Distrito de Sucre en todo el Perú y el mundo.

Buscar en este portal

miércoles, 31 de octubre de 2012

Agenda: CITACIÓN


SE  CITA  A TODOS LOS SOCIOS INSCRITOS Y PAISANOS QUE DESEEN ASISTIR, A LA ASAMBLEA GENERAL DE ASOCIADOS, CONVOCADA PARA ELEGIR PUNTUALMENTE AL COMITÉ ELECTORAL QUE DIRIGIRÁ LAS ELECCIONES DE LA NUEVA JUNTA DIRECTIVA 2013, EL DÍA  DOMINGO 04 DE NOVIEMBRE, EN NUESTRO LOCAL INSTITUCIONAL,  SITO EN EL JR. LOS CINCELES 310-SJL  (espalda de METRO)

PRIMERA CITACIÓN:   5.00 pm.

SEGUNDA CITACIÓN:  6.00 pm.


POR FAVOR HACER LLEGAR ESTA CITACIÓN A TODO HIJO SUCRENSE, A FIN DE PODER DIFUNDIRLA Y LLEGUE A TODOS NUESTROS ASOCIADOS.  GRACIAS.



                                       MILAGROS SANCHEZ MASIAS
                                        PRESIDENTA JDMUS

viernes, 26 de octubre de 2012

Personajes: PABLITO MONTOYA - SEÑOR PAZ


Las torcidas y angostas calles, las construcciones rústicas, el sauce vidrioso y los eucaliptos recios, los corazones duros y las mentes más lúcidas, todo Sucre llora a Pablito Montoya altísimo y dilecto espíritu que falleció el 17 de mayo del 2011.

Se fue un hombre entrañable, nos queda su ejemplo y el recuerdo de una persona generosa, dispuesto a dar la mano a quien lo necesitó, su sencillez inmaculada, su laboriosidad insuperable, su tranquilidad inquietante motivan la consternación de un pueblo entero.

De su voz amable, parecía musical, del brillo azul de su mirada nos priva la muerte.

Cada vez que muere un sucrense, en cualquier lugar que sea, a uno se le queda una tristeza, como si hubiera perdido a un familiar cercano y si se trata de un antiguo como Pablito, nos tamos quedando sin gigantes, huauqueños repetimos acongojados.

Pablo Montoya Sánchez nació el 28 de octubre de 1928, en la Villa del Huauco, hoy Sucre, sus padres fueron Tobías Montoya Sánchez, quien falleció en circunstancias no esclarecidas por las altas provincias, y la digna señora Margarita Sánchez, católica perseverante, dedicada a la oración, su madre fue una mujer centenaria que vivió consagrada a sus hijos y al recuerdo de su esposo, falleció en olor de santidad.

Fue el primer hijo de los esposos Montoya Sánchez, tuvo una hermana llamada Elia quien no conoció a su padre, pues él murió cuando aún estaba en el vientre de su madre.

Su niñez trascurrió en el regazo de su madre y jugueteando con sus amigos: Candelario, Tasho, Oscar, Sacramento entre otros. Su casa donde pasó toda su vida está ubicada en la Calle Cajamarca.

Desde muy niño se entregó al trabajo, aprendió con prontitud y facilidad el oficio de "albañil" convirtiéndose en maestro constructor, trabajó en la construcción del primer muro de piedra de la iglesia y muchas veredas de las calles de Sucre fueron obra del hábil maestro.

Joven unió su vida a la de una bella y buena mujer Doña Fredesbinda Collantes, hija de don Rufino Collantes, recordado por la fiesta de las cruces que solía ofrecer todos los años en su casa ubicada en el cerro de Lanchepata en donde se comía y bebía a discreción.

Con su esposa cuyo corazón magnánimo no cabe en una mano, vivió desde la aurora purpura de su juventud hasta los ponientes escarlata de su ancianidad. De esta unión nacieron sus hijos: Santos Margarita, Nelson, Tobías y Marilú, a quienes les trasmitió buenos ejemplos y nobles ideales, como arma para enfrentar la vida con éxito. Todos sus hijos son emprendedores empresarios en la ciudad de Lima.

Desde el 17 de mayo de aquel aciago año 2011, Pablito Montoya, el Señor Paz, duerme ya en el seno de su suelo amado, tierra por la que más de una vez perdió el sosiego, su tumba será sagrada mientras tanto los que lo conocimos, admiramos y hemos recibido los almíbares de su bondad recitamos lo que canto el poeta:

Sobre la tumba del último bardo sembremos el nardo, de nuestra admiración, y arrojemos rosas, rosas amorosas de nuestro corazón.



De la Revista Eco Sucrense, N° 7, mayo 2012.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Anécdotas: LOS DUENDES


Por Sachama.
Era muy niño Marden, cruzaba los 7 a 8 años de edad, tiempo en que en el Huauco, vivía juntamente con sus hermanitas y su adorada Madre. Marden era muy travieso, corría por las laderas, quebradas, desfiladeros y por todos los accidentes geográficos que ofrece la Naturaleza; unas veces silbando otras cantando; pero siempre alegre, porque el aire que respiraba, llenaba a sus sanos y jóvenes pulmones: invitándole a perseguir esas delicias de la tranquilidad espiritual que gozaba Marden; este agradecía al Todopoderoso, levantando los ojos al cielo y en su meditación la agradecía, por pasar momentos felices en su Huauco querido.

