Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.
(Rousseau)
(Rousseau)
Por: Moisés Rojas A.
A seis kilómetros del distrito Celendino de Sucre, caserío La
Conga de Urquía, al margen derecho del río Lealmayo, sobre laderas cubiertas de
vegetación exuberante y a 2,500 m.s.n.m.,
localizamos el sitio ecológico Surolaja. Una carretera afirmada y en
buen estado, que une los pueblos de Sucre y Oxamarca, atraviesa este lugar por
la parte baja.
Existen diversas formas de llegar a Surolaja: Una de ellas es, abordando
los vehículos (combis) que trasladan pasajeros desde Celendín hacia Oxamarca o también
rentando caballos o simplemente caminando o en bicicleta, lo que permite armonizar
ejercicio y naturaleza.
Una vez en el lugar, se accede desde la carretera por un camino ascendente y
rodeado de pinos, eucaliptos y pajonales hasta llegar a una casita
rústica de forma hexagonal, construida con adobes y paja, cubierta con techo de
madera y tejas, bien ubicada en medio de una zona despejada y de topografía llana.
Acudimos al lugar, gracias a la amable invitación de Santiago Galarreta Escalante, uno de sus propietarios. Apenas llegamos a Surolaja, nos vimos extasiados por el paisaje florido y de verdor impresionantes. En la casita antes mencionada encontramos a Santiago (Shante), quien nos recibió cordialmente y nos invitó a que lo siguiéramos para conocer los sitios más importantes del lugar; llegamos a una explanada sembrada de maíz, donde nos habló de sus proyectos futuros de ubicar un albergue y restaurante campestres de comida típica, aprovechando la impresionante vista hacia el valle del río Cantange, las cuevas del Idulo y el cerro Yerbabuena; también expresó que la crianza de cuyes en gran escala está dentro de sus proyectos futuros. Luego empezamos a subir la ladera, internándonos en un bosque de pinos: “pátula”, “radiata” y “estrobus”; Shante nos informó que son las primeras plantas que sembraron con su padre cuando era niño. Él y sus hermanos -recuerda- acudían a éste lugar de muy mala gana, cada fin de semana, a trabajar en la forestación de estas tierras por orden de su padre el profesor Santiago Galarreta (El Teacher). Hoy, en cambio, se muestra muy satisfecho.
Continuamos con el recorrido, en la parte alta y en medio del bosque nos
topamos con un pequeño estanque que provee agua al lugar, ésta
llega hasta allí por medio de tuberías instaladas, procedente de un manantial
cercano ubicado en una quebrada de tantas existentes en Surolaja. Fuimos a
conocer la quebrada en donde nace el agua, para llegar a ella atravesamos un
bosque de helechos y algunos enjambres de abejas entre plantas silvestres. Llegamos
al “ojo de agua” encajado en la quebrada. Tal parece, que éste manantial es el que
le da el nombre al lugar. La quebrada y alrededores presentan carrizos
delgados y rocas alisadas o lajas de donde mana abundante agua cristalina. (Según Carlos Burga Larrea en su diccionario Geográfico e Histórico:
Suro significa Quebrada cubierta de carrizos y laja: Piedra lisa y aplanada).
Surolaja de
agradable clima templado con exuberante fauna y flora natural propia de un bosque, al
decir de su propietario, consta de más o menos unas setenta hectáreas de
extensión. La vegetación está formada por pinos, eucaliptos, alisos, helechos,
paucos, orquídeas y otros arbustos naturales del lugar…
¡Un lugar que no se puede dejar de visitar!
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“Oh,
pinos hermosos en tierra y ambiente
yo os
amo. Sois dulces, sois buenos, sois bravos
diríase
un árbol que piensa y que siente
mimado
de amores, poetas y aves”.
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