Acerca del libro PERSONAJES de la HISTORIA
SUCRENSE (Martínez Compañón Editores. Cajamarca, 2008) de Olindo Aliaga Rojas y
Gutemberg Aliaga Zegarra.
Orbita. Lima, enero 2009
TODOS VALEN
Con las 47 biografías de “Personajes de la
Historia sucrense” (296 págs.) recuerdo a otras como las de Dale Carnegie,
“Cuarenta biografías anecdóticas”, 1963, cuya quinta edición comprobó su gran
acogida. Alguien ha afirmado que la mejor historia radica en las biografías de
sus grandes protagonistas, medianos y pequeños; de allí que en Carnegie pasan hombres y mujeres de letras, artes,
cine, estadistas, militares, científicos, etc., en que tocando algún aspecto de
su intimidad dilatan recuadros históricos y pedagógicos.
Consideremos así a los incontables
diccionarios biográficos y, por ejemplo, a las “Biografías hispanoamericanas en
el Archivo de Indias” de Carlos D. Valcárcel, a los “Actores en el drama del
Perú y del mundo” de Enrique Chirinos Soto (1961) y el “Diccionario biográfico
del Perú”, entre muchas otras publicaciones de verdadero peso.
Lo expuesto confluye al libro arriba
mencionado, cuya autoría responde a Olindo Aliaga Rojas y Gutemberg Aliaga
Zegarra, ambos de extracción sucrense, hermanados para elevar nuestra cultura
al contexto nacional. Es un trabajo a fragua, yunque y martillo, de una medular
investigación hacia disímiles personajes, de características definidas por su
inteligencia, laboriosidad y aventurerismo
revolucionario.
Desde el pórtico allegamos a una tierra de
exigida antigüedad , vuelta a si mismo por hombres que supieron y saben halar
sus engranajes por encima de sinsabores para arribar a la sucesión de
conquistas, en alto El Guauco, Huauco o Sucre que es el mismo pulso emprendedor
desde la infancia. Que dentro y fuera de él, han batallado su propia identidad
como un tributo nacional al amor y a la verde fronda de la esperanza.
Este libro querido, es un arcoíris de vidas,
luchas, retrocesos y victorias. Patrimonio del pasado y patrimonio viviente que
debemos preservar. Lleno está de notas arrebatadas al olvido. Sus autores, dos
preclaros pedagogos, no han medido brazadas en esta exhaustiva tarea de
testimonio y valoración humanos en un contexto telúrico que les otorga su
propia personalidad.
Y quiero exclamar: ¡Sucre, cuna de los
precursores Mateo y Brígida Silva Machuca; de Alfredo Rocha, de Clodomiro
Chávez Mariñas, de Clementina Zelada, de Nazario Chávez, de Elías Mariñas, Tito
Zegarra Marín y cuántos más que encontraremos en sus entrañables páginas!... Y
permítaseme agregar a los dos autores de
este libro excepcional que, por inefable modestia, se han omitido a si mismos.
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