Uno de esos días, la mamá de Marden, le da las tareas, para que riegue un tablón de alfalfa, que estaba resentido por el mucho verano. Marden cumplidor de sus deberes, madruga a quebrar el agua, desde el molino de ño Rodolfo. Cuál sería su sorpresa, que cuando pasaba por la acequia grande y a la altura de su molino de ña Dina, Marden vio que en la puerta de éste, estaba parado un viejo, muy parecido al que hoy llamamos Papa Noel; era más o menos 5 a.m. Marden pensó un viejito y a estas horas y con un vestido fluorescente. Marden terminó de quebrar el agua y patitas, para que te quiero, corrió por la acequia grande, hasta la altura del rodadero de ña Jacoba y después de tranquilar a la acequia, bajó rápido, para recibir el agua, la que tenía que pasar por las propiedades de ño Leoncio y de ño Pancho, señores que no aguantaban pulgas.

El agua llegó hasta el tablón de la alfalfa propiedad de la familia de Marden; la tarea de regar terminó y a la vez, los minupampeños ya habían quebrado el agua. Terminó su faena Marden, se dirige a su hogar, tomó su desayuno, consistente en un mate de verde con su harina de cebada y en cuchara y cuchara en estos intervalos, les contaba a sus hermanas lo que había visto.

Marden salió a la calle a encontrarse con sus cumpas, a los que también les contó lo que le había sucedido. Los cumpas muy atentos escuchaban la narración de Marden. Uno de ellos le dijo: no habrás visto visiones él les contestó; lo abrí bien mis lagañosos y me di cuenta que era un duende. En el ruedo de amigos, Marden les dijo que no era la primera vez que le sucede.

Así el otro día, mi papá me mandó a dar agua a su mula en el río de ño Benjacho; la mula todos los días tomaba muy bien en ese lugar; pero ese día, no quería entrar a tomar, sino que encabritaba; Marden insistió y el mulo, presentaba más resistencia, a lo que Marden dio vuelta y al frente vio a un cojo con vestido brillante que entraba a pie la rueda del molino de ña Isolina.

Marden les dice a sus cumpas: ¿Qué opinan sobre estos pasajes?
Todos coincidimos que algún día la ciencia o alguna rama del saber humano lo explicará.

De libro Irikana.

lunes, 22 de octubre de 2012

Personajes Sucrenses: FELIPE NERI ZEGARRA SILVA

1928-1995
Por Olindo Aliaga Rojas y Gutemberg Aliaga Zegarra.
Sucrense de fuste, Felipe Neri Zegarra Silva entró al templo del renombre en olor de multitud; nadie como él interpretó el dolor de su pueblo, porque lo amó entrañablemente.

Este homérida de Sucre vio la luz en el barrio de La Toma, su casa ubicada en la calle Dardanelos lindaba con el río La Quintilla, por eso, poseía la palabra fluida, diáfana la mente y renovado el corazón. Polémico, mujeriego y fumador inveterado, nació el 18 de julio de 1928.

El hogar Zegarra Silva se componía de 4 hermanos que se llevaban dos años entre sí: Juana, Felipe, Pascuala e Hilda.

Fueron sus padres: Hildebrando Zegarra Reyna y Micaela Silva Sánchez, quien después de enviudar tuvo otro compromiso, del cual nacieron tres hermanos menores: Fernando, Evergisto y Mirtha Aliaga Silva fallecida a temprana edad.

Felipe Neri procede de un linaje intelectual de gran ejecutoría; su padre, un negociante por las lejanas provincias y un eximio deportista; maestro y fundador de escuelas particulares gratuitas y del histórico Rambler, cuadro que le ha dado muchas satisfacciones al pueblo de Sucre en el campo futbolístico.

Su abuelo paterno, don Felipe Neri Zegarra Aliaga, fue el mejor tinterillo de la provincia. Alcalde de Sucre de 1889 - 1890 y de 1899 a 1900. El doctor Mejía Zegarra, conoció y vivió muchos de sus alegatos, en una oportunidad impresionado por la fuerza de un escrito dijo: "lo que Felipe ata, ni el diablo lo desata". Murió envenenado por los enemigos de sus patrocinados, en el distrito de Ichocán, provincia de San Marcos.

Por el lado materno sus abuelos fueron: Sacramento Silva y Pascuala Sánchez. "Yo soy, ante todo, Zegarra", decía, y agregaba sentencioso, "si no, no sería lo que soy, sería tal vez egoísta, poco amante del pueblo".

Siendo muy niño, murió su padre accidentalmente, al caer con su cabalgadura en el abismo de un desbarrancadero, a pocos kilómetros del pueblecito de Usquil, de la provincia de Otuzco, La Libertad. Huérfano de padre, del cuidado del niño se encargó su abuelita Brígida y sus tías Lucrecia y Armencia, a quienes les decía "Mamita". Nieto, preferido de doña Brígida, ella lo crió engreído y consentido; le inculcó el amor al prójimo y creció abismado a la religión cristiana; por lo que Felipe era muy creyente, especialmente de San Isidro y de la Virgen Natividad de Lucmapampa. Al fallecer su abuela Brígida, pasó al cuidado de su tía abuela Leonor Zegarra, era esta señora de una situación económica acomodada; "Mi viejita Leonor", decía al narrar su vida, "tenía una posición muy distinta a la de ser pobre; por lo tanto, en la casa de aquella mujer, conocí algunas comodidades por lo que no fue muy dolorosa mi infancia y mi juventud".

Estudió la primaria en la escuela ex 83, Centro Escolar Centenario de Sucre y semillero de muchas promociones; su profesor Clemente Virgilio Díaz le tuvo bastante aprecio por su precocidad intelectual que impresionó a todos los maestros de esa época.

