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lunes, 24 de marzo de 2014

Pluma de la altura: ORQUÍDEAS EN LAS ALTURAS DE SUCRE-CELENDÍN.


Por: Secundino Silva Urquía.
Mi admiración por la naturaleza y la oportunidad de trabajar en las alturas del distrito Sucre, en Celendín-Cajamarca, me han permitido centrar mi atención en las orquídeas que crecen al costado de los caminos, entre arbustos o árboles, sobre o entre las rocas, y en los peñascos o riscos.

Los niños pastores de los caseríos La Quinuilla y El Porvenir; en cuya jurisdicción pude ubicar diecinueve especies de orquídeas, entre diciembre del 2013 y principios de marzo del 2014, tienen contacto con algunas de estas plantas exóticas; y sin saber que manipulan orquídeas, usan sus flores en sus juegos infantiles: “El lorito”, “el gallito”, “la gallinita”, “los triguitos”, llaman con cariño a algunas especies; y a sus hojas consistentes las llaman “cucharillas”.

Se sabe que el interés por las orquídeas data desde épocas muy antiguas. El filósofo griego Teofrasto, las llamó orchis (testículo), en alusión a la parte basal de la planta de algunas especies (el tuberoide), que tiene forma de testículos. En América precolombina, algunos registros indican que las orquídeas también fueron apreciadas por algunas culturas preincaicas y la propia civilización inca. En nuestra provincia de Celendín y distritos no se registran trabajos serios en relación al tema “orquídeas”; es más, nunca hubo preocupación por parte de sus gobiernos locales para descubrirlas, clasificarlas, cuidarlas, promocionarlas; menos aún cultivarlas o reproducirlas.

Experimentados botánicos sostienen que  la gran familia de las orquídeas es el grupo de plantas más evolucionadas y por ende el de las más valiosas. Vegetativamente, las raíces presentan periféricamente un tejido especial de aspecto blanquecino y de consistencia esponjosa ­llamado velamen­, que les permite captar agua y nutrientes de los suelos y rocas. Las hojas generalmente son coriáceas (textura y consistencia similares al cuero). Otra característica que solo algunas especies presentan en su tallo, es el pseudobulbo.

Lo más admirable y fascinante de las orquídeas son sus flores, caracterizadas por su belleza extraordinaria, simetría excepcional, y las más sorprendentes formas, tamaños y colores. Por su apariencia, algunas reflejan semejanza con humanos, animales, aves, insectos y otros. Los especialistas afirman, que por su tamaño, es posible hallar flores que van desde los dos milímetros (como Trizeuxis falcata), hasta los 70 centímetros (como Phragmipedium caudatum, la flor más grande).

De acuerdo a los estudios de David Bennett Jr. y Eric Christenson, el Perú posee alrededor de tres mil especies de orquídeas, distribuidas de Tumbes a Puno. La mayor diversidad se concentra en la ceja de selva, comprendida entre los 500 y 3,600 m.s.n.m. La menor diversidad corresponde a la selva baja (entre los 300 m.s.n.m.) y la serranía entre los 2,600 y 3,600 m.s.n.m. Este estimado es producto de los limitados estudios, la escasez de recursos económicos, falta de apoyo estatal y el total incumplimiento de los reducidos dispositivos legales de protección al medio ambiente y especies de flora.

Sin embargo, a pesar de lo antes mencionado, se van reportando nuevas especies, gracias al tenaz esfuerzo de algunas personas que con entusiasmo y recursos propios exploran y colectan en diferentes lugares, algunos de los cuales implican un alto riesgo. Si este tipo de labor continúa, se afirma que podríamos superar en número de especies nativas a Colombia y Ecuador, que figuran como los países más ricos en orquídeas a nivel sudamericano, por haber hecho más estudios y tener adecuadas medidas legales para el control de sus recursos naturales. Hecho que además sostienen con la gran labor que despliegan sus respectivos ministerios del Medio Ambiente, cuya contraparte peruana vendría a ser el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), y el Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAM). El INRENA es una institución que aún no cumple eficazmente su labor, porque se dice que no cuenta con el personal especializado, ni con los recursos tecnológicos adecuados para un correcto control en la exportación de orquídeas y de otros valiosos recursos.

