben del valor de dicho
elemento. En promedio, son unidades agropecuarias de una a dos hectáreas,
siendo fundamental asociarse para impulsar mejor la productividad.
·
Las vías
de acceso, con algunas mejoras a ejecutarse, son favorables e indispensables.
La cercanía a la ciudad de Celendín y su vinculación a todos los distritos del
norte es situación ventajosa para el intercambio y apoyo al desarrollo.
POTENCIAL TURÍSTICO
El valle de Llanguat
es probablemente el recurso natural de más valor y capacidad para convertirse
en foco indispensable de atracción a visitantes y turistas. Como se ha
señalado, son condiciones innatas las que le dan tal categoría, en forma
especial la existencia de las fuentes de aguas termales de regular caudal y
temperatura adecuada, al lado de otros factores complementarios que le dan
unidad y condición de tal.
En los últimos tiempos
el turismo termo - medicinal está cobrando inusitada importancia. Cientos de
miles de personas en el mundo se movilizan en esa línea, cada día con más
certeza sobre las propiedades curativas de dicha agua. En el caso de Llanguat
no sólo se dispone de abundante agua termal, sino que, a diferencia de otros
lugares donde existe ese tipo de agua, se dispone del recurso térmico
presentado como barro fino y negruzco de alta temperatura que, por su composición
química y elementos minerales, es altamente favorable para la salud humana,
utilizado cada día por mayor número de personas.
Pero el valle también
es atractivo por esa particularidad de ser tal: espacio acogedor y verde, de
tranquilidad y limpieza; aguas del río La Llanga que permiten disfrutarlo
emotivamente a pie y en grupo; prácticas arriesgadas de canotaje y natación
sobre las aguas del río; y un reconfortante recorrido por la parte media del
cerro Huamamachay a través de un angosto y cautivante camino, que
permite una hermosa mirada panorámica. Todo ello dentro del marco de un clima
soportable y agradable. También hay otra ruta interesante a recorrer,
atravesando cortos y llamativos túneles en medio de roca arenosa y gradientes,
ubicados en las laderas del cerro del lado sur del complejo.
Es importante también,
tomar nota de la enorme cueva natural que existe al lado izquierdo de La
Llanga a la altura del sitio El Papayal, de una profundidad
aproximada de 80 m, donde se observa planicies y formas de pilares de roca
viva, allí moran algunas especies de animales, en especial murciélagos y
lechuzas, y también, pareciera haber indicios de pintura rupestre. No obstante,
cuando el estudioso de esa temática Alfredo Mires, visitó dicho lugar en
1995, descartó tal posibilidad, aunque valoró la soberbia estructura ecológica
natural que la caracteriza.
El valle de Llanguat
tiene pues muchas fortalezas productivas y turísticas. Pero hay mucho que hacer
para efectivamente transformarlo en producto turístico de atracción provincial
y regional. Es impostergable alentar inversiones privadas en lo referente a
explotar adecuada y técnicamente las fuentes de agua termo - medicinales,
implementando paralelamente servicios básicos, hospedaje, alimentación,
asfaltado de la carretera, movilidad, recreación, artesanía, comunicaciones y
otros; donde el apoyo institucional, municipal y estatal, es indispensable. Llanguat
a futuro, ojalá no muy lejano, debe convertirse en importante palanca
productiva y destino de atracción turística, de incidencia decisiva en el
proceso de desarrollo de la provincia.
Fuente: Celendín en la Cuenca del
Marañón / Arqueología y Paisaje.
Fotografía: Libro y KmrojasA.
Fotografía: Libro y KmrojasA.
es una excelente informacion para conocer nuestra historia y tambien lo maravilloso k es el lugar..... me sirvio de para un trabajo de investigacion
ResponderBorrarNos ayuda en mucho esta información
ResponderBorrar