De esta etapa escolar, son sus primeros embelesos deportivos, a la edad de 12 años fundó su primer cuadro de fútbol denominado Club Deportivo José Olaya; un año después, fundó el Club deportivo R.U. La característica de este equipo fue que lo integraron casi en su totalidad los Zegarra, entre ellos: Neptalí Zegarra, René Zegarra, Leonardo Zegarra, Natividad Zegarra, las excepciones fueron: Diego Silva, Pablo Montoya, y Doquísides Sánchez.

A la edad de 13 años leyó los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana de José Carlos Mariátegui, la lectura de este libro provocó cesura en la personalidad del tierno lector que lo llevó a investigar, a través de la lectura, la realidad de su pueblo.

Después de un tiempo y concluida su primaria trabajó de obrero en la construcción del túnel, percibiendo un sol de jornal; de esta corta etapa laboral, comentaba Felipe: "En los trabajos de la desecación de la laguna nos ganábamos unos centavos, lo cual también representaba desventaja, puesto que principiamos a fumar cigarros; el cigarrillo era compañero en nuestra adolescencia... ahora soy fumador consuetudinario, fumar, entre muchos vicios, es el que más me domina".

Estudió secundaria en el Colegio Particular Celendín, son de esta etapa estudiantil sus lecturas de autores socialistas: Hildebrando Castro Pozo, Valcárcel y otros escritores progresistas.

Desde el tercer año de secundaria complementó sus lecturas con el teatro; realizando muchas veladas literarias en las ciudades de Celendín y Sucre; los fondos recaudados, los orientaba a obras sociales.

En 1945, siendo aún estudiante, fue representante de la campaña política del doctor Clodomiro Chávez en la provincia de Celendín.

Después de terminar la secundaria viajó a Lima, en esa ciudad capital estudió inglés, posteriormente, estudió por un período corto, el idioma Quechua, en el Instituto de Lengua Aborigen del Perú. Siendo trabajador textil se integró al sindicalismo adscrito a la C.G.T.P, durante su actividad sindical tuvo oportunidad de alternar con el sindicalista Arturo Sabroso y otros sindicalistas de alto nivel.

El año de 1955, retorna a Sucre, dedicándose al comercio de telas y otros productos, el capital le proporcionó su "papá" Samuel, la tienda estuvo ubicada en la Plaza de Armas en la esquina de la calle Próspero y Simón Bolívar.

Por esta época contrae matrimonio con la profesora Victoria Merino, natural de Celendín, de ese enlace matrimonial son sus hijos Hildebrando, Felipe, Rafael y María del Rosario. Felipe no fue hombre de una sola mujer, fue afortunado en el amor y muchas mozuelas cayeron rendidas a sus pies; fruto de esas mocedades es su primogénito Jorge Luis Zegarra Rojas, abogado de profesión.

Del 2 de mayo de 1957 hasta el 2 de abril de 1958 fue alcalde del distrito de Sucre, por designación del Subprefecto de Celendín y ratificado por la Prefectura departamental; entonces, el primer alcalde socialista que tuvo Sucre durante su historia, tenía 28 años de edad.

En 1959, fundó el Club Deportivo José Carlos Mariátegui, en honor al pensador peruano, integrado por jóvenes deportistas celendinos; la actuación de este cuadro fue de gran performance en las competencias realizadas.

En la década del 60 ingresó a trabajar en la Beneficencia Pública de Celendín; y en el Juzgado Provincial.

En 1963, fundó en Celendín el periódico El Lucero de la Quintilla, de edición irregular, tamaño doble oficio con 16 páginas, desgraciadamente de vida efímera, su director por alguna razón no explicada fue el señor Alberto Chávez.

En 1964, en un artículo que lo hace público a través de hojas sueltas; le da la bienvenida al profesor Alfredo Rocha Zegarra, quien se hacía cargo de la dirección del Colegio San José de Sucre, de reciente creación. El artículo en mención llevó el título de Un Hombre Reencuentra su Tierra.

El año 1970, participó en las protestas del club Manuel Quevedo Reyna, integrado por el profesor Luis Escalante del Águila, y los estudiantes universitarios; Pepey y Samuel Chamán, el profesor Víctor Aliaga Zelada, entre otros, contra el avivado director del Colegio San José profesor: Mario Ávalos Linller.

En esta acción con características de asonada política, Felipe encabezó una marcha, causando asombro a la clase encopetada de la sociedad sucrense; a la manifestación, se adhirieron el ingeniero José Zegarra Chávez y los señores Eduardo Zegarra y José Urbina, como elementos de choque. Los manifestantes recorrieron las principales calles del pueblo y se dirigieron al local del colegio ubicado en las afueras de la ciudad, donde les esperaba un grupo de curiosos y alumnos de los años superiores que estaban en total desacuerdo con la inconducta del mal director.

El director Mario Ávalos, enterado de la decisión bravía de los protestantes, se cobijó en la secretaría del colegio; y aprovechando la oscuridad de la noche, ayudado por sus incondicionales, fuga del pueblo como un vulgar delincuente, la justicia se encargó de juzgar a ese pésimo director y a sus acólitos que lo adularon y lo ocultaron.

Durante esa lucha, una más de las mil libradas, Felipe Neri dio un brillante ejemplo de acción y prédica política literaria, con el puño en alto agitaba consignas y en un volante de dos hojas, explicaba las razones de la acción levantisca del club M.Q.R, en contra de la abusiva presencia del mal funcionario del centro educativo.

 En ese extenso volante, titulado: "Pueblo de sucre" Felipe Neri hace gala de sus condiciones de escritor y gran expositor de la cosa política; dirigiéndose al director decía: "¿ ...o tal vez es Ud. señor director uno de los tantos ciegos, y no ve que por doquier las arcaicas estructuras políticas se desmoronan por su base? - o es Ud. un sordo, que no quiere oír los estruendos de broncas cadenas que van rompiéndose en el campo, en las entrañas de la tierra, en el mar, cuarta región geográfica del Perú, en el aire, en la ciudad, en el taller, en la fábrica, en la oficina, en el plantel, ¿qué pasa señor director?.