Mi presencia en la zona alta del distrito de Sucre durante los últimos cuatro meses, me ha permitido además, pese a mis limitaciones naturales, hacer conocer a muchos pobladores, acerca de  las características de los tallos, hojas, flores y modo de reproducción de las orquídeas existentes en la zona, y ellos se comprometieron trasmitir la información a sus hijos. Este tipo de labor debemos intensificarla para a su conservación; puesto que los campesinos que no saben de la existencia de este valioso patrimonio en sus terrenos, les prenden fuego en los meses de julio o agosto a fin de que con las primeras lluvias tengan pastos naturales frescos para su ganado.

Finalmente, abrigo la esperanza que con la suma de esfuerzos y perseverancia, podríamos valernos de este valioso patrimonio, para desde el gobierno local, formular y financiar un proyecto de turismo ecológico que implique: manejar la reproducción in vitro de las orquídeas, comercializarlas y atraer a los turistas a la zona. Así podríamos ayudar a mejorar la calidad de vida de gran parte de los pobladores de la parte rural del distrito Sucre-Celendín.

La Quinuilla, 18 de marzo del 2014

























jueves, 20 de marzo de 2014

Huellas: LOS ORÍGENES DEL MARAÑÓN

Meandro del Río Nupe
Foto de Walter Beteta Pacheco

Por Antonio Raimondi.

Después de algunos días de descanso en Huánuco, regresé a Chavinillo en los primeros días del año 1861, para proseguir mi penosa tarea.

De Chavinillo pasé al Marañón y subí al pueblo de Obas; luego atravesando una elevada cadena, baje al otro lado y continué hacia Aguamiro, pasando por el puente de Paccha.

En Aguamiro, me nació el deseo de hacer un estudio esmerado de las importantes ruinas de Huánuco Viejo que había visitado de paso en 1857, y acto continuo emprendí la marcha y fui a establecer mi campo entre las paredes medio derrumbadas de esta antiquísima población.

Pasé unos pocos días en esta elevada llanura (metros 3.736), ocupado en estudiar y levantar el piano de aquellos interesantes restos de la antigua civilización; y bajando otra vez a Aguamiro, visite nuevamente los ricos minerales de Huallanca y Queropalca, pasando por el pueblo mineral de Chonta, uno de los puntos habitados más elevados (metros 4.552) de todo el globo.

Estando en Queropalca, el señor don Manuel Elguero me dijo que el origen más lejano del Marañón no era el río que sale de la laguna de Lauricocha, sino el río de Nupe, que tiene su origen mucho más lejos en la Cordillera de Huayhuash. Queriendo averiguar el hecho personalmente, me instale en Queropalca como dentro para mis exploraciones y me dirigí desde allí en diferentes sentidos. Comencé por explorar el curso del riachuelo de Queropalca, el cual a poca distancia recibe el de Chonta y juntos entran, un poco más elle, en el de Nupe. Seguí este último rio hasta su encuentro con el que Sale de la laguna de Lauricocha, que se considera como el origen del Marañón, y examinando los dos ríos en el punto de su reunión, resulta que el de Nupe tiene una cantidad de agua un poco mayor que el otro.

Después salí nuevamente de Queropalca con dirección a la laguna de Lauricocha; vi el antiguo Puente del Inca, situado en el punto donde el rio sale de la laguna; en seguida fui dando la vuelta a pie por la laguna hasta donde me fue posible, y regresé a Queropalca.