Si Ud. tiene sangre en la cara, si Ud. tiene algún asomo de dignidad obedezca la voz del pueblo, que es la voz de la ley y la justicia; deponga su insolencia frente a la gallarda e inteligente juventud que al lado de las autoridades locales y casi todo el magisterio le viene diciendo ¡VÁYASE!, no lo quiere más aquí por no saber cumplir con su sagrada misión de educador, por estafar al Estado y al pueblo todo del Perú con sus largas y repetidas ausencias del plantel; cuya dirección se le ha encomendado, perjudicando gravemente los altos fines de la educación... Ha sido hasta ahora una de las tantas vacas sagradas, necesario es que se convenza que su hora ha llegado, huelga saber que Sucre, antes Huauco, supo y sabe reconocer y valorar al buen maestro. "

En otro acápite, refiriéndose al pueblo de Sucre exclamaba: "Los tristes momentos por los que pasas en el campo de la educación, son iguales a los que pasan otros pueblos de nuestra patria ¿Quiénes son los culpables?, los malos gobernantes de ayer que propiciaron tanta corrupción, tanta ignominia, tanto latrocinio, tanto abuso... Seguro estoy que no defraudarás nunca glorioso pueblo de Sucre, de raza fecunda y soberana, tu brillante pasado en que se escribieron páginas de honor y de gloria.

El autor de ese volante sabe que los pueblos necesitan de vengadores y siente la necesidad de arengar a la juventud pidiéndole: "Que no desmaye en sus desvelos, el porvenir es tuyo" decía, "la vida es sacrosanta, ¡Vívela!, solo se vive plenamente cuando se vive en constante lucha. Se lucha por todo lo noble, lo grande, lo cósmico; lo demás es mentira, engaño, farsa. Abomina del vicio. Vale solo el ideal, idealiza tu vida. He ahí lo eterno."

En 1975, con dinero de su propio peculio, publica un folleto titulado Rudimentos de Quechua, el folleto tiene el valor de un texto de lecciones básicas para entender el idioma oficial de los incas.

En ese mismo año, se trasladó a la ciudad de Lima junto con su esposa y sus 4 hijos, justificando su éxodo por la falta de trabajo en Celendín y por el estudio de sus menores hijos. En Lima la familia Zegarra Merino, adquiere en compra una vivienda al sur de la capital, en un pueblo joven llamado irónicamente, Nueva Esperanza. Al referirse a su estadía en este bello pueblo decía: "Aquí tengo amigos y trabajo, en lo que me permite mi condición de ser pobre". Lo cierto, que en esos arenales, nuestro biografiado se dedicaba a un pequeño negocio ambulatorio, matando sus horas libres, leyendo libros y revistas. Fiel a su condición de educador social, en la puerta de los colegios de ese pueblo entre los alumnos realizaba concursos al paso; premiando a los ganadores con útiles escolares.

En 1993, sufrió un derrame cerebral, como consecuencia hablaba con dificultad y entre cortado, afección que lo recuperó mediante los ejercicios de terapia.

En 1995, es entrevistado por la revista Alma de Sucre, en la cual hace una revisión de su vida, y como todo hombre de ideales, sus convicciones las mantenía irremisibles como siempre.

Ese mismo año, escribió lo que sería su último artículo titulado: Sucre Destino de Condorsapa, publicado en la revista Alma de Sucre, revista que lo sacó de la anonimia en el que se encontraba desde que se trasladó a Lima.

El 9 de diciembre de 1995, día posterior a la Inmaculada Concepción, muere Felipe Neri, en una sala del hospital María Auxiliadora, ahora hospital San Juan de Dios; sus restos yacen enterrados en el cementerio del distrito de Surco en Lima. Su muerte, causó honda consternación en el pueblo que llora aún la ausencia de su líder.

SU FILIACIÓN POLÍTICA
Por su socialismo innato y su acendrada fe cristiana, Felipe, fue un hombre de hondos sentimientos, preocupado por los problemas del hombre común y por las condiciones sociales de los más pobres, sobre todo por la vida mísera de los hijos de Sucre; por ello, en una oportunidad dijo: "Yo nací, tal vez socialista".

Fue en su etapa de sindicalista que optó seguir la vía socialista, que en forma larvaria habitó en él desde su adolescencia.

Admirador de la revolución cubana de Fidel Castro y del padre Camilo Torres, su pensamiento ideológico fue cimentado en las fuentes del Marxismo clásico y fundamentalmente, se nutrió de las ideas de José Carlos Mariátegui. Tenía la certidumbre y la convicción de que el pensamiento mariateguiísta, es toda una teoría explicativa del Perú auténtico, descrita acertadamente por el genial pensador peruano, en su libro los 7 Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana; libro que, lo recomendaba como los evangelistas recomiendan la lectura de la Biblia.

Sin llegar a la caridad por lástima, Felipe Neri sentía como propio el dolor ajeno; y, comprendió que sólo el socialismo en el poder, acabaría, oportunamente, con la miseria humana, y se antepone a la explotación del capitalismo por ser un sistema profundamente afectivo que proclama la libertad social.

Vivió, intensamente, las demandas de su tiempo, que desde la revolución cubana aparecían como una práctica moral de la historia; de la teoría pasó a la acción y su tremenda capacidad de conductor y líder quedó registrado en la historia de Sucre al ser nombrado Alcalde de su pueblo, cargo que lo ejerció con eficiencia durante 11 meses, tiempo suficiente, para demostrar que cuando existen convicción y voluntad de servicio se anda bien en los principios y en los fines.