Salí definitivamente de Queropalca siguiendo el curso del río de Nupe hasta su origen en la Cor
Laguna y río Lauricocha
Tomado de Turismo en Lauricocha
dillera de Huayhuash, y pude averiguar que efectivamente el río de Nupe tiene un origen mucho más lejano que el que sale de la laguna de Lauricocha; y además, que el río de Nupe en el punto donde se encuentra con el que sale de la laguna, tiene mayor cantidad de agua; de donde resulta que el origen del Marañón es el río de Nupe, y no el que sale de la laguna de Lauricocha.

Conocido el origen más lejano del río Marañón, continué mi camino por la elevada región de la Cordillera, en medio de gigantescos cerros cubiertos de nieve perpetua, cuyas cumbres, ocultas muy a menudo por densos vapores, parecen establecer el contacto entre la tierra y el cielo.

Desde el punto culminante del camino bale a una quebrada; y siguiendo su curso, me dirigí a la hacienda mineral de Quichas, perteneciente a la provincia de Cajatambo del departamento de Ancash. Después de visitar las ricas minas de plata de las cercanías, continué bajando por la quebrada hasta Churín, cuyos baños termales había visto en 1857.

En este punto dejé la quebrada por la cual se baja a Huacho, que ya había recorrido; y atravesando el río, subí al pue­blo de Andajes, pasando enseguida a Caujul y a las minas situadas en la rama de la Cordillera que da origen al rio Supe. Visite la mina Ramada del Portugués, situada en el límite de la nieve perpetua, bajando en seguida por la quebrada de Ambar y Supe, de la que pasé a la de Huacho y continué mi marcha por tierra hasta Lima, regresando a la Capital de la República a los veinte y tres meses después de mi salida.

Del libro Viajes por el Perú, Antonio Raimondi, textos escogidos por Jorge Guillermo Llosa.


sábado, 15 de marzo de 2014

Agenda: FIESTA DE CARNAVALES MUS 2014

La Asociación Movimiento de Unidad Sucrense “MUS”, se complace en invitar a usted y familia, a la “Fiesta Carnavales MUS”, que se llevará a cabo el día sábado 29 de marzo del 2014, en nuestro local Institucional, sito en la Calle Los Cinceles Nº 310, San Juan de Lurigancho, a partir de las 11:30 de la mañana en adelante; actividad que se está organizando con la finalidad de confraternizarnos entre todos los sucrenses  y, al mismo tiempo, recaudar fondos económicos a fin de continuar con la construcción de nuestro Local para brindar mejores y acogedores ambientes a los asociados, paisanos sucrenses y público en general.

Ven a degustar, desde el medio día, tradicionales y suculentos platos de nuestra tierra como:

Picante con cuy, 
Sopa de carnavales,
Miel con quesillo... 


Consejo Directivo MUS.



sábado, 8 de marzo de 2014

Mujer, Feliz día

Mujer, inigualable que dejas tus huellas por donde quiera que pasas…

Te doy gracias, mujer madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores del parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el camino de la vida.

Te doy gracias, mujer hija y hermana, que eres el núcleo familiar y también al conjunto de la vida social, la riqueza de tu sensibilidad, intuición, generosidad  y constancia.

Te doy gracias, mujer trabajadora que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural y artística y política.

Te doy gracias, mujer, ¡Por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu feminidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas.

Para ti, mujer, que estás llena de prodigios y virtudes, porque tú puedes dar vida a la vida, sanar las heridas del alma, calmar las tempestades y sonreír a pesar de las adversidades…

Por tus infinitos logros, sueños y propósitos, este día es para ti, para quererte y valorarte…

Porque una mujer no merece sólo un día para honrarla, sino toda la vida para amarla.


¡Feliz día de la mujer! 

lunes, 3 de marzo de 2014

EL CARNAVAL EN JOSÉ GÁLVEZ

Por: Tito Zegarra Marín.