Su gestión de alcalde fue un "verdadero batallar contra la incultura y la injusticia", según sus propias palabras; realizó un programa municipal atractivo y novedoso, siendo el punto más resaltante de su gestión edilicia, la Navidad de los Niños, cosa inédita hasta entonces, no sólo en la región sino a nivel nacional.

Como en todos sus actos actuó de manera franca y honrada, su labor municipal fue transparente, mensualmente exhibió al público el estado de ingresos y egresos de caja, demostrando una honradez inmaculada. Actuó con criterio integrador y su gran sueño fue ver unido, por lo menos durante su gobierno, a la capital del distrito con sus caseríos, para que ello sea posible asignó, de sus menguados ingresos, una partida de 3000 soles para todos los caseríos. Designó una importante partida para la construcción de la cruz en la cima del cerro Huishquimuna y otras tareas de orden social que, desgraciadamente, dejaron sin piso a la reacción y chocó con los intereses de los ricos de Sucre que residían en Cajamarca.

La oposición que minó al gobierno local de Felipe Neri estaba aupada en un seudo comité, denominado Comité Social Sucre, integrado por la más rancia reaccionaria sucrense residente en Cajamarca; fue este comité que intervino para acelerar la caída del Alcalde Socialista, fue este comité que saboteó los trabajos de la cruz y fue, aunque alguno de sus integrantes lo negó y trató de pariente al pensador Felipe Neri, el que maquinó e intervino ante la autoridad política, para separarlo de la conducción del municipio de Sucre.

El pueblo, que es el gran soberano así lo intuyó; por eso, es que salió a las calles coreando con el puño en alto la consigna: "Felipe sí, otro no"; siendo reemplazado "a dedo" por el profesor Mariano Aliaga Zegarra.

INTELECTUAL, PERIODISTA Y PANFLETARIO
En aquella única vez que Felipe Neri fue entrevistado por la revista Alma de Sucre dijo: "Yo viviría escribiendo o haciendo volantes en mi vida, desenmascarando a tanto infeliz; pero mis medios económicos no me permiten; desde el rincón donde vivo, viviría alumbrando a través del volante a todo el pueblo de Sucre". Sin duda, Felipe, echaba de menos los días de lucha que enfrentó en su juventud.

El periodismo y el panfleto fueron sus armas por medio de los cuales se vinculó con su pueblo. Con el periódico intentó instruirlo y darle cultura, "cultura, cultura y más cultura hasta hacer revolucionar al hombre" ha sido su enseñanza cotidiana, por eso fundó el periódico El Lucero de la Quintilla, por eso son los 50 comités que formó en Sucre y Celendín.

Como periodista, descubrimos al intelectual sapiente, capacitado en temas de la ciencia, las letras, el arte y la política. En el panfletario topamos con el aguijón del tábano irremisible, con el dicterio furibundo y preciso, con la cólera del justo.

En sus panfletos, cuando defiende al pueblo sobajado por el maltrato y la injusticia, su pluma araña como la zarpa de una fiera herida.

Por su posición ideológica, el método de encarar los problemas sociales y por su defensa de los más pobres, se ganó algunos enemigos que lo anatematizaron y no le perdonaron ninguno de los ideales que él representó.

Felipe Neri, conservó la línea de su ideal hasta su muerte; su prosa de visionario, vive, palpita, arremete, conmueve, derrumba y aniquila, sus palabras no admiten rectificación y escapan a la crítica.

Intelectual irreemplazable del pueblo de Sucre, vivía obsesionado por su afán de educar, esa idea gravitaba como las grandes moles incandescentes en su espíritu.

En Sucre, su tierra amada, su obsesión querida, nadie podrá pensar, por mucho tiempo, en la educación, en la cultura de este pueblo, sin evocar el nombre de Felipe Neri, hombre inteligente, bondadoso y apuesto; que también invadió los predios de la poesía, muchos poemas suyos dan testimonio de su vena poética, de su creciente amor por los pobres y desheredados sociales.

Del libro Personajes de la Historia Sucrense. 1ra Edición.

miércoles, 17 de octubre de 2012

COMUNICADO MUS



Ha llegado a nuestro despacho la carta N° 65-2012-ejra/rmds, del regidor de la municipalidad de sucre, Sr. Elvis rojas. El cual solicita a nuestra institución convocar a una reunión dirigida a la junta directiva, asociados y a todos los paisanos Sucrenses en lima, para informar sobre la problemática que está pasando nuestro distrito de sucre, actualmente.

Como nuestra institución es representativa de nuestro pueblo sucrense, no podemos negarnos a este pedido, por lo que invitamos a todos ustedes hijos de sucre, el día sábado 20 a las 6.00 pm a nuestro local institucional, 

Sito los cinceles 310.  Los esperamos….

                                     MILAGROS SÁNCHEZ MACÍAS
    JUNTA DIRECTIVA MUS-2012
Gracias.

martes, 16 de octubre de 2012

Turismo y paisaje: LA QUINUILLA


Por: Tito Zegarra Marín
Pocas son las mesetas, pequeñas o medianas, formadas en medio de la accidentada geografía andina del norte del país. Una de  ellas,  casi pegada a la carretera que nos une a Cajamarca a la altura de Cruzconga, es la pampa de Tincat.  Flanqueada por los caseríos  Cruzconga y Calconga (norte y sur), y  por las colinas donde se asienta el yacimiento arqueológico La Lechuga (lado oeste), ha dado lugar, en muy poco tiempo, al nacimiento del pequeño pueblo bautizado también como Tincat. De allí, se está muy cerca del caserío La Quinuilla, lado sureste, a no más de 20 minutos en movilidad. 

Siendo niño e invitado por los amables tíos Lisímaco y Libia a pasar unas semanas de vacaciones en su pequeño fundo de nombre Anchurco (costado este de Tincat), tuve la oportunidad de conocer, casi al vuelo, La Quinuilla; pero por haber pasado más de medio siglo, pocos eran  los recuerdos. En más de una ocasión  mi padre nos hizo saber que  allí nació  y pasó su niñez y adolescencia cuidando manadas de ovejas. En los últimos años, previos a su muerte, nuestro querido “Viejo”, insistentemente  nos pidió llevarlo a esa su tierra añorada,  tal vez, para despedirse. Lástima no  pudimos cumplir.

Por ello y porque requería una visión más precisa de su situación socioeconómica y explorar el sitio donde  nos habían confirmado existen restos arqueológicos, en especial chulpas, es que decidimos  visitarlo. Viernes 14 de septiembre, conjuntamente con los amigos comprometidos en estas correrías y en horas de la tarde, llegamos a la pampa de Tincat. La recorrimos por una de sus inmediaciones, y qué pena, comprobarla totalmente seca y con  grupos de ganado vacuno, soportando la prolongada sequía. Por la noche nos acogió con mucha amabilidad el pariente Renán Torres, cuyo padre (ya fallecido) fue dueño de algunas tierras.

Muy temprano al día siguiente, salimos hacia La Quinuilla protegidos de un buen amanecer, fresco  y anunciante de mucho  sol. La entrada a ese antiguo pueblito se muestra bellamente orlada de eucaliptos y cipreses y cercos de piedra dividiendo a los pequeños predios. Poco más adentro, en medio de cerros inclinados que parecen resguardarlo y brindarle cierto abrigo, sus casitas de adobe y tapial junto a los   huertos escampados para el cultivo y cría de animales menores, y su atractiva capilla e institución educativa, al centro del poblado. Escasos moradores, pues al parecer andaban  tras su ganado apremiados de pasturas. Uno de ellos,  joven aún, se ofreció hacer de guía para  ir al sitio arqueológico.    

 Ya sobre el caminito hacia las chulpas (extremo opuesto a la entrada), éste se  presentaba  acordonado  de arbustos y plantaciones de alisos; de  contextura suave, con pocos tramos empedrados y sin mayores subidas. A ambos costados tierras con pocos pastizales para el ganado, y otras (las menos) para las siembras estacionales de algunos tubérculos y cereales. Al poco rato y a cierta distancia se divisó  los caseríos  San Pedro, El Porvenir y Santa Rosa, y tras hora y media de caminata  eludiendo al final  algunas chacras y verjas de piedra, llegamos  a una cresta  compacta denominada  Ventanilla, donde se asienta el centro  arqueológico.

Se nos había hecho conocer que allí existieron 6 chulpas de piedra, pero que el dueño de ese predio destruyó a cinco  con el propósito de ampliar y cercar su terreno. Efectivamente eso ha sucedido, solo una chulpa queda casi intacta, las otras ya no existen, salvo sus piedras formando parte  de sus linderos. Del borde de la colina (lado sur), concita la atención un regular abismo que se extiende  hasta la hondonada  de nombre El Molino, donde nace el río Cajapotrero, afluente del Cantange. Desde ese lugar, también  conocido como La Quesera,  se está proyectando sacar el agua con dirección a Conga de Urquía, Sucre y Jorge Chávez para  irrigar sus tierras sedientas. Hermoso es el cuadro paisajista que se observa desde allí a ambos lados de la  hondonada, con sus parcelas   cultivadas y el río deslizándose por la parte intermedia.
La chulpa conservada tiene similitud con las de La Chocta en lo relativo a su forma y uso: levantada a cielo abierto sobre la base de piedras unidas por pachillas y barro, gruesas vigas de piedra al interior, techo de dos aguas armado de lajas, cornisas por todo el pie del techo, y dos pequeñas entradas o ventanas en el frontis de la misma y una más grande al lado izquierdo.  Las medidas son 1.20 metros de alto por 2.10 de ancho y 1.10 de profundidad, sin  divisiones al interior y, como en  La Chocta, destinada para  inhumar sus muertos. Al ser más de una, es creíble  que fuera un cementerio o  necrópolis al servicio de los grupos dirigentes de pequeñas llactas establecidas en sus alrededores. También  encontramos fragmentos de cerámica desperdigados por las chacras contiguas, y es probable existan otras evidencias tapadas de tierra y matorrales.

Muy poco se sabe de este interesante yacimiento arqueológico, de su valor e importancia, y en especial de la semejanza con La Chocta, que  permite colegir  la existencia de  relaciones y  conectividad entre ambas poblaciones prehispánicas. La Quinuilla, nombre que sugiere  el cultivo intenso de  quinua en tiempos pasados, tiene el privilegio de guardar esa riqueza histórica en medio de  su agradable topografía paisajista y productiva. Al retornar del sitio de las chulpas, subimos a conocer una simpática lagunita rodeada de eucaliptos y zarzales, de nombre El Agujero, donde el ganado de la zona bebe sus aguas. Más adelante,  observamos un horno para  quemar  cal de regular dimensión, aunque por el momento colapsado.

Ya muy cerca de la capilla, uno de los pobladores nos señaló el sitio (parte baja de una pequeña colina del lado izquierdo) donde vivía y estaba  la casa de su tío Idelso (mi padre), a su costado dos cuevas naturales donde criaban sus chanchos. Nos acercamos allí: su imagen, como nunca, en nuestra memoria.  Antes de retornar, el amigo y pariente Arquímedes Mendo, que regresaba de pastar su ganado, cariñosamente nos invitó a departir el almuerzo. Gracias a él y a la madre naturaleza por darnos tantas satisfacciones.    

miércoles, 10 de octubre de 2012

Semblanza: BODAS DE PLATA - PROMOCION 87 “ANIBAL ZAMBRANO BURGA”


Escribe: Melquiades Marín Sánchez.