A quince minutos de la ciudad de Celendín, lado norte de uno de los valles interandinos más pintorescos de la región, se encuentra la pequeña localidad  de José Gálvez (antes Huacapampa); casi encerrada entre pampas verdes, sauces y eucaliptos, pero abierta a su bella y atractiva  catarata de Langascocha, a  su bosque de eucaliptos que hace de hábitat de miles de garzas de la zona, y a sus casas solariegas que aún  permiten  adentrarnos a los gratos recuerdos del pasado.

Pero José Gálvez tiene algo más, algo que llena de encanto a visitantes y amigos. No solo  el tierno verdor de su campiña, la limpieza y frescura  de su ambiente, la tranquilidad y la paz que se vive,  sus  calles angostas y casitas aisladas que aún se protegen con techo de tejas,  sus cercanos y  lozanos caseríos: Cusichán, El Tambo, Chaquil y Huacapampa, o sus hermosas y simpáticas damas, de ayer y hoy. Se trata, de la fiesta del carnaval.

En efecto, esta pequeña ciudad, desde fines del siglo pasado viene  conservando y mejorando lo más genuino y gustoso de esa festividad hasta legitimarla y convertirla en parte de su tradición y  cultura. Desde ese entonces, ya se sentía  la participación plena y solidaria de sus pobladores y se daban las primeras señales artísticas en la elaboración de sus estampas alegóricas. Hoy, niños, jóvenes y adultos, de toda condición, sexo, raza y religión coparticipan a plenitud y llenos de entusiasmo. Y la capacidad para confeccionar sus exquisitos carros alegóricos deja entrever la fibra estética e imaginativa de todos los participantes.

Aunque el programa principal de fiestas, básicamente se concentra en un solo día, el jueves de carnaval, después del miércoles de ceniza, creo que es suficiente. Pues en ese día explosiona, se regocija y se agranda este pequeño pueblo, día esperado. Todo Celendín y sus distritos cercanos se vuelcan a ese lugar y lo abarrotan desde muy temprano. Es el día del desfile de carros alegóricos. Pero es un desfile diferente al común de los pueblos. Aquí no prima el desorden, ni la ridiculez de los motivos alegóricos, ni menos el espectáculo de ver un desfile caótico en el que más sobresalen grupos masivos de  mequetrefes, mozalbetes, borrachos y hasta pericotes, como sucede en Cajamarca.

En José Gálvez, impera la conciencia y responsabilidad de brindar una fiesta sobria, elegante y ordenada. Así es el jueves de carnaval, en especial el programa del desfile, ya tradicional y reconocido. Los motivos alegóricos son creativos, representativos y llenos de belleza y  donaire. Para citar un caso, el amigo y profesor Félix Horna Díaz, que apasionadamente participa año a año, es autor de cuadros  alegóricos verdaderamente geniales y significativos: el Quijote y los molinos a viento, Atahualpa y sus doncellas, al Señor de los Anillos, al Hombre Caníbal; donde él, hace de personaje central.   

El desfile, al caer la tarde, se corona con un baile popular en su agradable parque principal con todas sus encantadoras reinas y, en horas de la noche, prosigue la actividad bailable en el local municipal  y en casas familiares. En el transcurso del día, son varias  las buenas amistades que nos hacen saborear la chicha típica, fermentada  de jora y chancaca. Así como, en todas las mesas hogareñas, es infaltable  la exquisita sopa de pan con quesillo y el reconfortante caldo de gallina de corral  con leche fresca.

En José Gálvez, como creo en pocos pueblos del interior de Cajamarca, se vive el carnaval lleno de colorido, alegría, respeto mutuo, participación y creatividad; ajeno a toda clase de  huachaferías, estridencias y vulgaridades Por ello, para todos los  que concurrimos y gozamos de él, es pertinente aunarnos a considerar a JG,  como capital del carnaval shilico. Aquí sí, credencial o título honorifico,  bien merecido.


Colaboración: Jorge Horna
 

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