Llegado el egreso del Colegio “San José” de Sucre, se comentaba el compromiso de retornar a nuestra hermosa tierra para las celebraciones “Bodas de Plata” Promoción 87, fecha que resultaba muy remota; sin embargo al transcurrir el tiempo ya teníamos sobre los hombros las celebraciones por Bodas de Plata; dándose las coordinaciones y ubicación de los compañeros, con la gran ilusión de reencontrarnos y celebrar juntos; siendo las promotoras y conductoras apasionadas Rosmery Sánchez Aliaga y Janet Aliaga Paz.

Maestro Oscar A.
Rojas Marín
Llegado los días festivos de nuestro querido pueblo de Sucre en honor a San Isidro  Labrador, fuimos arribando de a uno en uno, y reencontrándonos con los seres a quien la vida puso en nuestros caminos y permitió compartir aulas en la querida e inolvidable Escuela Primaria Nº 82427, y en el Colegio “San José”, que momentos tan mágicos y emocionantes, con algunos tuvimos una estrecha convivencia en el aula “A” a cargo de un ser tan especial como lo era el maestro Oscar Rojas Marín (AMOR, así marcaba sus iniciales en sus muebles y pertenencias. Coincidencia?: Oscar Rojas AMrín), y el aula “B” a cargo del maestro Mariano Aliaga Zegarra, ambos grandes maestros, con características de personalidad muy particulares, el primero de ellos un hombre pulcro, sereno, de buen trato, paternalista, alegre, conversador, tolerante y reflexivo, talentoso para contarnos cuentos, historias y sus vivencias; las cuales constituían una fuente motivadora; el segundo, un hombre de anatomía robusta, de apariencia seria e imponente y voz gruesa, sin embargo se mostraba carismático, sencillo, conversador, apasionado en el cultivo de hortalizas y otras plantas del lugar, así como en la crianza de animales, que con dedicación y entrega compartía su saber con ambas aulas, las que se ubicaban frente a frente, en las partes laterales del patio, que yacía empedrado por esos años, donde a cada inicio del año escolar, confundidos en uno solo, realizábamos la faena de cortar y pelar las hierbas.
  
Maestro Mariano
Aliaga Zegarra.
El reencuentro fue un momento muy emotivo, sin duda uno de los instantes más significativos y trascendentes en nuestras existencias, donde pudimos observarnos, abrazarnos, intercambiar nuestras experiencias y saber de los caminos elegidos, más grato aún el sentir vivo el vinculo de amistad, estimación y cariño –latentes; nuestros seres fluían con autenticidad, sin máscaras, reflejando sentimientos de hermandad, contemplando las imborrables sonrisas de Lucinda Aliaga Zavaleta y Mabel Zegarra Aliaga; apreciando el toque humorístico y jovial de José Muñoz Soto; y evocando vivencias de competencia e integración entre ambas aulas durante nuestra niñez y adolescencia. Recordamos las excursiones y paseos de los días jueves por la tarde hacia el campo deportivo, al vecino anexo de El Itsco (San Juan de la Alianza), al túnel, al agua caliente, la cueva en Jorge Chávez, la antena en Jelij y otros parajes; con el Director Manuel Marín encabezando la marcha, Mariano Aliaga y su perro un Buldog, cuidando el orden del desplazamiento, al igual que Oscar Rojas; situaciones que permitía despertar la esencia del niño con su mundo del juego y fantasía en plenitud; por ejemplo en el mes de mayo nos convertíamos en toreros, banderillero, músicos y toros; unos emulaban a los instrumentos musicales. Solíamos compartir las loncheras en grupos, unas veces preparadas en casa con el infaltable cuy con picante, sus chicharrones o papa revuelta con su huevo frito, y en ocasiones latas de atún que nos brindaban en la escuela; también recordamos los lonches de soya con pan de maicena o sémola, o quaker, que de paso para algunos el ingerir resultaba espeso, teniendo que recurrir al colador como solución; todo esto permitió interrelacionarnos y afianzar los lazos de amistad y hermandad perdurables en el tiempo.
 
Por distintas razones algunos compañeros dejaron nuestras aulas o tuvieron que salir del pueblo y dejar el centro educativo, otros nos acompañaron de manera intermitente, a la vez unos se incorporaron e integraron a la Promoción – 87 “Aníbal Zambrano Burga”, llegando a integrarse e identificarse con el grupo; quedando  demostrado con su apoyo y dándose cita a la festividad, gracias María Zelada Delgado, Sonia Abanto Aliaga, David Mariñas Zavaleta, Francisca Aliaga Concha, Egberto Chávez Romero y César Renán Zegarra Silva; también estuvieron los presentes en la distancia, quienes en todo momento eran parte de nuestros recuerdos y conversaciones, más aún cuando se trataba de los amigos que matizaban el aprendizaje con la cuota de humor y la travesura “sana”, como olvidarlos: William Chávez Gil, Wilder Vera Aguilar, Viviana Zamora  Carrillo, Rubén Pérez Aliaga, Wilson Horna Mariñas, Oscar Zegarra Marín, entre otros; así como al alumno honor al mérito, matemático por excelencia, entusiasta y cantor Charles Acosta Ortiz, el entrañable compañero recitador de poemas y poesías Richard Carmona Velásquez, el apasionado de la NBA Jaime Velásquez Malaver; y Edis Zegarra Escalante , Pedro Roncal y Richard Cotrina Sánchez.
 
Los momentos alegres se vieron empañados por instantes de tristeza y nostalgia al recordar las partidas del maestro Oscar Rojas Marín, de la profesora Marina Quito Calua, a quien me referiré mas adelante; de Cesar Fernando Aliaga, promoción de primaría y parte de la secundaría, recordado como un joven entusiasta, vivas, sincero, amigo y perseverante; al igual que al auxiliar Quirino Araujo, un hombre que más allá de sus obligaciones y con la sabiduría que dan los años, entraba a conversar en el aula, otras veces nos llamaba a conversar de manera individual, de dos o tres, hablaba con la nobleza que lo caracterizaba, nos contaba anécdotas y vivencias, incluso tocaba pasajes de la Biblia y sobre el enamoramiento, recuerdo su frase cuando se daban las fugas de los enamorados (robadas) “cuando el amor entra en bomba no hay diablo que se oponga”.

En las celebraciones se plantearon retos e innovaciones dentro del consenso de grupo, aunque reconozco que al momento de dirigirnos a observar la elaboración de las antorchas -las tradicionales, nos sorprendimos al darnos cuenta que nuestra compañera Rosmery Sánchez Aliaga se había propuesto modernizarlas, y estábamos ante la novedad, la duda y el desafío, pero con el voto de confianza de un equipo, más aún viniendo de quién planteaba el reto, pusimos andar el plan; y así el día del paseo de antorchas, lucíamos faroles con iluminación eléctrica abastecidos por un motor sobre una trimoto; para este paseo solicitamos nos acompañe con un farol tradicional al ciudadano Alemán Markus, esposo de nuestra compañera Janet Aliaga Paz, quien acepto con mucho agrado y vistió la camiseta de la promoción.

Con el ánimo de expresar nuestra gratitud y el reconocimiento a nuestros maestros y personal del San José, convenimos participar de manera activa en el día central, tanto en un recital como en canto; se eligió cantar dos vals alusivos al terruño, “Todos Vuelven” y el “Himno a Sucre” de la autoría del maestro Onésimo Silva, por lo que recurrimos a la asesoría y acompañamiento musical de David Silva y Uriel Aliaga, y ahí estábamos una vez más juntos reviviendo la época escolar y entonando las canciones que marcaron nuestros seres; situación que embargó de emoción nuestros corazones.

Profesor Silvestre
Reyna Aliaga.
Terminada las actuaciones y debelación de la placa recordatoria, llegó el momento de la tradicional clase del recuerdo dictada por el tutor o tutora, situación que despertó en nuestros corazones nostalgia y ausencia, pues nuestra tutora la Profesora Marina Quito Calua, había partido a la eternidad dos años atrás aproximadamente, ella que con su autoridad, energía y entusiasmo, estaba atenta a nuestro rendimiento académico, apoyándonos en las dificultades de su materia “Las Matemáticas”, más aún a los menos talentosos, en horas fuera de clase inclusive abriéndonos las puertas de su hogar; supo conducirnos en las diferentes actividades para recaudar fondos, como son: venta en el kiosco, sembrados de huertas, bailes sociales y otros, estas circunstancias permitieron conocerla mas de cerca, más allá que maestra como persona, nos brindo su amistad, siempre nos aconsejaba, a nuestro egreso nos recomendó que buscáramos la superación, recuerdo que nos dijo de acá a unos años los espero para reunirnos y conversar. Sentí que ese momento había llegado, ella no estaba, pero no nos habíamos salvado de rendir cuenta, y cosas de la vida como si hubiera encargado alguien, teníamos al Profesor Silvestre Reyna Aliaga, su esposo a cargo de la conducción de la típica clase del recuerdo, al dirigirse al grupo vimos un “Shilbe” emocionado y melancólico, informándonos que variaría la clase del recuerdo por un conversatorio con cada uno de los integrantes de la promoción, ya que ésta modalidad había sido puesto en práctica con anterioridad por la profesora Marina, y ahí estábamos desfilando uno a uno y dando el testimonio de nuestras vidas, con esa fluidez y confianza de sentirnos en casa; fue una experiencia emotiva y movilizadora; en lo particular aliviadora y alentadora; quedando demostrado la importancia de soñar, la esperanza y perseverancia. Se pudo comprobar que los esfuerzos motivacionales y consejos de los maestros irradiaban frutos satisfactorios; situación que de seguro la Profesora Marina quedaría regocijada aún en la eternidad. En suma acertada la innovación, gracias Prof. Silvestre por su disposición.

 Desde aquí queremos expresar nuestro eterno agradecimiento a cada uno de los maestros, personal auxiliar y administrativo de la escuela primaria Nº 82427 y Colegio San José, porque estamos seguros que se esforzaron en dar lo mejor de sí; el agradecimiento a nuestros familiares; y siento que haberlos tenido en nuestras vidas constituyen una bendición, pues creo que una de las más preciadas bendiciones es caer en las manos de unos buenos padres y sabios maestros, que te guíen con cariño y tolerancia.


A continuación vivencias promocionales en imágenes:
Paseo de Antorchas: Promoción "Aníbal Zambrano Burga 1987-2012"
Procesión SIL: Promoción "Aníbal Zambrano Burga 1987-2012"
Ceremonia y Actuación: Promoción "Aníbal Zambrano Burga 1987-2012"
Clase del recuerdo: Promoción "Aníbal Zambrano Burga 1987-2012"
Compartir: Promoción "Aníbal Zambrano Burga 1987-2012"
Miscelanea: Promoción "Aníbal Zambrano Burga 1987-2012"


 

©2009 Asociación Movimiento de Unidad Sucrense - "MUS" | Template Blue by TNB